Samir Delgado * / Artículos de opinión.- Tras el II Encuentro de Jóvenes Escritores y Escritoras de Canarias 2009.
“Agoñe yacoron
yñatzahaña chacoñamet”
Tal vez estas hayan sido las primeras palabras en guanche pronunciadas dentro de la institución cabildicia tras más de cinco siglos de silencio impuesto. No podía empezar de otra manera ante el apabullante cromatismo del mural de José Aguiar que envuelve de escenas históricas el conjunto decorativo del salón noble del Cabildo.
Por ello me siento orgulloso y expreso mi más honesto respeto a la tradición de nuestro país, la riqueza literaria de nuestras letras que va de los esdrújulos de Cairasco de Figueroa hasta los silbos surrealistas de Pedro García Cabrera. Como el antiguo juramento de los menceyes, recogido por los cronistas de la época, espero que los jóvenes escritores de Canarias asuman el legado y no olviden jamás el compromiso con nuestra tierra en sus creaciones poéticas y artísticas.
Y es que el pasado encuentro de literatura celebrado en su segunda edición en la capital santacrucera resultó un verdadero hallazgo. Para mí haber compartido mesa con los invitados allí presentes fue una experiencia de gran enriquecimiento personal y un detonante de admiración para seguirle de cerca los pasos a compañer@s de generación que caminan con paso firme por el panorama actual de la literatura insular tan miniaturizada bajo el rodillo aplastante del mercado editorial español.
Nunca pensé que escucharía los repiques del tajaraste en el reloj del Cabildo desde dentro, confieso que tras muchas manifestaciones ciudadanas acabadas frente a la cueva de Alí Baba jamás imaginé que por unas horas tuviera la oportunidad de entrar allí libremente- el acceso al baño era justo pasando entre los archivos de la policía turística- y con un micrófono a mi disposición ante un público curioso que acudía a la cita en los tres días consecutivos que duró la velada cultural en clara competencia con las fases murgueras del carnaval.
Entre los asistentes tengo que citar obligatoriamente a notables escritores como el compañero Ernesto Delgado Baudet, el profesor Miguél Martinón, Pablo Martín Carvajal y el propio escritor tinerfeño Victor Álamo de la Rosa, que moderó acertadamente la lectura de las poéticas y el último día nos confesaba que no teníamos que callarnos las cosas tras un pequeño lapsus verbal sufrido con la Consejera que no acababa de cerrar la despedida del encuentro en su discurso final.
Al presidente del cabildo lo vi nada más que de refilón mientras recibía a una delegación africana en horarios intempestivos, se ve que lo de la poesía no iba para nada con él. Sí estuvo en la inauguración la responsable de la Dirección General del Libro y la propia Consejera de Educación de la corporación insular haciendo de anfitriona. Los medios de comunicación sacaban fotos a los escritores y escritoras que íbamos llegando por separado al evento tan bien coordinado por la exquisita labor de Elica Ramos.
Ya nunca más podré hablar de literatura canaria sin mencionar en adelante el enorme potencial que atesoraban mis compañer@s de mesa en todo su sentido protocolario y de bar a deshoras nocturnas, ya que los momentos iniciales en las sillas del cabildo fueron sustituidas por los momentos provechosos de unas cervezas en el Blues de Bar, tratando con desenfado la situación de la cultura en las islas, el mundillo editorial y ya se pueden imaginar ustedes.
Subrayen los siguientes nombres porque tarde o temprano les sonará ver sus libros en los escaparates de cualquier librería o en las noticias literarias de toda agenda cultural: Ivan Cabrera Cartaya es uno de los poetas jóvenes con mayor reconocimiento y obras premiadas de gran factura poética; Daniela Martín Hidalgo nació en la isla de Lanzarote y está becada en la mismísima residencia de estudiantes de Madrid como una de las promesas de la poesía joven contemporánea: Javier Mérida es uno de los poetas tinerfeños con mayor gracia creativa y potencial en vivo directo; Talía Luís Casado es la persona ideal con la que perderse en cualquier ciudad, su prosa está alumbrada por una visión personalísima que rezuma la mejor de las inventivas con savia lagunera; David Guijosa que nació en Suecia, políglota y traductor, su obra es sin lugar a dudas una muestra de todo lo original y novedoso que se puede llegar a ser; y finalmente Bruno Mesa, un autor con voz propia en el mundo de la crítica, su producción literaria es un paso obligado y sus referencias quirúrgicas como lector fueron el mejor sello final del encuentro.
Entre el público asistente también tuvieron sus minutos de protagonismo un joven argentino de interrogantes elocuentes y una curiosidad inusitada por la función de la poesía, los males de la endogamia y los registros de la canariedad. El tipo apareció hasta con una grabadora que parecía una gameboy para así tomar testimonio de las opiniones versadas en el debate, al igual que una señora cubana muy aplaudida por sus intervenciones condensadas sobre lo que se decía en el salón noble y las apreciaciones de su experiencia entre la realidad de Cuba y Tenerife, siempre dejando indirectamente en el ambiente una crítica al régimen cubano y la alabanza sobre la democracia que supuestamente tenemos aquí.
No hubo tiempo para mucho más. Me hubiera gustado compartir una mayor atención al proceso creativo de mis compañer@s, haber podido contarle a la cubana que al día siguiente empezaban las obras del puerto de Granadilla y tratar con el pibe argentino sobre el 25 aniversario de la muerte de Cortázar, pero todo acaba al igual que como empieza, se apagaron las luces del salón noble del Cabildo y esta crónica literaria que también llega a su fin con la esperanza de que le toque el turno a nuevos escritores y escritoras de Canarias.
Y que se detenga de una vez, como ocurrió en los momentos previos a la toma de la Bastilla, el tajaraste cibernético que da cuerda al tenebroso reloj del Cabildo.
Samir Delgado
www.samirdelgado.org
15 de Febrero de 2009
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