Francisco González Tejera * / Artículo de opinión.- Ante la herrumbrosa puerta del horno donde fueron incinerados padres, amigos, esposas, hermanos, niños que en el último instante envejecieron miles de años, pienso en ustedes judíos de Jerusalén y Jericó, hombres de la tierra de Siom, pienso en ustedes y no acierto a comprender como olvidaron tan pronto el vaho del infierno...
Luis Rogelio Roderas (Auswich)
Las victimas se han vuelto verdugos y asesinan impunemente al pueblo palestino, sienten la total impunidad de verse respaldados por el imperio norteamericano y sus aliados de la Unión Europea. Israel sabe que puede hacer lo que quiera, que nadie los va a parar ni a condenar, podrían incluso usar su potencial nuclear y la hipocresía internacional acabaría consintiéndolo, usando la vil excusa de que fueron provocados por los malos de esta película, el humillado y vejado pueblo de la gran Palestina.
La historia se repite una vez más y esta vez con sangre y fuego en medio del mar, en aguas internacionales, donde no se puede intervenir militarmente y aún menos contra gente desarmada, activistas por la paz y los derechos humanos de infinidad de países. Un barco cargado de ayuda humanitaria para paliar el hambre de un pueblo bloqueado, reprimido, masacrado por unos terroristas impunes.
Ochocientos navegantes solidarios han visto correr la sangre por las cubiertas de sus barcos, la barbarie llegó desde helicópteros sionistas con soldados armados hasta los dientes. Alguien dio la orden de masacrar, de asesinar impunemente. Ahí están las imágenes que delatan este horrendo crimen cometido por el negro ejercito de Israel.
El embajador en España de este estado racista hablaba después del ataque de que sus soldados habían sido provocados, amenazados, agredidos por fuerzas terroristas desde esos barcos, que todo fue en defensa propia. Que cooperantes, pacifistas, voluntarios, un escritor ahora encarcelado y una Premio Nobel de la Paz, niños pequeños y ancianos encabezaban toda una conspiración para sublevar Gaza contra la dominación de su ejército.
Ahora cuando la sangre se ha perdido entre ese mar justiciero, la comunidad internacional, como siempre, trata de tapar el terror, el crimen, la humillación de todo un pueblo masacrado y olvidado entre muros y alambradas. Todo parece cíclico y los judíos repiten con los palestinos lo que les hicieron a ellos los nazis en el pasado, solo les faltan, por ahora, los hornos crematorios, que son sustituidos por bombas inteligentes, aviones y armas vendidas por países como España, con el beneplácito de un presidente que parece haberse tragado sus propuestas de alianza de civilizaciones, y que ahora como otros muchos dirigentes mundiales tiene las manos manchadas de sangre inocente.
Los niños y niñas de Gaza esperaban con ansia esta ayuda humanitaria, ahora secuestrada, algunos mutilados o quemados por fósforo blanco en unos hospitales sin gasolina para los generadores de emergencia, con miles de victimas de los bombardeos y misiles sionistas. Naciones Unidas denuncia que más de 80% de su población vive bajo el umbral de la pobreza, que no existen casi medicamentos necesarios básicos, que en los hogares no hay gas para cocinar. 1,7 millones de habitantes en Gaza sobreviven encerrados en un ghetto como el creado por los alemanes en Varsovia, pierden la esperanza y sufren una terrible represión por parte un estado fascista, respaldado por la comunidad internacional y que no se ruboriza ante tanta desolación y muerte.
La aniquilación de Palestina y de todo su pueblo es el objetivo último de estos terroristas ortodoxos, por lo que se hace necesario aglutinar a todos los hombres y mujeres de buena voluntad del planeta, salir a la calle, movilizarnos por este pueblo que resiste y hacer un boicot general al Estado de Israel, no consumir sus productos comercializados en el estado español (ver listado en esta Web de NODO 50) http://www.nodo50.org/csca/agenda09/palestina/boycot.html. Necesitamos mucha fuerza y solidaridad internacional para acabar con tanta penuria de un pueblo que nos lanza mensajes de socorro, que clama al mundo el final de un apartheid sanguinario.
Fueron millones los judíos que murieron gaseados en los hornos crematorios de la vieja Europa, millones los que sufrieron persecución. También hay judíos que condenan lo que pasa en Palestina, que se niegan a hacer el servicio militar en un ejército fascista, judíos que junto a millones de ciudadanos del mundo sentían que sus corazones también viajaban ilusionados en esa flotilla de la libertad, que son conscientes de que el holocausto se está repitiendo con el humilde y valiente pueblo palestino.
http://viajandoentrelatormenta.blogspot.com/2010/06/el-vaho-del-infierno.html
Francisco González Tejera
Comentarios