David Delgado / Artículo de opinión.- Según las predicciones de PricewaterhouseCoopers (PwC), la mayor firma de servicios profesionales del mundo, en tan sólo una década los países que forman parte del llamado Grupo E7, compuesto por las siete mayores economías emergentes del mundo, tendrán un PIB superior al bloque de las siete naciones más industrializadas, conocido como G-7.
El imparable desarrollo de la economía china será la clave en el crecimiento del Grupo E7, resaltaron autoridades de la empresa auditora que se posiciona en la cabeza de las Big Four (Cuatro Grandes). Según el informe elaborado, además, hacia 2020 China se convertiría en la primera potencia económica del mundo, desplazando a la principal potencia imperialista que ostenta actualmente este lugar.
El banco de inversiones de Wall Street Goldman, Sachs & Co., hace tres años (en el 2007) ya proyectó que, de continuar China el actual ritmo de crecimiento, sobrepasaría a EEUU en 20 años, pero a decir por el desarrollo de la economía china, las previsiones de PwC resultan más objetivas.
En cuanto al presente más inmediato, se estima que este mismo año se reduzca en aproximadamente un 35% la diferencia entre el PIB del G7 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Canadá) y el Grupo E7 (China, India, Brasil, Rusia, México, Indonesia y Turquía), y que para finales de esta década haya desaparecido completamente esa disimilitud.
Sobre el futuro un poco más lejano, la predicción es que en la siguiente década (2030), se mantenga la tendencia y las mayores economías del planeta sean China, EEUU, India, Japón, Brasil, Rusia, Alemania, México, Francia y Gran Bretaña.
Todos los estudios realizados por empresas multinacionales y organismos económicos apuntan en la misma dirección. Mucho tienen que cambiar las relaciones económicas y políticas internacionales para que China no supere a EEUU y se coloque en el primer puesto mundial en materia económica, y el PIB del grupo de países emergentes no supere al todopoderoso G7.
Pero nunca se sabe, claro está. Es imposible adivinar cómo será el mundo dentro de 10 o 20 años. Lo que si se sabe es que, analizando la trayectoria de las últimas décadas y la situación actual, todo apunta a que el siglo XXI será el de la caída del imperialismo estadounidense como potencia hegemónica mundial.
A diferencia de las crisis económicas anteriores de décadas contemporáneas, la actual recesión económica imperialista originada en EEUU no ha sacudido a los países recientemente industrializados. Ya no es válido en la medida tradicional eso de que cuando los EEUU estornudan el mundo se resfría. Washington pierde cada vez más influencia ante el avance de un nuevo paradigma económico, comercial, político e incluso militar. Pero esto no quiere decir que ya haya caído el imperio. Todo lo contrario. La hegemonía militar y económica sigue ejerciéndola.
Se prevé que este año el crecimiento de los países emergentes sea cuatro veces superior al de los países más industrializados: alrededor de un 5,1% frente a un 1,3%. Y en el próximo lustro, según estudios del Fondo Monetario Internacional (FMI), será del triple, coincidiendo en lo fundamental con las previsiones de la OCDE, de Europa y de Washington.
Mientras en EEUU el paro alcanza las peores cifras de los últimos 20 años, y el país sigue aquejado por el considerable déficit público y comercial, con un panorama económico y social bastante desolador, el PIB de Japón sufre su mayor retroceso desde 1974, la economía de Europa Oriental está en la ruina total y la “vieja” Europa no levanta cabeza, China creció un 10,7% en el último cuatrimestre (8,7% en el total de 2009) y se espera que este año el crecimiento no sea menor, y el PIB de India creció un 7,9% entre julio y septiembre de 2009.
Naturalmente, esto se refleja en las condiciones sociales de forma dispar, puesto que el crecimiento de los Estados emergentes es desigual en cuanto a su magnitud y su naturaleza, ya que mientras China avanza hacia el socialismo a un ritmo, Rusia, México o Turquía evolucionan a otro inferior y se mantienen en el modelo capitalista.
(*) David Delgado es miembro del Comité Central del Partido Revolucionario de los Comunistas de Canarias (PRCC)
Se ve quién manda en el patio cuando las respuestas se hacen esperar. "David" no sólo es "Delgado" sino mas bien flaco. Una respuesta a su texto se la puedo dar a manera de puntualización: él sabe que el capital no tiene ni necesita banderas de conveniencia, ni politicos con maleta. El Capital hace lo que le viene en gana, tanto en los paises del G7 como en los del E7 y los que no estén en el ajo que se jodan. El Capital "fluctua" puede pasar del órden democrático al dictatorial en un abrir y cerrar de ojos y eso lo saben nuestros ancestros por experiencia propia que con respeto silencian. O sea que lo único que les queda a los mirones de la Historia es mirar al Mar.
Publicado por: teofilo dominguez mora | 16/07/2010 en 06:04 a.m.
Según los portavoces autorizados del independentismo canario el nuevo paradigma de la economía canaria no debe ser el turísmo, ni la pesca de altura, sino el diseño intelectual de la economía. Yo, se lo concedo y aún más les presto mis diseños inteligentes para conseguir la independencia económica, energética é industrial. Para lo cual espero se pongan en contacto conmigo y discutan sobre aspectos relacionados. Mi dirección electrónica es: [email protected]
Publicado por: teofilo dominguez mora | 15/06/2010 en 06:16 p.m.