José Luis Valdés / Artículos de opinión.- En toda lucha anticolonial de liberación de cualquier país colonizado del Mundo han existido y existen las contradicciones de clase que se dan hoy día en Canarias.
Por un lado, está el proletariado, la clase trabajadora, la población más explotada por el régimen de opresión colonial. Por otro lado, está la pequeña y mediana burguesía de la ciudad y el campo que no participa en el reparto de los beneficios que produce el colonialismo, fruto de la sobreexplotación colonial, la que, descontenta con el régimen, asume la liberación nacional como vía previa a constituirse en burguesía nacional, tras la conquista de la independencia. Esta burguesía por lo general intenta mantener postulados progresistas y democráticos con idea de ganarse a la lucha a la clase trabajadora. Lenin entendía que los socialistas deberían apoyar a este sector de la burguesía en las colonias y países sometidos en sus reivindicaciones antiimperialistas. Esto no significa un cheque en blanco para este sector de la burguesía, sino todo lo contrario, es un planteamiento estratégico en el cual el proletariado ha de asumir la dirección política de liberación, convirtiéndose en vanguardia.
Por otro lado, existe en Canarias la burguesía españolista vendepatrias, que durante años han participado en el reparto del pastel lamiéndole el trasero a la metrópoli, sobreexplotando a la clase trabajadora, y que han convertido a Canarias en un estercolero. A este sector de la burguesía no hay que darle ni agua. Es un verdadero error por parte de algunos independentistas de izquierdas el considerar a la burguesía representada hoy día en los partidos políticos CC, CCN, etc., y su medio de comunicación El Día, como organizaciones de derecha independentista, cuando de verdad lo que son es nacionalistas españoles reciclados. Inconscientemente algunos compañeros le están dando balones de oxígeno, tratándolos de independentistas a estos filibusteros que durante años han estado bajo el paraguas de España y vendidos a sus intereses.
El considerar también algunos, que la solución para la conquista de la independencia pasa por la unificación de unas determinadas siglas o organizaciones que actualmente se definen independentistas de izquierdas, considero que esta no es la solución, esto yo no lo veo tan claro, ya que la mayoría de la militancia independentista no se encuentran organizadas en las actuales organizaciones políticas, este planteamiento tiene cierto contenido exclúyense al dejar fuera a una gran parte de los revolucionarios que, por diferentes motivos, no comparte la forma de actuar de algún destacamento, aun más. Es más probable que uniéndose ANC y UP, tuvieran cierto éxito unitario, ya que las contradicciones en su seno por protagonismo individuales y el sectarismo de algunos de sus dirigentes, acabarían por romper el proyecto, siendo esto una nueva quema para el independentismo canarios que más de una vez ha pasado por este tipo de experiencia.
Sin menospreciar el papel de los partidos políticos y su forma de organización, considero que se hace necesario una nueva forma de coordinación, quizás sea la conformación de comités populares, conformados éstos por independentistas que actúen en cada barrio, en cada pueblo, en cada ciudad, en cada tajo, o centro de trabajo, de estudio, etc., en donde, en igualdad de condiciones, se debata, discuta, propongan y actúen sin imposiciones ni sectarismos, con libertad y respeto mutuo, que, aunque no estemos de acuerdo con algún compañero, entendamos que el futuro dependerá de los acuerdos en decisiones mayoritarias, si es posible por unanimidad.
Saludos revolucionarios
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