Teodoro Santana * / Artículos de opinión.- Son cosas que no quieren que sepamos. Pero lo cierto es que colonias europeas a los que la Europa imperial considera Regiones Ultraperiféricas (RUP) viven situaciones prerrevolucionarias frente al permanente saqueo y el destrozo que la crisis económica les está causando. Quienes quieren justificar la permanencia del colonialismo sobre la base de las “ventajas” que la fórmula RUP ofrece, están quedando totalmente desenmascarados.
Guadalupe (en francés Guadeloupe) es un archipiélago de las Antillas con casi medio millón de habitantes. Martinica, también en las Antillas es una isla con cerca de cuatrocientos mil habitantes. Ambas con una economía centrada en la agricultura, el turismo y la industria ligera. A cambio de su mantenimiento como colonias, Francia les ha venido otorgando determinados beneficios fiscales que no han hecho sino debilitar sus economías y hacerlas más vulnerables a la recesión imperialista.
Desde el 20 de enero Guadalupe se halla en Huelga General por el incremento de los salarios, de las pensiones y los beneficios de la seguridad social, y por la reducción de los alquileres, de los precios del agua, de los carburantes y del transporte. La respuesta de la potencia europea ha sido enviar centenares de policías armados hasta los dientes. Desde el 5 de febrero Martinica también se ha puesto en Huelga General por el empleo, contra la política de abandono de las Colonias, por aumentos de salarios y contra la carestía de la vida y el exagerado aumento de los precios. El seguimiento de ambas huelgas es prácticamente total y las manifestaciones en las calles son multitudinarias.
Como ya pasó en la Guyana, en estas RUP se está manifestando un gran descontento y un crecimiento del sentimiento patriótico que se expresa en la búsqueda de llevar adelante el proceso de descolonización, deshaciéndose de la soga que el imperialismo europeo les tiene alrededor del cuello.
Mientras tanto, en Canarias se procura ocultar el fracaso de la fórmula RUP, pretexto de la burguesía intermediaria y dependiente para intentar seguir recibiendo subvenciones a cambio de seguir sometiendo al Archipiélago a las exigencias depredadoras del neoliberalismo europeo. Incapacitada la “autonomía” por las leyes europeas y españolas para poder tomar las medidas políticas y económicas que nuestro país necesita, Canarias se va desangrando irremediablemente en número de parados, precariedad laboral, población bajo el umbral de la pobreza, miseria y corrupción.
Todo ello pone de relieve la cuestión principal en nuestro país, al igual que en Guadalupe y Martinica: la necesidad de la independencia nacional. Porque sólo desde una República Canaria soberana se puede abordar el futuro. El avance general de los pueblos en todos los Continentes, y las luchas de las colonias europeas (RUP) pone a la orden del día la descolonización de Canarias.
(*) Teodoro Santana es militante Partido Revolucionario de los Comunistas de Canarias (PRCC)
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