Pedro González Cánovas * / Artículo de opinión.- No hay atajos en el camino de la construcción nacional y social. La capacidad de improvisación sólo nos servirá para esquivar los obstáculos puestos por quienes se empeñan en no caminar, o hacerlo en dirección contraria; después está la improvisación de quién no sabe hacia qué tipo de sociedad quiere caminar o no conoce en qué punto se encuentra, ni ve un paso más allá de su nariz.
Hay tres tipos de personas: Las que hacen que las cosas sucedan; las que miran las cosas suceder; y las que se preguntan qué fue lo que pasó. La clase trabajadora canaria tiene que asumir el protagonismo que le pertenece, en este pedacito de historia que nos corresponde vivir. Sientan, desde ahora, que no pueden responderle a sus nietos con mentiras, o reconociendo que “aún se preguntan qué pasó”. Tenemos una gran responsabilidad, la responsabilidad de la clase social mayoritaria para caminar hacia un futuro que nos afectará a nosotros y a nuestros sucesores. Y no es el momento de mirar hacia otro lado, si no de caminar juntos hacia el mundo mejor que todas las personas merecemos y deseamos, por qué dejar que se sigan cebando unos pocos, a costa de la mayoría, pasará factura mañana y eso no podemos permitírnoslo desde ahora.
Se deshacen las antiguas escusas: Ya nadie cree en la diferencia de aquella “clase media” que inventó el capitalismo para hacer de articulación entre la burguesía y los trabajadores, para amortiguar una cruda diferencia social, ya no sirve salirse mostrándose ajeno a las embestidas de la patronal, estamos todos en el mismo barco; las paradas se muestran como personas observadoras y pendientes de la reacción de las organizaciones de trabajadores, de los sindicatos que no son colaboradores del sistema capitalista, los que nunca firmarán una nueva propuesta de reforma laboral de patronal-gobierno neoliberal; los jóvenes esperan ver una luz al final del túnel, distinta a la que les aboca a buscar dinero negro o emigrar, la que produce tanto fracaso escolar; los aún no nacidos, alimentan sus esperanzas en las acciones de padres y madres que deben trabajar y preparar un mundo más justo, donde puedan desarrollarse en condiciones de igualdad y sin complejos, donde puedan identificarse como ciudadanos del mundo de nacionalidad canaria, a boca llena, sin que ello signifique verse amenazados por la España colonial, ni ninguna otra nación extranjera, si no con el orgullo de sentir que su país es una nación libre y soberana, y en su tierra la sociedad da ejemplo al mundo de coherencia gobernativa, con formas participativas, de igualdad social, donde un abanico de posibilidades prometan un futuro digno dentro de la más amplia legalidad.
Hoy es cuando se forja la Canarias Libre de mañana y el marco social que merecemos la clase trabajadora. Es ahora cuando se construye el futuro que heredarán otros canarios y canarias. Construyamos igualdad social y dignidad nacional, sin miedos a ser juzgados en tiempos venideros, llenándonos de la absoluta seguridad de que damos todo lo que está en nuestra mano y más.
Archipiélago Canario, a 1 de diciembre de 2009.
* Pedro González Cánovas es miembro de Alternativa Nacionalista Canaria
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