Teodoro Santana * / Artículos de opinión.- Por primera vez en décadas, este Primero de Mayo va a ser unitario en Canarias. Ha costado trabajo, pero la situación lo requiere: una recesión capitalista desbocada que golpea despiadadamente a las trabajadoras y los trabajadores. Y lo hace de manera especial en una economía colonial, dependiente y desprotegida como la canaria. No es de recibo que esta vez se repitan escenas de división y debilidad, que solo dan alas a los beneficiarios del sistema.
El Primero de mayo es una jornada de lucha de toda la clase asalariada, y no sólo de los sindicatos. Las cúpulas sindicales (y cuanto más burocratizadas, peor) tienden a proteger su “mercado”, aislando a sus propios afiliados de la confraternización con la competencia. Es más “conveniente” montar algún festejo que hacer que “sus” afiliados se encuentren en la calle con los de otras centrales, y unos y otros comprueben que tienen los mismos problemas y reivindican lo mismo. Que, en definitiva, pertenecen a una misma y única clase obrera canaria.
Los comunistas, en cambio, creemos que es necesaria esa confraternización (y esa “competencia”) porque, como todo el mundo puede entender, es la unión lo que nos da fuerza a los trabajadores y la división lo que nos debilita. Al igual que criticamos sin contemplaciones, no nos duelen prendas en felicitar sin ambigüedades el esfuerzo y la responsabilidad de esas direcciones sindicales que han hecho posible este próximo Primero de Mayo unitario.
¿Quiere esto decir que no tenemos en cuenta las diferentes posturas y estrategias de cada sindicato? En absoluto. Lo que hemos estado diciendo es que, desde los propios planteamientos de cada uno, había que hacer un esfuerzo por conseguir una respuesta unitaria de los trabajadores en el Primero de Mayo.
A algunos parece que habría que explicarles que eso no significa sumisión de unas centrales a otras, ni integración orgánica. Claro que todo el mundo puede ver que se trata sólo de argumentos a la desesperada de quienes prefieren seguir viendo dividida a la clase obrera canaria porque anteponen sus propios intereses sectarios a los del conjunto de los trabajadores.
Los que se excusan en una supuesta “pureza” para desmarcarse de este Primero de Mayo unitario, no están en condiciones de presumir de posiciones ni más de izquierda ni más “nacionalistas”. Pero, aunque lo estuvieran, ¿a dónde lleva esa política de aislamiento, de no “contaminarse” con otros sindicatos “pecadores”?
Los comunistas, en cambio, somos partidarios de contaminarnos, de mancharnos con la inmensa mayoría de los trabajadores. No tenemos miedo a “perder clientela” ni a diluirnos. Ni pretendemos refugiarnos en la seguridad de nuestra “parroquia” y de nuestros “fieles”. Bien al contrario, nos sentimos como pez en el agua en el “barullo” y la diversidad, en la lucha y el contraste de ideas.
Así que vamos a ir a este Primero de Mayo remangados, dispuestos a contaminarnos. Y decididos a contaminar haciendo ver la necesidad de sobrepasar este sistema que se hunde y nos hunde. Y, en el proceso, decididos a garantizar la supervivencia de los desposeídos: prórroga indefinida de las prestaciones por desempleo, moratoria de las hipotecas y alquileres, renta básica de supervivencia, nacionalización de la banca.
Sí, estamos resueltos a contaminarnos. Y a pelear porque se haga cada vez más evidente entre nuestra clase, la de las trabajadoras y trabajadores asalariados, la necesidad de la Independencia y el Socialismo.
(*) Teodoro Santana es miembro del Comité Central del Partido Revolucionario de los Comunistas de Canarias (PRCC)
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