Siniestralidad / Confederación Nacional del Trabajo (CNT).- El mes de septiembre de este año ha sido uno de los más trágicos en lo que a fallecimientos por accidente laboral en Canarias se refiere: 6 trabajadores murieron por esta causa en ese breve período de tiempo.
Con ello se eleva a 36 el número de personas que han perdido la vida en su puesto de trabajo (29) o en el trayecto al mismo (7) de enero a septiembre según datos facilitados por el Instituto Canario de Seguridad Laboral (ICASEL).
Las cifras dejan bien claro lo poco que se ha avanzado en la lucha contra los accidentes laborales, pues nos encontramos en situación similar a años anteriores en que, en el mismo período de tiempo, se habían producido 39 muertes (año 2006) y 30 (año 2005). Como excepcional se podría calificar el año 2007, en que se había reducido a 19 el número de muertes, pero lamentablemente se ha confirmado la excepcionalidad del dato, pues en lo que va de 2008 se ha superado la cifra total de fallecidos de todo el año pasado, que se cerró con un trágico balance de 26 personas muertas en accidente de trabajo.
Si ya de por sí estos datos son preocupantes, lo son más si nos atenemos a la situación actual en que el número de trabajadores en activo ha disminuído, principalmente en el sector de la construcción, lo cual ha tenido un más que probable efecto sobre la reducción del número de accidentes, pero no así en lo que a mortales se refiere. Así, hay menos accidentes laborales, pero el porcentaje de los que tienen como consecuencia el fallecimiento del trabajador ha aumentado.
Desde CNT consideramos insuficiente lo que se está haciendo en prevención de riesgos laborales, pues se sigue culpando en gran medida al trabajador cuando lo cierto es que la mayoría de las empresas no invierten en formación de sus asalariados ni en medidas de protección, despidiendo impunemente a quienes "se atreven" a reclamarlas, lo que hace que las condiciones de trabajo se deterioren ante la amenaza de la pérdida del empleo, con todo lo que significa en una situación de crisis como la actual.
No cabe duda que, al igual que las campañas publicitarias contra los accidentes de tráfico, las dirigidas a la prevención de los accidentes laborales son más que necesarias, pero igualmente lo es el aumentar la protección real y legal del trabajador ante lo que podríamos calificar de abuso patronal, y que se produce principalmente en la pequeña y mediana empresa. Este factor de protección es uno de los puntos que consideramos determinantes para que disminuya la siniestralidad laboral, además de la formación como antes se dijo, pero no sólo de los trabajadores, sino también del empresariado, el cual sigue sin entender que la seguridad es elemento básico de cualquier actividad laboral. El aplastante dato de este mes de septiembre lo reafirma con sangre.
J. Luis Real
Secretario de Acción Sindical
SOV-CNT
Confederación Regional del Trabajo de Canarias - CNT
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