No soplan vientos a favor del dinero circular y más aún en la particular siembra y zafra en la que los comerciantes icodenses han tenido malas cosechas, debido a inclemencias varias: su general apatía, grandes superficies, falta de aparcamiento público, sin soslayar la segregación de Santiago del Teide de nuestro Partido Judicial y, en especial, por las obras de peatonalización de la calle San Agustín, que pese a los graves defectos de obra y de diseño, imposibilitan el cómodo tránsito de los viandantes y con ello, el mermado y anquilosado comercio ha conocido un notorio descenso en sus ventas.
De este modo, toda persona que se disponga a recorrer la calle derecha se apercibirá que hay muchos negocios que han echado el cierre por quiebra, antes de que la guadaña de la crisis afilara su hoja y otros, han tenido que sucumbir a la misma.
Con crisis o sin ella hay que ir al sustrato del problema y éste radica en que Icod ha dejado de ser un referente comercial; hay pocos establecimientos de calidad en los que el comprador medio tiene dificultades para satisfacer sus necesidades básicas de consumo; muchos empresarios no se han modernizado y cada vez más se pueden ver tiendas que se traspasan y locales vacíos en posición estratégica.
Tan sólo en la calle San Sebastián en breve cerrará Deportes Diana, Yolanda ya no tiene su tienda de lencería fina, la dulcería Obradores Mi Pan lleva meses que se traspasa, también Celera cuenta con un local disponible anexo a su mercería, en los altos de Foto Drago hay un local vacío pendiente de alquilar, al igual que sobre Calzados Amaya, la carnicería de Manuel y Luisa cesó su actividad, similar situación se encuentra el local contiguo donde estuvo ubicado Calzados Dania, además de la relojería de Angelito el Platero y sin olvidarnos del salón donde estuvo la pescadería de Antonio Gutiérrez, el Bar Trébol con sus diferentes propietarios y por último, la efímera Perfumería Gala. Recapitulando, en apenas 200 metros contamos con un cierre inminente, una proposición de traspaso y ocho locales vacíos en la que se suponía zona más cotizada, donde los salones representaban un valor en alza.
Ya, de camino a El Calvario, Icod no se libra de su crucifixión, porque en los bajos de la Óptica Orotava en su momento estuvo ubicado el Bar Chicho y posteriormente Paradise, una tienda de discos.
Continuando calle adentro, lamentamos el cese de la actividad laboral de Vicky y sus elegantes calzados que bien prestigiaron la peletería icodense. Un poco más arriba, entre el 99 y el antiguo Central, ahora llamado Tramas existió el Casino Obrero que como superficie es muy amplia y consta de dos alturas, que por cierto, su peculiar fachada se encuentra en un estado avanzado de deterioro.
En la esquina de Don Domingo Gallo hay un local vacío anejo a la Administración de Loterías de Zunilda.
Una vez atravesada la calle Infanta Isabel, en el edificio de Carmen la de Eladia, hay una dependencia libre una vez que Lucy Martín trasladara su gestoría y enfrente, un punto estratégico, es la antigua venta de Carmita. Más adelante, se puede atestiguar la corta vida de Modas Juana, Calzados el Dátil y de la oficina de
A partir de aquí, hasta la parada de taxis no se aprecian notables cambios, sin embargo, hace al menos dos años que el Ciber-café PC-Xtrem quebró dejando libre un funcional espacio, donde existieron los pubs All-Star y Habana Blue y
Con estos candentes y escalofriantes datos, no se puede vaticinar un buen futuro comercial a esta localidad y ya vendrán los políticos a invitarnos a comprar en la zona comercial abierta, ¿abierta? ¡abierta al multiculturalismo! en particular a los bazares de China, que mientras el comercio originario se resiente, ellos triunfan con sus oropeles a la venta. Y bien les tiene que ir, que contando el restaurante hay cinco superestablecimientos de renta alta, es decir, dos en la calle San Agustín, uno frente a Mercadona, otro junto a la Shell y por último uno próximo a la estación de guaguas.
Y para más INRI, el concejal dedicado al área de comercio, debido a sus rasgos faciales y a la morfología de sus ojos, en su juventud mereció el apodo del Chino, sin ánimo de ofender a nadie y aplicando la ley de proporciones justas, el comercio oriundo quiebra en beneficio del exótico, de ahí el justo apelativo de Icod de los Chinos.
Anónimo
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