Escándalo en Icod / El Digital de Canarias.- Operarios municipales trabajan para acondicionar la sede de la Gerencia de Urbanismo. Poco a poco los representantes del gobierno municipal icodense, especialmente los nacionalistas, van sacando la patita y caen en los mismos vicios y modos que ellos criticaron duramente al anterior gobierno socialista de Juan José Dorta Alvárez, criticas que le valieron ganar por la mínima, si así puede decirse y pactar con los dos concejales del PP que ahora como hermanitos pobres, son los que los mantienen en el poder.
Y sobre todo esta mala costumbre cae de peso sobre los dos concejales que mantienen el poder más duro y fuerte en torno al alcalde nacionalista, que sigue encerrado en su despacho y que cada día se aisla más de la realidad y huye del contacto de los vecinos, metido de lleno en una política virtual, de la que solamente sale el día en que lo llaman desde los juzgados. Son los franciscanos, Francisco Rivero, el cual se ha investido él mismo como ideólogo del grupo y Francisco González, concejal de Urbanismo, que es el que ahora tiene en su mano ciertas y candentes cuestiones, que puede más o menos capear ante el silencio forzoso de una oposición socialista que se ve atenazada por un pasado que todavía no se ha terminado de cerrar.
El último episodio tiene como protagonista al concejal de Urbanismo y la concejalía de Vías y Obras. Y se trata de las obras de acondicionamiento que se están haciendo por parte del Ayuntamiento, en el que trabajan operarios municipales, de un local privado, sito en la calle La Parada, cerca de las antiguas instalaciones de Unelco, para realojar oficinas de la Gerencia de Urbanismo. Este local además es propiedad del entorno familiar del presidente de los comerciantes de Icod, Aspymecod y se da la circunstancia que informes técnicos consideran que hay otros locales idóneos y que las obras que se están haciendo en dicha propiedad no cuentan con los parabienes de los técnicos urbanísticos del Ayuntamiento, que no ven esta decisión de realizar obras e invertir dinero público en unas mejoras a un local privado, que luego, tras la ocupación pública, quedan ya para sus propietarios, mejoras en las que ellos no han invertido un solo euro.
Numerosos trabajadores municipales han señalado que este tipo de actuaciones no dicen mucho del actual grupo de gobierno, que de este modo, al igual que hizo de manera más inteligente Cheo, se quiere granjear los apoyos de determinados colectivos sociales del municipio y que buscan así consolidarse de cara a las próximas convocatorias municipales del 2011. Especialmente en todo lo relacionado con el urbanismo es donde estos trabajadores ven una fractura del actual grupo de gobierno, que es incapaz de afrontar con la ley en la mano el legado de Cheo y sus ediles y que ahora ellos mismos tampoco son capaces de reorientar y cambiar hacia otra dirección, que los aleje de esos mismos comportamientos en los que Diego y los dos franciscanos no solamente justifican el pasado, sino el presente y porque no, el futuro.
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