Macobotellones / Foro Ciudadano Contra la Incineración de Residuos.- Fiestas para ponerse hasta el culo de drogas prohibidas (las otras son como más 'normales') ha habido en esta tierra desde hace mucho tiempo ya, claro que las organizaban esencialmente los chicos pijos de Santa Cruz (del entorno ese que el franquista Antonio Bello denomina 'las buenas familias'). Y, lógicamente, siempre se organizaban clandestinamente y había alguien vigilando por si llegaban los picoletos. Que una vez me contaron cómo el hijo de una primera autoridad municipal de la época -no sé si es verdad o mentira- salió corriendo para avisar a los coches que bajaban de que había habido un chivatazo y que venía la Guardia Civil, con tan mala suerte que el primer coche que paró estaba ocupado por dos picoletos de paisano que le aflojaron tremenda cachetada cuando les dio inocentemente la voz de alarma.
Pero es que la vida ha cambiado tanto que ahora esas cosas se organizan hasta en 'institutos tecnológicos' con perritas de todos los ciudadanos y donde el afortunado promotor privado tiene todas las de ganar gracias a la generosidad, en este caso, de Ricardo Melchior haciendo uso del dinerito de todos, lógicamente porque éste de su cartera ya no está acostumbrado ni a invitarte a un cortado. Que yo no digo que estos macro conciertos de horas (que no hay cuerpo que resista eso sólo con agua y mucho menos con ron) sean necesarios para dar salida a determinadas mercancías, unas legales y otras no tanto, a fin de que el negocio continúe como mantiene magistralmente Ángel Llanos, quién considera este tipo de ocio como la principal propuesta de 'desarrollo' para Santa Cruz una vez que se lleven el puerto para Granadilla (que por eso ya ha empezado a practicar). Supongo que eso es inevitable porque detrás del criminal negocio -sobre todo porque de él son víctimas los menores principalmente- hay gente e intereses muy poderosos. Lo que me repatea es que se haga con mis impuestos.
Aunque el caso de la Eólica la cosa va mucho más lejos. Los organizadores recomendaban en los periódicos, con publicidad pagada, que "si vas a hacer botellón no tires las bolsas de plástico". En un polígono industrial, sin la más mínima seguridad y donde no hay ni alumbrado público, no sólo se consiente sino que se incita al chiquillaje a llevarlo a cabo. Este año, sin ir más lejos y que se sepa porque ha sido una televisión de allende de los mares la que ha venido a desvelar algunas cosas que todo el mundo sabía ya pero sobre las que la prensa de aquí no chista, encontraron a un joven muerto debajo de un puente cuando salió el Sol por la mañana, porque nadie se había percatado aparentemente del asunto. Del incidente se tuvo conocimiento desde primera hora de la mañana del sábado, pero pese a que era urgente la identificación del infortunado muchacho, no se supo nada del tema hasta el día siguiente (algunos medios digitales sí informaron ya por la tarde pero sin que nadie pidiera colaboración para la identificación) para no alarmar al personal para la segunda noche del maratón, la del sábado al domingo.
El pequeño reportaje del programa 'Ola-ola' de la Cuatro, que es el 'Callejeros' veraniego, muestra en muy pocos minutos una parte muy pequeñita de lo que Melchior ha organizado en el ITER. Ciento cincuenta incautaciones de estupefacientes de todo tipo -fundamentalmente pastillas siempre tan relacionadas con la música electrónica lamentablemente- llevadas a cabo por la Guardia Civil en las inmediaciones del recinto. ¿Ha oído usted ese dato en algún medio local? Si eso es lo que localizó la Benemérita, ¿de qué cantidades estamos hablando que se puedan mover en un tinglado de este tipo? ¿Qué pintan las administraciones públicas patrocinando esto en un instituto de investigación que el primer año quedó medio arrasado con robos -y destrozos- de todo tipo de material técnico?
Y lo más asombroso de todo esto, sin embargo, es cómo se ha silenciado lo de la muerte de un joven en esta última edición. Desde julio he puesto una alerta en Google por si se sabía algo de las causas o sobre el resultado de la investigación, para ver si la Guardia Civil pedía la colaboración ciudadana a fin de esclarecer las circunstancias o lo que fuera, y no salta nada por ningún sitio. No interesa el tema, y hasta tal punto se ha callado el asunto que sólo algún medio de Las Palmas (debe ser esa pretensión de los jodidos canariones de hundir a Tenerife como dice Zerolo y don Pepito) hacía alusión en el texto de la noticia a que el hallazgo del cadáver coincidió con la celebración del concierto. Periódicos como El Día lo evitaron. Vamos, como si el joven estuviera dándose una vuelta de madrugada por casualidad por ese desierto polígono industrial y casualmente coincidió con la Eólica 2008. Verdaderamente asombroso.
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