Canarias Insurgente: Carta abierta al Presidente del Gobierno de España, Sr. José Luis Rodríguez Zapatero:

Carmen Moreno Martín / Artículo de opinión.- Señor Presidente, nunca pensé que tendría que dirigirme a usted en estos términos, pero su actuación del pasado miércoles en el Congreso, y las medidas que desde esa Tribuna nos anunció, me impulsan a hacerlo sin remedio.

Yo no sé si se ha contagiado usted del conservadurismo que impera en Europa o que esa paloma a la que llaman Espíritu Santo y que volaba junto al Papa por el país vecino, lo ha iluminado a usted, pero sea lo que fuere, lo cierto es que me causó usted la impresión de estar poseído y de no ser usted mismo quien hablaba el miércoles.

Si no entendí mal, las medidas que van a tomar ustedes eran, y que usted mismo anunció, son:

- Se reduce la retribución del personal del sector público de media un 5% en 2010 y se congela para 2011, año en el que se consolidará esta rebaja.

- Se suspende para 2011 la revalorización de pensiones, excluyendo las no contributivas y las mínimas. La actualización de las prestaciones por jubilación, que cobran 8,6 millones de españoles, según el Índice de Precios al Consumo está –o estaba– garantizada por ley.

- Se elimina el régimen transitorio para la jubilación parcial previsto en la Ley 40/2007.

- Desaparece la prestación de 2500 euros por nacimiento, conocido como el cheque bebé, desde el 1 de enero 2011.

- Para reducir el gasto farmacéutico, se adecuará el número de unidades en los envases a la duración de los tratamientos.

- Dentro de la Ley de Dependencia se elimina la retroactividad en el cobro de la prestación.

- Reducción de 600 millones de euros entre 2010 y 2011 de la ayuda al subdesarrollo

- Reducción de 6.045 millones en inversión pública estatal durante los dos próximos años que se suman al recorte de 5.000 millones para 2010 ya incluido en el Plan de Austeridad.

- Se asigna un ahorro de 1.200 millones a las administraciones autonómicas y las corporaciones locales, sumándose a la cantidad de ahorro impuesta en Enero, que debe ser de -10.000 millones-.

Según he contado, son nueve, y, analizándolas, me hago yo también nueve preguntas:

¿Qué le han hecho a usted los funcionarios, los dependientes, los enfermos, las futuras madres, los trabajadores de las obras públicas y las empresas suministradoras de materiales a esas obras?

¿Qué le han hecho a usted los ciudadanos más desfavorecidos del planeta, esos que se mueren de hambre en el llamado tercer mundo, y que verán una vez más postergarse los objetivos para 2015 de reducción del hambre y de otras penurias?

¿Qué le han hecho a usted los más débiles de la sociedad y de la población para que les haga soportar la crisis y los desmanes especulativos, codiciosos y basuro-financieros de mercados y bancos?

¿Dónde se han quedado aquellos propósitos repetidos por usted a machamartillo miles de veces de que nunca se verían afectados por sus medidas los estratos más débiles de la sociedad ni los más desfavorecidos?

¿Qué ha quedado del tan cacareado por usted socialismo y de su tan cacareada esencia socialista?

¿Cómo vamos a poder creerle en lo sucesivo si ha dado usted un giro de 180 grados sobre su discurso y sobre sí mismo en cuarenta y ocho horas?

¿Qué le ha pasado para que de la noche a la mañana se haya convertido usted al más exacerbado ultra conservadurismo dejando pequeños a Bush, Aznar y a otros de parecida índole?

¿Dónde han quedado sus agallas –si es que las tenía– para defender los intereses de sus ciudadanos más débiles frente a los usureros de los mercados y frente a la Unión Europea?

¿Cómo puede usted querer convencernos de que esas medidas y no otras -que rebajarían también el gasto público- son las más idóneas para la ciudadanía española y para España? ¿Ha perdido usted la vergüenza, la ética y el honor, Sr. Presidente?

Y podría seguir preguntando, pero lo dejaré en nueve.

Verá, Sr. Presidente, siempre me he resistido a llamarle a usted y a su partido “socialista” porque para mí esa “S” de “PSOE” la perdieron en el Congreso de Suresnes y la “O” de obrero, se la cargó Felipe González durante sus legislaturas, de manera que se quedaron en mi opinión en “PE” sin más. Si PE, Partido Españolista, porque se ajustaron a las condiciones que les marcó la sempiterna derecha si querían gobernar algún día España… pero, le llamaré como siempre, “psoelista” ya que si había alguna duda de que el poder es lo primero y a él supeditan todo lo demás, la ha despejado usted con esas medidas que ha tomado y que no son otra cosa que las condiciones que el conservadurismo europeo y estadounidense le han marcado. De manera que se le ha caído la careta, Sr. Presidente, y será difícil que si se la pone otra vez le volvamos a creer, porque la faz que hemos visto es la de un socialdemócrata neoliberal, neocapitalista y sin imaginación, que se vende a “los suyos”, los neoliberales y neocapitalistas europeos y estadounidenses.

¿Y ahora qué? ¿Qué más nos va a vender como motos, por más que no lleguen ni a bicicletas? ¿Nos venderá el co-pago en la atención sanitaria pública como decía la diputada de coalición canaria? ¿O acaso el co-pago en la escuela pública? ¿Con qué otras u “ortas” genialidades ultra-conservadoras nos va a sorprender, Sr. Presidente?

Por mi parte me uno a los señores de Ezquerra Republicana y de Iniciativa per Cataluña, que le han sugerido medidas que también reducirían el gasto público en mayores proporciones que las suyas, y que aumentarían los ingresos, medidas que irían orientadas a una reforma de la administración central, a una reforma financiera y fiscal, sin que los débiles ni la inversión pública tuvieran que soportar las soluciones a la crisis, además de sufrirla como lo están haciendo. Pero claro, esas medidas de izquierda reformista, ni a usted ni a sus “amos” le interesan.

Sólo me queda esperar que los sindicatos retomen su verdadero papel y dejen de comer sopas con usted en el mismo plato –como lo hace la patronal que se relame de gusto con sus medidas– y clamen en la calle por los derechos que usted ha pisoteado y por la justicia yendo más allá de movilizar a los funcionarios.

Y nada más, Sr. Presidente. Reciba un saludo desairado de está ciudadana indignada y decepcionada, eso sí, con todo el respeto.

Nota: he intentado hacer llegar esta carta a la Moncloa, pero el único medio de contacto que se abre es el del buzón general de la Moncloa y sólo admite 500 caracteres… Lo seguiré intentando.

Sí desea suscribir esta carta puede hacerlo rellenando el formulario en el siguiente enlace: https://portal-scc.presidencia.gob.es/ciudadan@s/contacto.jsp que permite adjuntar ficheros con un peso de hasta 6 MB.

Carmen Moreno Martín alias Hannah
14 de mayo de 2010

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