José Antonio Linares Moleiro / Artículos de opinión.- Las hemerotecas hacen que florezcan datos y declaraciones que, pasado el tiempo, reflejan la desgracia que hemos tenido al otorgar a esta clase política, el destino de esta tierra única, que no sólo se limitan a proclamar falsas promesas sino que juegan con la vida de las personas sin acatar ninguna responsabilidad, siguiendo acomodando sus posaderas en los sillones institucionales como si el destino, o el bienestar de los gobernados, no fuese obligación alguna.
La desidia que estos personajes tienen con la sanidad en el sur no tiene parangón. Sólo hay que ver como tratan el tan ansiado y necesario hospital público del sur. Declaraciones sobre declaraciones sin decir nada nuevo, simplemente cubriendo el expediente y haciendo pasar el tiempo sin que esta obra se haga, pues el cumplir con la obligación constitucional de prestar el servicio sanitario a la población, choca con los privilegios de amigos que ven peligrar la cuenta de resultados en sus empresas.
El nueve de noviembre de 2001, la Gaceta de Canarias se hace eco de las declaraciones del entonces consejero de sanidad, Rafael Díaz y, del vicepresidente del Cabildo insular de Tenerife, José Manuel Bermúdez, bajo el titular de “El complejo Hospitalario y Sociosanitario del Sur estará listo a mediados del 2005”, siete años más tarde aún están definiendo el proyecto.
Sin que se conozca publicación alguna, este artículo periodístico revela las declaraciones de estos personajes: “Todos los estudios técnicos disponibles sobre asistencia sanitaria y sociosanitaria en la isla señalan un déficit de plazas de media y larga estancia; no así las de agudos, para las que el ratio en Tenerife supera la media nacional”. Vamos… que éramos la envidia de todo el Estado, de ahí que tres años más tarde el ABC publique los tiempos de espera para la primera consulta de especialista, situándose Canarias en último lugar, duplicando el número de días a la comunidad situada en penúltimo lugar y, en estos mismos ratios seguimos.
Las obras del llamado Hospital del Sur, que hasta que no se complete con todas las especialidades y se incluya cama de agudos, no deja de ser una chapuza para mayor gloria de la sanidad privada, están paradas desde hace un año, sin que se vea vicios de reanudarlas, argumentado desde la administración pública competente, la elaboración de un nuevo proyecto que incluya una serie de servicios que no estaban contemplados originalmente, contradiciendo lo que el consejero de sanidad dijo en el año 2001, época en la decían que estábamos sobrados.
En ese proyecto inicial, para paliar la ausencia de camas de agudos, se incluía una plataforma para aterrizar y despegar helicópteros sanitarios, y poder trasladar las urgencias y, patologías no atendidas en el centro sociosanitario, a los hospitales de referencia. Solución que no es viable, pues las nuevas aeronaves no pueden aterrizar en las azoteas de los Hospitales de referencia, debido a que su peso no es soportado por la estructura de los edificios, de ahí que los traslados se hagan hasta el aeropuerto Los Rodeos y luego en ambulancia hasta el centro hospitalario. Otra planificación sin criterio que caracteriza el desinterés en dotar al sur de una infraestructura hospitalaria.
La situación sanitaria en el sur de Tenerife no sólo es que la carreta vaya por delante de los bueyes, sino que el tratamiento que dan nuestros políticos es el mayor vacilón jamás conocido, y así nos va.
Toño Linares
Presidente de Tagoror Achinech.
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