Cosas de Icod / Me Apunto (Iván Lemos).- El día 4 de marzo me dirigí al Ayuntamiento con la finalidad “ de pedir cita para poder hablar” con Francisco Rivero. Una amable señorita que allí estaba me comunicó que ahora el concejal había cambiado la ubicación de su despacho y que me tenía que dirigir a esta nueva ubicación; una planta más abajo dentro del mismo Ayuntamiento.
Bajé y ahora en la sala de espera había otra chica que, también de una manera muy amable, me dijo que no me podía atender en ese momento y yo a su vez le comenté que sólo había ido a coger hora [todo para hablar un tema que se dilata en el tiempo desde junio de 2008].
Miró su agenda me dijo que si me venía bien el día 17 de marzo a las 12.30 y yo acepté.
Ayer, que fue el día indicado por ella, me dirijo a las Casas Consistoriales, por no repetir Ayuntamiento, y a eso de las doce del mediodía –media hora antes de lo acordado- me siento en una de las sillas de la citada sala de espera. Allí había una pareja también esperando.
Al rato salió la misma chica que me había citado para ayer y, tras saludar, preguntó:
-¿Tienen cita?
Ellos respondieron que no, pero yo respondí que sí.
-¿Y a qué hora tenías?
- A las doce y media.
- Pues Francis no te va a poder atender porque de improviso tuvo que salir a una reunión de la Mesa de Contratación.
- ¿Y entonces para qué cuando pido cita me piden el teléfono?
- Lo siento de verdad, pero es que fue todo de repente.
Volvemos a la incompetencia. Ya hace unos días publiqué la falta de consideración que tiene este grupo de [des]gobierno (guiño) con el tema de cómo pasan del ciudadano-usuario de las instalaciones. A ver, que les dio igual a quién podía afectar ni de qué forma todo. Mostrando de nuevo el cargo, el poder, el yo aquí hago lo que yo crea conveniente sin tener que dar explicaciones que para algo me eligieron y si acaso, me porto bien sólo cada cuatro años.
Me marché muy enfadado y pensando que ¡qué necesidad tenía esta chica de estar aguantando esto! Ella tuvo que notar el mosqueo porque cuando me iba me dijo: Tranquilo Iván que todo se arregla. Fue cuando sin siquiera girarme pensé: desde junio del 2008 y todavía éstos se creen que lo estan haciendo bien
Mi número de teléfono lo tienen, lo han tenido y lo tendrán. Mi disposición a hablar también, pues bien, aún conociendo el concejal que el error fue de él, ni una llamada para aplazar la cita. Ahora resulta que es el ciudadano, sin importar si tiene que perder horas de trabajo, pedir días en su trabajo (ellos pensarán “¡ay que tontería si todo el mundo está en el paro, no hay trabajo, que trabajo vas a perder!”) eso a ellos les da igual; ahora tendré que perder unas horas, ir al Ayuntamiento, coger cita y con suerte me atenderá a principios de mayo si es que me puede atender.
Seguro, espero, que hay Ayuntamientos donde se trabaje peor, donde la incompetencia sea mayor, porque como encima esto también nos toque a nosotros que Dios nos coja confesados.
Iván Lemos
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