José Luis Valdés / Artículos de opinión.- Amigo Wladimiro, nos conocemos desde hace bastantes años, desde que militabas en el PCC y nos enfrentábamos contra el Cabildo ante la decisión arbitraria del traslado del vertedero de Santa Cruz a Montaña del Aire.
Desde aquella época ha transcurrido mucho tiempo, tú cambiaste y llevas ya en el Cabildo defendiendo sus planteamientos bastante tiempo, yo continúo en el mismo lugar de siempre, luchando por las causas "perdidas" como dirían algunos.
En tu artículo en El Guanche, del pasado domingo, 22-03-2009, propones un debate sobre el futuro de Granadilla y haces un análisis histórico de cómo se vivía en Granadilla hace cincuenta años. No solo se vivía así en Granadilla sino también en toda Canarias, en cuevas y chabolas y bajo el umbral de la pobreza, el motivo era fruto de la situación de esclavitud producida por el régimen franquista, no sólo en todo el Estado Español, pero más acentuada en nuestra tierra por la dependencia colonial que tenemos los canarios y canarias.
Tratas también sobre propuestas y alternativas, creo que más de una vez "los del no a todo" hemos dejado claro nuestros puntos de vista sobre las alternativas al actual modelo de desarrollo destructivo que hasta la fecha se a llevado a cabo en nuestras islas. Como por ejemplo, siempre hemos tenido en cuenta la necesidad de potenciar lo que ya tenemos, como puede ser, el Puerto de Santa Cruz, entre otros. Estamos en contra que se continúe destruyendo nuestra tierra más de lo que ya lo han echo los amantes del cemento. ¿Qué mejor propuesta que la conservación del territorio? Esto lo engloba todo. Sobre este principio básico se podría comenzar a debatir entre la ciudadanía canaria y los políticos, si los políticos de verdad sienten la necesidad de escuchar a los ciudadanos, cosa que no creo, y a los hechos me remito.
Está más que demostrado que un puerto como el que se pretende hacer en Granadilla no superaría los cincuenta o sesenta operarios, tanto en la construcción como en su mantenimiento. No es verdad, como dicen algunos políticos, que sean miles de puestos de trabajo los que se podría general esto es mentira, y ellos lo saben bien. Intentan vender con humo a toda costa el Puerto en Granadilla, como si los ciudadano de a pie fuéramos tontos.
El futuro para los vecinos de Granadilla no está en ese puerto sino en potenciar sus propios recursos. Tú mismo dices que Granadilla ha crecido de 6.000 a 40.000 habitantes sin el puerto, ¿por qué es necesario el puerto ahora?, ¿no será que ciertos intereses torticeros andan detrás de su construcción y para ello intentan justificar lo injustificable?
Nosotros, los que estamos contra el puerto de Granadilla, no estamos en contra de todo, como algunos políticos tratan de techarnos. Estamos contra el Puerto por los daños que éste haría, no solo a nuestra fauna marina y a nuestro medio natural, sino también a la propia industria turística, que es precisamente de la que depende hoy día la mayor parte de esos cuarenta mil habitantes de Granadilla.
Da la casualidad que los que han gobernado toda la vida utilizando la política en beneficio de sus propios intereses y el de sus allegados, los cuales han permitido durante decenios el descalabro de la industria agrícola, pesquera y artesanal, los mismos que han dado todo tipo de facilidades a la importación de productos foráneos en contra de los productos autóctonos de nuestra tierra, los que han permitido la implantación a mansalva de las multinacionales de la alimentación y el comercio, arruinando al pequeño y mediano comerciante canario de la ciudad y el campo, los que han destruido y destruyen día a día los mejores terrenos agrícolas para crear construcciones innecesarias, pero que para ellos es la forma más rentable de llenar sus bolsillos a corto plazo, ahora nos vienen con la demagogia del cuento de la lechera, crear puestos de trabajo, aún sabiendo que por el camino que ellos nos han marcado, en corto tiempo un puerto en Granadilla podría dañar seriamente al sector turístico de la zona.
Vamos, que ya es hora de que dejen de vendernos maravillas al pueblo ya que, en la práctica, ya no engañan a nadie y no tiene ningún sentido que continúen con la matraca.
Ya esta bien, ya es hora de que los especuladores que compraron los terrenos a un duro, con idea de forrarse y venderles a cien, no salgan con la suya, el interés colectivo está antes que el interés individual, espero que así sea.
La solución es una Canarias libre y sostenible, respetando a la vida, a nuestro entorno y al medio ambiente.
¡Independencia y Socialismo!
José Luis Valdés
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