Teodoro Santana * / Artículos de opinión.- Al igual que aún nos dicen que el trabajador debe estar agradecido al capitalista porque “le da trabajo”, ya bajo el fascismo nos decían que debíamos estar agradecidos a España porque nos trajo la lengua y la religión. Siguiendo esa misma línea imperial, el inefable alcalde de Las Palmas, Jerónimo Saavedra (PSOE) afirmaba recientemente que debemos estar agradecidos a Europa por “todo lo que hemos recibido de Europa, porque Canarias en particular ha dado poquísimo a Europa, desde el punto de vista económico, y ha recibido muchísimos fondos”, según él “con el reconocimiento de las regiones ultraperiféricas marítimas que tienen un tratamiento singular en toda su normativa y acceso a fondos”.
Por si fuera poco, añadió que “hay que ser bien agradecidos a la UE porque encima Canarias como tal no aporta ni un euro. Cada estado miembro aporta de lo que recauda y el reino de España aporta por Canarias pero no le descuenta nada”. Es decir, que los impuestos que aportan las canarias y los canarios a las arcas españolas y europeas no significan nada para el señor Saavedra, ni contribuyen a los fondos de ayudas comunitarias.
El señor Saavedra miente descaradamente. Miente en lo menor, porque lo que hace Europa con la fórmula de las Regiones Ultraperiféricas (RUP) es reconocer que estos territorios no somos europeos pero, a la vez, evitar llamarnos por lo que somos: colonias. La calificación de RUP supone que la Unión Europea podría destinar alguna ayuda extra para Canarias aunque supere el 75% de la media del PIB por habitante comunitario, pero hasta ahora no ha supuesto aún ni un sólo euro para Canarias.
Pero, sobre todo, Saavedra miente cuando repite el podrido mito colonialista de que Canarias recibe más de lo que aporta. Las grandes corporaciones capitalistas españolas y europeas sacan de nuestro país ingentes beneficios, desde los bancos hasta los touroperadores, pasando por las multinacionales de distribución de alimentos, Telefónica o Endesa. Beneficios que multiplican en miles de veces las migajas que la UE ha concedido en fondos Feder y otros a Canarias.
Pero, además, las grandes multinacionales imperialistas europeas han obtenido pingües plusvalías arrasando el tejido productivo canario para imponer sus intereses económicos. La “europeidad” nos ha supuesto, por ejemplo, perder toda la industria pesquera en beneficio de los intereses españoles. Se ha barrido de Canarias toda la industria agroalimentaria. Las exportaciones agrícolas a Europa, siempre en pequeños cupos, han caído en picado en beneficio del tomate marroquí y el cultivado con ingentes ayudas públicas en el propio territorio europeo, mientras las exportaciones de plátanos están a punto de desaparecer. La UE nos ha impuesto la práctica desaparición de nuestra ganadería y la eliminación de la producción láctea, con el objetivo de endosarnos los excedentes europeos.
Sector por sector, el resultado es el mismo: las grandes corporaciones europeas sacan miles de millones de Canarias a cambio de prácticamente nada. Mantener a nuestro país como una colonia sin capacidad de decidir sus propios asuntos, les permite hacer y deshacer sin cortapisas, ordeñando nuestro país hasta dejarlo exhausto. Esa es la realidad a la que el señor Saavedra dice que tenemos que estar agradecidos. Y encima nos intentan hacer creer que les dejamos pérdidas, que no nos permiten ser un país independiente “por nuestro bien”. Ya se sabe: nos traen la “democracia” y la calderilla.
Comprendemos que él sí esté agradecido. Su papel de lacayo del colonialismo le ha permitido una vida regalada. Y participar en millonarios enjuagues como la privatización de Guaguas Municipales. Pero no todos los canarios somos siervos adocenados ni lameculos del imperialismo europeo. En vez del “gracias bwana”, en vez de tanto autodesprecio por sus propios compatriotas, un poco de dignidad, señor Saavedra.
(*) Teodoro Santana es miembro del Comité Central del Partido Revolucionario de los Comunistas de Canarias (PRCC)
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