David Delgado * / Artículo de opinión.- Muchos enfermos estadounidenses que no tienen acceso en su país a los tratamientos médicos que necesitan, ven en Cuba una alternativa esperanzadora para recibir lo que en su nación les niegan: el derecho a la vida.
Miles de personas mueren anualmente en el país más rico del mundo, por no tener recursos económicos que les permitan costearse los gastos necesarios que cubran las operaciones o tratamientos indispensables para vivir.
Esta situación se complica aún más cuando los medicamentos que se requieren son de procedencia cubana. En este caso el afectado se topa con que el producto que necesita no se encuentra a su disposición.
A causa del bloqueo económico, financiero y comercial, impuesto y vigente desde entonces por EEUU a Cuba el 7 de febrero de 1962 , medicamentos cubanos de probada eficacia que podrían salvar vidas de ciudadanos residentes en el país vecino, no están al alcance de los enfermos.
El subdirector de Investigación del Instituto de Oncología y Radiobiología cubano, Lázaro Anasagasti, señala que estos enfermos suelen llegar a Cuba a través de terceros países para tener una segunda opinión médica o someterse a tratamientos imposibles en su país.
Productos como un medicamento contra el cáncer de piel que, en pacientes que no tienen otras opciones terapéuticas, logra hasta un 50% de curaciones totales y, otro gestado con anticuerpos que provoca una “mejoría tremenda” en la calidad de vida de pacientes con cáncer de pulmón, se encuentran entre los fármacos prohibidos en EEUU.
En cambio, afirma Lázaro Anasagasti, sí que se están utilizando en Europa y otros países.
Los profesionales cubanos se niegan a aportar datos específicos de cuántas personas que residen en EEUU son tratadas en Cuba, porque dentro de las restricciones del Estado imperialista está la prohibición del gobierno a sus ciudadanos, como norma general, de viajar a Cuba, pudiendo ser sancionados si no lo hacen con un permiso especial.
El bloqueo está obstruyendo el intercambio entre expertos de ambos países y provocando un sobrecosto de los equipos y medicamentos, además de una tardanza en su llegada a Cuba porque en ocasiones al gobierno no le queda otra que comprar en el mercado de otros países lejanos, con fletes más caros y encima a través de intermediarios.
Las leyes estadounidenses permiten a Cuba adquirir en este país equipos médicos, siempre y cuando soliciten una licencia especial y ésta sea concedida. Al respecto los expertos cubanos aseguran que resulta más rápido y efectivo conseguir estos productos en otros países a pesar de la demora, porque los procedimientos administrativos con la administración estadounidense son demasiado enredados.
En un ámbito como la salud, el retraso en la actuación médica cuesta vidas, por lo que un gobierno como el cubano no escatima en esfuerzos.
Contradictoriamente, el bloqueo ha forzado e impulsado el desarrollo de la medicina y la biotecnología cubanas, por la necesidad imperiosa de las autoridades de la nación de ofrecer soluciones al pueblo mediante la autosuficiencia. Buena prueba de ello es la creación de un método 100% cubano para diagnosticar el Sida.
No nos cansaremos de exigir el cese del bloqueo criminal que castiga la economía cubana y que tantas vidas humanas ha costado.
Las estimaciones cubanas apuntan a un daño económico superior a los 96.000 millones de dólares, o 236.000 millones calculados en los precios de la divisa estadounidense, el ocasionado por las restricciones comerciales y financieras.
Es importante destacar que en la Asamblea General de la ONU del 28 de octubre de 2009, 187 países de 192 que integran la ONU, mostraron su apoyo al fin del bloqueo y la calificación de criminal, ilegal e inmoral del mismo. EEUU e Israel, como han hecho históricamente, se posicionaron en el otro bando.
El pacifista Obama, recientemente garladonado con el Premio Nobel de la Paz, mantiene el rechazo como sus antecesores al clamor internacional que aboga por el fin del bloqueo.
Con fenómenos como la llegada de estadounidenses a Cuba por vías tan complejas como la transición por terceros países, se demuestra una vez más que el bloqueo no sólo cuesta vidas cubanas, sino de los propios EEUU.
Mención aparte merece el silencio de los medios propagandísticos controlados por la burguesía. Si fuese al revés, cubanos emigrando a EEUU, ya veríamos la noticia en todas las portadas.
Es admirable lo que ha logrado Cuba en un contexto tan adverso, situándose en la vanguardia internacional en biotecnología y, garantizando al pueblo trabajador una sanidad pública de gran calidad.
(*) David Delgado es miembro del Comité Central del Partido Revolucionario de los Comunistas de Canarias (PRCC)
Contradictoriamente, el bloqueo ha forzado e impulsado el desarrollo de la medicina y la biotecnología cubanas, por la necesidad imperiosa de las autoridades de la nación de ofrecer soluciones al pueblo mediante la autosuficiencia. Buena prueba de ello es la creación de un método 100% cubano para diagnosticar el Sida..
Publicado por: buy viagra | 21/01/2010 en 08:31 p.m.