Orestes Martí * / Artículo de opinión.- Como es sabido, la participación política es una variante de la participación social en la esfera pública. La concepción liberal interpreta la participación fundamentalmente en términos electorales; la socialista, como participar en el gobierno y la gestión. ..."participar es ser, en alguna medida, parte del poder político" ha escrito un conocido sociólogo cubano (1), al que también tuvimos la oportunidad de entrevistar en nuestra reciente visita al archipiélago cubano.
En dicha visita, junto a un equipo de Canarias Semanal, acudimos a -y filmamos- diversos colegios electorales cubanos que, producto de los "empates" que se habían producido durante la primera vuelta en las elecciones para las Asambleas Municipales del Poder Popular, se encontraban celebrando la correspondiente segunda vuelta.
Ya sabemos lo que se dice de Cuba referido a la "ausencia de democracia" y a la inexistencia de "elecciones libres". Claro que tales aseveraciones parten de una visión que interpreta a su modo lo que entiende como "democracia" y "elecciones libres" y que excluye cualquier forma diferente de sistema electoral, al que se conoce en occidente.
Llegados a este punto, considero necesario exponer entonces cuáles son las
CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DEL SISTEMA ELECTORAL CUBANO (SEC)
El SEC está regulado por la Ley 72, Ley Electoral, aprobada por la Asamblea Nacional del Poder Popular el 28 de octubre de 1992 y sus características principales son:
-El Partido Comunista de Cuba (PCC), no nomina, ni promueve candidatos (2)
-La participación de los electores es universal, automática y gratuita(3)
-Los candidatos se postulan por los propios electores (4)
-No existen campañas electorales, discriminatorias, millonarias, ofensivas, difamatorias y denigrantes (5)
-Hay una total transparencia en los comicios (6 )
-Es obligatorio que todos los electos lo sean por mayoría (7)
-El voto es libre, igual y secreto (8)
-Históricamente ha habido una alta participación del pueblo en las elecciones (9)
Ahora bien, ¿cómo se desarrolla cronológicamente el Proceso Electoral cubano? Veamos este proceso concretamente para las Asambleas Municipales -en un marco o contexto general- ya que esto fue lo que filmamos....
1.- El Consejo de Estado (10) libra una convocatoria, con 90 días de antelación a la fecha en que se celebrará la cita electoral
2.- El Consejo de Estado designa a la Comisión Electoral Nacional (CEN)
3.- Se constituye la CEN
4.- Se designa y constituyen las Comisiones Electorales Provinciales (CEP); las Comisiones Electorales Municipales (CEM) y las Comisiones Electorales de Distritos
5.- Se designan y constituyen las Comisiones de Candidaturas Nacional, Provinciales, Municipales, de Circunscripción Electoral(12) y Especiales.
6.- Se organiza el Registro de Electores y se publica en lugares de acceso público. Se verifica por los propios electores
7.- Se crean los Colegios y se constituyen las Mesas Electorales
8.- Se lleva a cabo el Proceso de Nominación de Candidatos a las Asambleas Municipales del Poder Popular; son dados a conocer los datos y las fotos de los nominados mediante la colación de los mismos en lugares públicos
9.- Las Comisiones Municipales analizan las propuestas formuladas por las Organizaciones sociales.
10.- Se celebran las elecciones de delegados en primera vuelta; en segunda vuelta solamente en los lugares donde se requiera, según lo establece la Ley Electoral (esto fue lo que filmamos)
11.- Se constituyen las Asambleas Municipales del Poder Popular y elige al Presidente y Vicepresidente.
A partir de este punto y para los órganos provinciales y la Asamblea Nacional, el proceso es muy parecido.
La "primera vuelta" de las elecciones 2010
Cuando visitamos los colegios electorales y filmamos las imágenes -que podrán observar en el vídeo adjunto-, ya se conocían los resultados de la primera vuelta; incluso alguno que otro de los ciudadanos entrevistados se refieren a ellos.
Las cifras finales oficiales, confirmadas el 29 de abril, fueron de un 95.86 % de participación y una abstención del 4.14%; con 4.59% de boletas en blanco y 4.30% anuladas. Estas últimas tres cifras suman 13.03 %.
Estas cifras resultan interesantes si se comparan con años anteriores (13) pues aunque disminuye la participación y la sitúa en la más baja de la historia reciente, ésta se mantiene por encima del 95%, validando lo afirmado con anterioridad(9).
Algunas valoraciones e interpretaciones
Diversas valoraciones se hacen sobre los últimos resultados de las elecciones cubanas; incluyo aquí las de los propios participantes que fueron entrevistados en nuestro vídeo.
Sin embargo, hay otras "visiones" y "consideraciones" que me parece adecuado tomar en cuenta. No deseo -como de costumbre- deslizar de forma inadvertida juicios que traten de inclinar la balanza hacia posiciones propias, por lo que expondré elementos de un artículo que me ha parecido bastante objetivo(14)
“Los resultados oficiales de las elecciones municipales del domingo en Cuba muestran un aumento en la cantidad de boletas anuladas o en blanco, y una ligera baja en la participación… lo que refleja el aumento del descontento en la isla”, dice un artículo basado en los testimonios de dos “disidentes” cubanos que publicó el 26 de abril el Miami Herald.
El trabajo lo firmaba Juan O. Tamayo, periodista de El Nuevo Herald, diario en lengua hispana de la propia ciudad que es vocero habitual de la extrema derecha estadounidense, especialmente en lo que respecta a sus posiciones contrarias a Cuba.
Según los cómputos provisionales de la Comisión Electoral Nacional de la Isla, al término del horario fijado para el sufragio, había votado un 94.69 % de los electores, con un 5.31% de abstención. Ese conteo preliminar arrojaba un 4.58 % de boletas en blanco y 4.30 % declaradas nulas. En la suma de estas tres cifras, (14.19%), el articulista basaba su conclusión de que hubo un incremento de la desaprobación respecto a los comicios del 2007.
(Las cifras finales oficiales de la primera vuelta, confirmadas el 29 de abril, fueron de un 95.86 % de participación y una abstención del 4.14%; con 4.59% de boletas en blanco y 4.30% anuladas. Estas últimas tres cifras suman 13.03 %).
Tales resultados -en unas elecciones que desde 1976, además de ser la base del sistema democrático cubano de Poder Popular, encuestan cada 30 meses el nivel de apoyo a éste por la población- ratifican que ésta aprueba con amplitud el proyecto revolucionario de independencia nacional que tiene al socialismo como su meta.
Según el artículo del Miami Herald, “aunque la votación no es obligatoria en Cuba, la participación siempre es elevada porque los miembros de los Comités de Defensa de la Revolución presionan con fuerza a la ciudadanía para que acuda a votar”. Como quiera que los miembros de los CDR son casi ocho millones en todo el país, este aserto equivale a reconocer que es la propia ciudadanía la que se estimula a sí misma para ejercer la democracia.
Si aceptáramos la tesis de que quienes no votaron en los comicios (acto que es voluntario y secreto); los que, por error o intencionalmente, anularon su voto, y aquellos que lo emitieron en blanco, son todos discrepantes del sistema político y social de su país (criterio que admite muchos reparos), tendríamos que quienes no lo apoyaron representan apenas el 13.03 % del electorado total. ¡Un sueño de aprobación popular en cualquier país!
Sistemáticamente, la propaganda hostil a Cuba ha mantenido que en la Isla no hay elecciones, o que los resultados de éstas no son confiables. Por ello, hasta cierto punto, es sorprendente que en el Miami Herald, para argumentar avances tan insignificantes en el debilitamiento del apoyo de los cubanos al proyecto revolucionario, se acrediten resultados oficiales cubanos.
Es un pobre resultado para una campaña de hostilidad contra la revolución cubana, que en medio siglo ha costado muchos miles de millones de dólares a los contribuyentes estadounidenses.
Y es admirable tal actitud de los cubanos, considerando que han estado sometidos durante todo ese tiempo a un proceso de ablandamiento de su apoyo al proyecto revolucionario que incluye un bloqueo económico y una sistemática hostilidad enfilada -según documentos del gobierno estadounidense de 1960 desclasificados en 1991– “a derrotar a la revolución en Cuba a través del desencanto y el desaliento basado en la insatisfacción y las dificultades económicas; negarles dinero y suministros para disminuir los salarios reales y monetarios a fin de causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno cubano”.
Además, como informó Cuba recientemente en el Comité de Información de Naciones Unidas, “cada semana, emisoras radicadas en el territorio de los Estados Unidos transmiten hacia Cuba miles de horas de radio y televisión por 34 frecuencias de onda media, corta, FM y TV. Solo en febrero de este año, hubo cada semana 2,185 horas de transmisiones ilegales”.
El Congreso de Estados Unidos aprueba anualmente para este tipo de acciones contra Cuba un presupuesto federal de más de 30 millones de dólares. En las últimas dos décadas, el Gobierno de EEUU ha gastado alrededor de 500 millones de dólares en ellas. Es un gasto muy elevado para obtener resultados tan nimios.
Exactamente una semana después de los comicios, el primero de mayo, los cubanos celebraron el Día Internacional del Trabajo con manifestaciones masivas en todas las ciudades del país.
Millones de jubilosos manifestantes celebraban su victoria sobre la más reciente intensificación de la cruzada estadounidense de difamación mediática contra Cuba -con fuerte patrocinio también de varios países de la Unión Europea-, en la que, por ingenuidad o por miedo, se involucraron en el lado equivocado algunas pocas personalidades de prestigio que ensuciaron lastimosamente su expediente en la inmoral campaña.
Fue un claro epílogo para otra etapa de la asimétrica guerra de los ricos contra los pobres en la que este pueblo rebelde se siente vencedor, aunque esté consciente de que seguirán los embates y que también deberá continuar su resistencia.
Conclusiones
Lea detenidamente lo que aquí le he expuesto; busque más información y contrástela con la que le he brindado; acceda al vídeo que filmamos y que le ofrecemos al final de este artículo (15)... y después de todo ese proceso, sin apuros ni precipitaciones, escriba usted sus propias conclusiones.
NOTAS:
(1) J Valdés Paz: "El espacio y el Límite. Estudios sobre el sistema político cubano". Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello y Ruth Casa Editorial (2009)
(2) El PCC no es un partido electoral, es -según la Constitución de la República- la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado, por esa razón la facultad de proponer y nominar candidatos que es inherente a los partidos políticos en otros sistemas, en Cuba, por mandato de la ley la ejercen los propios electores
(3) Derecho que se ejerce con máxima facilidad a partir de los 16 años de edad. Previo a las elecciones las listas de electores se hacen públicas en cada circunscripción
(4) Los candidatos a delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular son propuestos y nominados en reuniones públicas directamente por los electores en la circunscripción. Las proposiciones de de precandidatos para las Asambleas Provinciales y para diputados a la Asamblea Nacional son elaboradas y presentadas para su consideración, a las Asambleas Municipales del Poder Popular por las Comisiones de Candidaturas. Previamente a este proceso, las organizaciones de masas envían a las Comisiones de Candidaturas sus propuestas de precandidatos.
(5) Los candidatos no pueden realizar ninguna actividad a favor de su candidatura, pues esta tarea es exclusiva de las Comisiones Electorales, la que realizan con estricto contenido ético, cívico y educativo, sin preferencias de ningún tipo y en la que se explica la importancia de ejercer el derecho al voto y los valores éticos, morales y ciudadanos que deben poseer los candidatos. Los candidatos a delegados provinciales y a diputados, todos juntos, se reúnen con los electores para dialogar y examinar todos los temas de interés de la población y de la nación. Todos los gastos de las elecciones son asumidos por el Presupuesto del Estado, por tanto ningún candidato tiene que aportar un solo centavo.
(6) El voto es directo y totalmente secreto. Al iniciarse la votación los integrantes de la Mesa Electoral invitan al público a comprobar que las urnas están completamente vacías antes de proceder a sellarlas y las urnas son cuidadas por niños y jóvenes estudiantes. Al concluir la votación se realiza el escrutinio de forma pública en el propio Colegio Electoral. Además de los ciudadanos cubanos también pueden estar presentes los extranjeros que así lo deseen.
(7) El candidato sólo es electo si obtiene más del 50% de los votos válidos emitidos.
(8) Se trata de un derecho constitucional. Es un derecho y deber cívico que se ejerce de manera voluntaria y por no hacerlo nadie puede ser sancionado. Como no hay lista de Partidos, se vota directamente por el candidato que se desee, o se anula la boleta, o se deposita en blanco, lo que es igual a decir que se puede no votar por alguno o por ningún candidato.
(9) En todos los procesos electorales que se han celebrado desde el año 1976, ha participado más del 95% de los electores.
(10) Es el órgano de la Asamblea Nacional del Poder Popular (11) que la representa entre uno y otro período de sesiones
(11) Es el órgano supremo del poder del Estado, Representa y expresa la voluntad soberana de todo el pueblo cubano. Es el único órgano con potestad constituyente y legislativo en la República de Cuba.
(12) Es una división territorial del municipio. Ningún municipio debe tener menos de 30 circunscripciones. En cada circunscripción se elige un Delegado para integrar la Asamblea Municipal. La Circunscripción Electoral es la base, la célula fundamental del Sistema del Poder Popular.
(13) Anuario Estadístico de Cuba 2008. Edición 2009. Oficina Nacional de Estadísticas (ONE)
Proceso electoral electores registrados electores participantes Por ciento
Año 1979 6 001 890 5 813 767 96,9
Año 1981 6 272 189 6 097 639 97,2
Año 1984 6 494 488 6 411 251 98,7
Año 1986 6 865 344 6 705 434 97,7
Año 1989 6 240 039 7 117 807 98,3
Año 1992 7 762 958 7 546 764 97,2
Año 1995 7 772 583 7 545 821 97,1
Año 1997 7 952 599 7 760 582 97,6
Año 2000 8 069 804 7 913 112 98,1
Año 2002 8 352 948 7 998 061 95,8
Año 2005 8 461 365 8 178 708 96,7
Año 2007 8 473 833 8 176 085 96,5
(14) Manuel E. Yepe. Epílogo para una diatriba recurrente.
En http://moncadalectores.blogspot.com/2010/05/epilogo-para-una-diatriba-recurrente.html
(15)
Orestes Martí
Las Palmas de Gran Canaria
8 de mayo de 2010
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