Canarias Insurgente: Globalingua: el "asesinato del carácter".

Orestes Martí / Artículo de opinión.- Después de la aparición del artículo sobre la "Globalingua" (1), recibí muchos correos electrónicos -y alguna que otra llamada de amigos- que, entre otras cosas, me manifestaron:
-no "compartían totalmente mi punto de vista", aunque si coinciden en que hay manipulación
-"me había quedado corto" en el abordaje del tema
-"debería abundar más en el tema en su conjunto; poner más ejemplos; dedicar artículos a cada concepto"
-Orwell (2) mencionó el asunto pero con otra denominación

Tampoco faltó quien enviara un escrito -diz que lo había obtenido de una especie de "Sermón" electrónico, en la Internet- en el que se recoge lo siguiente: "Como Cristo vino a salvarnos de este presente mundo, cuando alguien codicia a una cosa, llega a ser enemigo de Dios y una piedra de tropiezo para otros. Nosotros debemos buscar la voluntad de Dios, y permitir que él obre por medio de nosotros. De otra manera nuestro servicio es de poco valor.
Entonces dice, "Matáis y ardéis de envidia." Claro que no habla de la muerte física. Habla de la muerte o asesinato del carácter o reputación de otro (3). Hermanos, no hay lugar en la iglesia para esto. Con un poco de chisme, el buen nombre y la reputación de un hermano puede ser asesinado. Casi siempre, este asesinato del carácter viene porque alguien envidia lo que otro hermano tiene o está haciendo. En vez de tener envidia debemos orar que Dios les da aún más éxito para la gloria de Dios y debemos aprender de su ejemplo...
"Oh, almas adúlteras" Estas son palabras muy fuertes que Santiago usa. No está hablando de la infidelidad física, hermanos, sino de la infidelidad espiritual. En efecto Santiago nos dice, "Ustedes que tratan de asesinar el carácter de otro hermano; Ustedes que están motivados por la envidia"... Según el remitente, muchas de las "técnicas" que llevan a cabo los "laboratorios de guerra psicológica" y "tanques pensantes", tienen sus antecedentes directos en la Biblia. Bueno, es su punto de vista. Tampoco hay que olvidar que el Sr. G. W Bush decía que hablaba con Dios...

Otro comunicante nos remitió a una forma diferente de empleo del término "asesinato del carácter". En este caso, se refiere a un estudio llevado a cabo en los Estados Unidos, hace un par de años, en el que se manifestaba el "asesinato del carácter" de los jóvenes, sometidos a escenas de "contenido sexual" en las pantallas norteamericanas. Según dicho estudio: "Un reciente informe elaborado por profesores de comunicación de la Universidad de Arizona, señala que las escenas de contenido sexual son cada vez más frecuentes en las programaciones de las cadenas de televisión estadounidenses, en las que casi se ha duplicado su presencia en los últimos siete años. El estudio se basa en un análisis de 1.154 programas y fue realizado por encargo de la Kaiser Family Foundation, de California" (4). Asegura el remitente del correo-e, que en el fondo hay una "confluencia" de los diversos métodos y técnicas que se llevan a cabo "a nivel global", para desorientar a la ciudadanía, entre las que se encontrarían los "productos audiovisuales" y las drogas...

Son válidos los argumentos y puntos de vista de estos y otros amigos que tuvieron la gentileza de escribirnos o llamarnos para intercambiar ideas y criterios. Sin embargo, debo aclarar que cuando en nuestro artículo nos referimos al "asesinato del carácter", lo hicimos pensando en la muy común técnica -aplicada hoy también a escala mundial- que se utiliza por los grandes grupos de poder, para la justificación de las mayores barbaridades contra pueblos enteros y la especie humana en general; aunque no voy a negar que hay una fuerte dosis de envidia y de egoísmo en la actitud de esos poderes.

Lo peligroso de ese "asesinato del carácter" es la tendencia contemporánea, como adelanté en el artículo sobre Stalin (5) al tratar de "asesinar el carácter" de las fuerzas que luchan contra la globalización neoliberal; por una democracia participativa real y por otro mundo posible. Una de sus manifestaciones más recientes: tratar de equiparar el comunismo con el fascismo; hacía allí se dirigen los actuales escritos y acciones de los tanques pensantes y de los laboratorios de guerra psicológica.

Pero si algo le faltaba a usted por leer, lea -y vaya sacando sus propias conclusiones- lo que escribe en una Agencia de Prensa Rusa, el "comentarista" Nikolái Tróitski: "Libros sobre Stalin se agotan nada más aparecer en los mostradores. Uno de los mayores editoriales lanzó una tirada adicional de su biografía. De los tres tiranos más feroces del siglo pasado, Lenin, Hitler y Stalin, sólo el último atrajo la atención de las generaciones subsiguientes. Hasta hoy día puede competir con los políticos en ejercicio y ganar votos virtuales. El "Guía de los Pueblos" no tuvo su propia ideología, no quería cambiar la humanidad ni crear un mundo nuevo. Lo único que buscaba fur reforzar su poder personal, como hacían decenarios de tiranos y déspotas a lo largo de la Historia universal. Y prosperó. Sus esfuerzos no fueron vanos. La propaganda oficial imbuyó a la mayor parte de los soviéticos de la idea de que fue un dirigente infalible y genial. Y que lo único que ansiaba fue el bienestar de su pueblo y la seguridad de la nación. Por algo cierta parte de la población lo glorifica hasta hoy" (6)...

Que en la propia Rusia, cuna de los zares y de sus gobiernos despóticos; lugar donde los mujiks morían explotados por cientos de miles, catalogar a Lenin entre los tres tiranos más feroces de la historia, pero además elevarlo a escala universal -en el mismo siglo donde existieron Mussolini (Italia); Franco (España); Pinochet (Chile); Somoza (Nicaragua); Trujillo (Republica Dominicana) y Batista (Cuba), por sólo mencionar a algunos-, es, además de una muestra de un total desconocimiento de la historia del ilustre "comentarista", algo más que una canallada, y no da lugar a dudas de lo que se está buscando con el "asesinato del carácter" tanto de él como del ejemplo de los que como él han luchado y luchan en el mundo actual.