Insurgencia popular / El Quinto Infierno.- La militarización del conflicto y duros ataques del presidente Alan García contra una vasta protesta indígena amazónica, que incluye aprestos de insurgencia, cerró hoy la tensa semana noticiosa peruana.
En un discurso público, el jefe de Estado acusó a los nativos organizados en la Asociación Interétnica de la Amazonía Peruana (Aidesep), de pretender apropiarse de un territorio, el selvático, que pertenece al país entero.
Interpretó así la demanda de los amazónicos, de que se anulen una ley y nueve decretos que facilitan las inversiones privadas en la selva, lo que, según los originarios, equivale a entregar las riquezas nacionales y destruir el hábitat que tienen desde tiempos inmemoriales.
García sostuvo que esas tierras “son de toda la nación, son de todos los peruanos y no de un pequeño grupo de que viva allí” y “están equivocados” quienes creen que pueden apropiarse de ellas.
Según el mandatario peruano, cuando, como en este caso, hay de por medio petróleo, gas, madera, pesca y otros recursos, estos no pertenecen a un grupo, pues “son de todos los peruanos”, aunque los críticos del gobierno apuntan que las riquezas del país son explotadas por empresas extranjeras.
Cuestionó el anuncio hecho ayer por el presidente de Aidesep, Alberto Pizango, de que más de 60 etnias se preparan a la insurgencia, lo que significa que sólo aplicarán sus leyes ancestrales en sus territorios y no permitirán el ingreso de extraños.
Tras sostener que el conocido lider indígena es sólo “un dirigente ideologizado de algunas comunidades de la selva”, alegó que el gobierno nace de la democracia, en la cual los peruanos se expresan cada cinco años al elegir un gobierno, que dispone de los recursos nacionales
García acusó además al movimiento indígena amazónico de intentar independizar de Perú a la Amazonía, en el supuesto que eso pretenden al anunciar que no permitirán que nadie entre a sus territorios.
Pizango dijo también, ante preguntas de la prensa, que, por mandato de las comunidades selváticas, no reconoce a García como presidente, por haber violado la Constitución al legislar sobre la selva sin consultar a los indígenas.
Antes del discurso, el mandatario firmó un decreto que encargó a las fuerzas armadas que apoyen a la policía frente a las protestas amazónicas, que desde el 9 de abril se expresan en bloqueos de carreteras y ríos, marchas yo tomas de instalaciones petroleras y otros locales.
La medida regirá hasta el 14 de junio en siete municipios, en los cuales las manifestaciones de descontento son más intensas y no cesan pese a que el gobierno los puso hace una semana bajo estado de emergencia, lo que implica severas medidas de orden público.
El decreto encarga a los militares la misión de garantizar el funcionamiento de los servicios públicos esenciales y resguardar los puntos críticos vitales para el normal desarrollo de las actividades.
De otro lado, la carretera que comunica a la nor selvática ciudad de Tarapoto con la costa, volvió a ser bloqueada hoy, apenas unas horas después de que el primer ministro, Yehude Simon, anunciara haber llegado a un acuerdo con etnias de la zona para que cesen los cierres viales iniciados hace 10 días.
Entretanto, se multiplican los llamados a la cordura y a la atención de las demandas indígenas, a fin de evitar que la crisis tenga consecuencias luctuosas.
En el Congreso, las bancadas políticas, con excepción del Partido Nacionalista (PNP), principal de oposición, acusaron a Aidesep de “sedición”, por invocar el derecho a la insurgencia popular, consagrado por la Constitución, contra quienes violen la Carta Magna.
La bancada nacionalista se desplazó a los puntos más críticos del conflicto amazónico y su vocero, Fredy Otárola, dijo que el PNP no apoya la insurgencia, pero sí la lucha indígena y demandó que el pleno del Congreso se reúna de emergencia para solucionar el conflicto.
En agosto de 2008, una protesta similar obligó al Congreso a anular dos de los 11 de decretos impugnados por los nativos.
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