Elecciones sindicales / STAP-Canarias.- El deseo expreso de la concejala es eliminar del Ayuntamiento a este sindicato. Que para la señora Mercedes Vera, el sindicato STAP en el Ayuntamiento de Icod de los Vinos, no es un sindicato amigo es ya más que evidente desde hace mucho tiempo, al sacarle los colores en cada torpeza que comete, pero ante todo debe de ser demócrata y aceptar las normas y la ley vigente.
Lo último, o mejor dicho lo penúltimo ya que con esta señora y sus asesores siempre nos sorprenden, pues cuando creemos que ya han tocado fondo en cada cosa que hacen siempre inventan algo que supera lo anterior.
Se trata de las elecciones sindicales para funcionarios que se celebrarán este viernes de octubre. Toda la maquinaria bajo el mando de la señora Vera, y cuyo centro de control está en la sección de personal y con el beneplácito de la secretaria general del Ayuntamiento, que de forma inexplicable se quita de encima el tener que cumplir con sus obligaciones al tocarle ser la secretaria de la mesa electoral.
Desde el comienzo del proceso no se ha hecho más que poner trabas a este sindicato para el desarrollo de las elecciones por los cauces que establece la ley.
Mientras, por otro lado, nos encontramos como a los otros sindicatos que se presentan en las elecciones todo son facilidades, tantas, como las que ellos les han puesto para la elaboración de la interesada nueva RPT que costo 18.000 €. Permitiéndoles pasear por las instalaciones del Ayuntamiento en horas laborales, haciendo propaganda electoral, acompañados en algunos momentos y ocasiones de una sonrisa cómplice de la concejala.
Pero lo verdaderamente esperpéntico llega en la mañana del pasado día 14 octubre, (campaña electoral) cuando miembros de este sindicato se dirigen al secretario de la mesa electoral y le solicitan que le haga entrega de un número determinado de votos para repartir entre sus afiliados y simpatizantes. En ese instante el secretario les explica que él no tiene nada de eso que lo lleva una persona de la sección de personal que no tiene nada que ver con la Mesa Electoral, y que la misma tras dirigirse a ella para tal fin le había negado la entrega de votos. A partir de ese instante se producen una serie de reuniones y conversaciones para intentar llegar a una solución, incluso algunas con la secretaria general del Ayuntamiento, Raquel Oliva, quien se quito de en medio, alegando algo tan sencillo como pírrico, si no les dan los votos, ¿qué quieren que haga yo?, para terminar diciendo que ella desconoce el proceso a seguir”.
Posteriormente a todo esto se produce un extraño conclave donde se discute el asunto entre la concejal Mercedes Vera, la secretaria del Ayuntamiento, la persona de la sección de personal que se negó a entregar los votos desde el inicio y alguna destacada miembro de otro sindicato que concurre a las elecciones. Esta reunión se produce en las oficinas de la sección de personal a puerta cerrada, quedando por fuera de la misma esperando acontecimientos el secretario de la mesa electoral, el cual fue finalmente invitado a entrar para informarle de la decisión final adoptada, que coincidía con la inicial, es decir negar la entrega de los votos solicitados.
Con esta decisión finalmente adoptada queda imposible el ejercer el voto por correo como establece la ley, salvo que la papeleta que venga en el sobre sea de tiempos anteriores, quizás de aquellos tiempos del caudillo que ya les gustaría a ciertos políticos que se presumen de democráticos.
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