Rubens Ascanio Gómez * / Artículos de opinión.- No tuve la suerte esta mañana de acompañar a los muchos cientos de vecinos y vecinas de Santa Cruz de Tenerife en su movilización contra la precipitada aprobación del Plan General, para mi fue una pena. Reconozco sin embargo que a pesar del trabajo no dejé de hacer zapping entre diferentes emisoras de radio para seguir minuto a minuto lo que sucedía por fuera del Ayuntamiento.
Me parece que de un tiempo a esta parte nos estamos acostumbrando a que la gente salga a la calle a protestar, casi lo asumimos con normalidad sin embargo nuestra historia nos demuestra que por desgracia nuestro pueblo en muchas ocasiones ha huido de la participación política en la sociedad al igual que un gato huye del agua. En los últimos años, trabajosamente, desde la base, se ha ido articulando un incipiente movimiento ciudadano que poco a poco se dota de cada vez mejor gente y con mayor capacidad. La movilización del martes es el fruto que se puede recoger tras siglos de colonialismo y represión de las divergencias en nuestra sociedad insular, un fruto que aunque nos pueda parecer escaso poco a poco crece.
Me resulta emocionante que en un día laborable, con una potente campaña mediática a favor del documento que se pretendía aprobar, con un fuerte dispositivo policial e incluso con una contracampaña abierta a través de grupos vecinales cercanos al poder, varios cientos de vecinos y vecinas sean capaces de salir de sus casas y barrios para ponerse delante de un Ayuntamiento y plantar cara a un proyecto que saben que no les beneficia.
Siempre es así, el mismo discurso año tras año, década tras década si estás contra ellos eres un “mal chicharrero”, un enemigo de Santa Cruz, como se han hartado de pegar y repartir en panfletos por toda la ciudad.
A pesar de ello, a pesar de todos ellos hoy el pueblo que quiere ser escuchado, que quiere decidir su futuro en base a sus intereses, los de la mayoría y no los de unos pocos fue marea a las puertas del consistorio.
Hemos tenido suerte, la soberana incompetencia demostrada una vez más por los técnicos y dirigentes municipales nos ha permitido que la decisión final sobre el PGO se traslade hasta el día 4 de enero. La verdad que será bonito empezar el año parando un gran proyecto especulativo, que es lo que se esconde tras el PGO, pero pase lo que pase ese día, estar casi inaugurando el 2010 acompañado de muchos cientos o miles de ciudadanos conscientes creo que puede ser un buen augurio de esperanza para los que creemos como Benedetti que “lento pero viene, el futuro se acerca despacio, pero viene”... y mira por donde esta mañana estaba tronando a las puertas del Ayuntamiento.
* Rubens Ascanio Gómez
Miembro de Alternativa Sí se Puede por Tenerife
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