Software libre / PILLATEUNLINUX.- Los gobernantes instan a sus ciudadanos a que acepten los recortes “necesarios” para salir de la crisis, pero hay algunos políticos con los que parece que no va el asunto. El Parlamento Europeo podría llegar a gastar miles de euros de euros para comprar a cada diputado (736 en total) un nuevo y flamante iPad, el dispositivo más bueno, bonito y barato de la historia de la humanidad.
No es algo seguro, es simplemente una proposición de un europarlamentario. Sin embargo, su sola consideración me parece indignante.
Resulta que pese a que los señores diputados disponen de un portátil por cabeza (que no debe tener ni un año), afirman que se ha quedado anticuado y que un iPad sería la mejor opción para actualizarse.
Lo primero que hay que decir, es que esos portátiles se han pagado con impuestos ciudadanos, como viene siendo habitual. También el sistema operativo (Windows) y la suite ofimática (Microsoft Office 2003). Pero ya se sabe lo que pasa cuando juntas dinero y estupidez, que se derrocha por doquier. Cuando lo hace un niño rico con el dinero de su papá nos da igual, pero cuando se hace con el dinero de todos… ahí la cosa cambia, y mucho.
La cantidad de dinero que se hubieran ahorrado al usar software libre en esos portátiles no quiero ni calcularla, pero dentro de lo malo, ya tienen equipo para trabajar. ¿Hay necesidad pues de actualizarse? Obviamente no.
Aunque la actualización de equipos se hiciera de un portátil antíguo a otro más nuevo, sería un derroche, pero el hecho de que se pase a un dispositivo completamente funcional y adecuado para cualquier tarea, a otro que sólo sirve para entrar en Internet, ver fotos y que no tiene ni salida USB… no tiene ni puto sentido. Los eurodiputados van a estar encantados cuando quieran pasarse un informe en un pen-drive, cuando quieran abrir el procesador de textos a la vez que el navegador de Internet y cuando quieran ver vídeos en Youtube, porque no podrán.
Parece que la precursora de todo esto es el eurodiputado alemán Klaus Welle, que como tiene un iPhone y le gusta mucho, pues ha decidido que por qué no vamos a gastar el dinero de los ciudadanos en comprar un iPhone más grande.
Este tipo de cosas son las que los ciudadanos no podemos entender. No podemos entender qué necesidad hay de cambiar ningún equipo, primero porque no es necesario y segundo por las circunstancias económicas del momento. De todas maneras, querer comprar 736 iPads es un mal chiste, aunque dan ganas de llorar en vez de reir.
¿Por qué permitimos esto? Yo tengo muy claro que el europarlamentario que apoye esta medida o acepte el iPad, no tendrá mi voto ni aunque pida perdón a Stallman de rodillas.
LAMENTABLE clase política europea, a lo mejor no se les ha caído aún la cara de vergüenza, pero eso sí, su dignidad e integridad moral ha desaparecido completamente.
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