J.M. Álvarez * | Vicente de Miguel / Artículos de opinión.- El Premio Nobel de Economía Paul Krugman, cree que el final de la crisis está lejos y se pierde en vaguedades para determinar su duración. En una entrevista concedida a la cadena de radio española SER, el último premio Nobel de Economía, Paul Krugman, afirmó que la crisis es “ peor de lo que había pensado", admitió que la escala de la misma constituye una gran sorpresa, y que va a ser “la peor depresión desde la última depresión”. Además consideró probable que surjan nuevos escándalos financieros, como el caso Madof, y reconoció no saber cuando llegará la recuperación.
Como mínimo habría que concluir que el Nobel no dejó de ser tan novel a la hora de prever y analizar la Crisis actual (sí, “Crisis" con mayúscula). Como máximo, atrevámonos a decir, sin ambages, que ni éste, ni los Stiglitz, ni los Samuelson son marxistas. Condición no suficiente, pero fundamental para haber anunciado (y con antelación) aquélla, así como diagnosticar su profundidad y prever su evolución y perspectivas.
En la entrevista, Krugman se olvidó de Carlos Marx (quien ya en el siglo XIX vaticinara la globalización) pero nosotros, no. Los escritos de Marx resultan imprescindibles para comprender el derrumbe actual del capitalismo. El tiempo es oro, dicen; por tanto es imperativo utilizarlo al máximo leyendo a Marx y no distraernos en demasía, con las manifestaciones de unos economistas burgueses que, sorprendidos por la gravedad de la situación, se limitan a decir pequeñas verdades, alentando falsas esperanzas.
J.M. Álvarez
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Podría resultar sorprendente los ambajes del Novel 2008, Paul Krugman. Sin embargo, cegado por la ideología liberal es comprensible (en modo alguno justificable) entender su miopía sistémica. Para elos la globalización y el neoliberalismo debían enrumbar el desarrollo económico del planeta, a la par que el imperialismo generaba un incremento de la producciòn mundial velaban la explotación mundializada, la pobreza y opresión de los pueblos de un mundo en lucha. Pues bien, ha culminado su tan cacareado crecimiento económico, el sistema ha entrado en crisis,se descompone,y su existencia e intensidad terminan sorprendiendo al novel Krugman, impotente burgués de darnos visos de perspectiva. Así están los economistas del capital. Distintas reacciones pasamos a observar entre los liberales: unos silencian opinión,otros, los más estúpidos, arguyen que la crisis tendría por causa el no haberse aplicado más intensamente las recetas del libre mercado,los más astutos, los camaleones de la economía, sin verguenza académica alguna, sencillamente, se 'cambiaron de camiseta', ahora resultan ser neokeynesianos. Como si el keynesianismo, u oxígeno de emergencia del capitalismo imperial, no hubiera generado crisis,no derive en crisis. Como siempre, los economistas burgueses pretenden en su discurso, denodadamente, encuadrar a los pueblos del mundo en solo dos alternativas de organización económica, parametarnos en el péndulo capitalista de keynesianismo y liberalismo. Existe una mejor perspectiva: ¡el comunismo!. Extraigamos las lecciones que dejó el siglo veinte. Las 'profecías' de Marx se han cumplido: la globalización, las crisis sistémicas, el poder del proletariado. Los problemas sistémicos expuestos por el marxismo están pendientes de resolver.Hay experiencia.Otro mundo es posible.
Publicado por: MARIO ELOY SULCA QUISPE | 13/02/2009 en 10:14 p.m.