Carreteras precarias / Foro Ciudadano Contra la Incineración de Residuos.- El Grupo Olican, empresa dedicada a la comercialización de hormigón y prefabricados (bloques, forjados, etc), tiene su sede principal en la carretera que sube desde la autopista TF-1 hasta el casco de San Miguel de Abona (en el kilómetro cuatro), lo que hace que decenas de camiones de gran tonelaje transporten por esa vía los áridos, cemento y hierro en cantidades industriales diariamente. Y como no estamos hablando de ningún polígono industrial -en su día se plantaron ahí en suelo rústico y naturalmente ahí se van a quedar porque nadie le pide a una empresa de éstas en Tenerife que utilice sus beneficios como mínimo para situarse en los polígonos adecuados- pues la pobre carretera está literalmente reventada porque no estaba preparada para eso, ni mucho menos. De hecho cuando se pasa de la altura de la empresa el asfalto está viejo, pero desde luego no reventado de esa manera.
Y no es que yo crea que esa empresa sea la responsable del estado de la carretera, ni mucho menos, supongo que sus camiones pagarán el impuesto de rodaje como todo hijo de vecino. Otra cosa es que cuando un camión de éstos te tranca subiendo esos cuatro kilómetros se convierten en un suplicio y un peligro por los disparatados adelantamientos que llega a realizar la gente fruto de la desesperación. Ya hace tiempo que se oyó hablar de más carriles cuando, obviamente, nos saldría mucho más barato comprarle un buen solar a Olican en una zona próxima a la autopista para que monten su industria.
Y verdaderamente en la Isla del derroche, de los lujos y del despilfarro de dinero público, parece un poco patético observar cómo esa carretera lleva años en estas condiciones -todas las semanas se ve ya a equipos de mantenimiento poniendo remiendos inútilmente ya- y los trozos de asfaltos en forma de pedruzcos saltan como estampitas cuando los pisan las ruedas de los coches con el peligro que ello representa. Y acaso como pasó con la carretera de La Escalona, que la arreglaron sólo después de que se dieran cuanta de su estado cuando organizaron una carrera de coches, sean las quejas de los pilotos, que el año pasado culparon al estado de conservación de la vía de no haber batido ninguno de los récords vigentes, las que consigan que alguien se ocupe de eso en serio. Más de una década les costó a los vecinos de Tegueste (los de Arico lo tienen más jodido porque Eladio se gastó 1.000 millones en una nueva carretera inútil e impactante mientras mantiene abandonadas a todas las demás), que padecieron lo mismo ante la indiferencia total de los que sólo piensan en los macroproyectos porque de ahí es de dónde verdaderamente trincan todos. Un desastre, en definitiva, en la que es la mayor, como dice don Pepito, pero sin remedio ninguno.
De por qué usted no puede oír a un político de ese Sur hablando del lamentable estado de las vías secundarias -donde una semana sí y otra también ocurre alguna desgracia-, de los niños en aulas prefabricadas en los colegios o de la sanidad pública y sólo reclaman el puerto de Granadilla o la segunda pista del aeropuerto (todos) y anillos insulares y macroproyectos, no es tanto un misterio sino un síntoma de para quién trabajan y los intereses que defienden cual fieles escuderos. Nada que ver con el interés general de la gente, que hasta al alcalde de Vilaflor (al que le afecta también el estado de la carretera de San Miguel y ni chista), lo he visto en una rueda de prensa reclamando el anillo insular junto al todopoderoso Pedro Suárez -el listo al que le han adjudicado la primera fase del proyecto- y que, concretamente para Vilaflor y su economía, puede suponer un grave problema como la guaguas de turistas en lugar de subir por Arona les entre el punto y se vayan por Chío con la facilidad de la nueva vía. Que hay que ser belillo, por cierto.
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