Transporte público / Foro Ciudadano Contra la Incineración de Residuos.- Una buena parte de los mil millones de pesetas que Ricardo Melchior utilizó para hacer publicidad del tranvía con fines electorales fueron destinados, indirectamente, al desprestigio de la guagua, cosa que a ningún responsable público se le ha ocurrido en parte alguna del mundo menos donde la multinacional Alstom ha 'convencido' a las autoridades locales para hipotecar el futuro del transporte público a fin de vender sus máquinas a costa del interés general de la gente. Y esto es así porque todo se basaba en que la guagua contaminaba más que el tranvía (que lo único que tiene de cierto el asunto es que el tranvía sólo contamina directamente a los vecinos de Las Caletillas), que llevaba más gente (soberana mentecatez porque hasta las guaguas pequeñas tienen más asientos que el tranvía), que era más puntual (comparándolo con una guagua que no tiene preferencia de paso en ningún sitio, más bien lo contrario) que si eran menos peligrosos que las guaguas y tenían menos accidentes... yo qué sé cuántos argumentos, comparando cosas que no se pueden comparar, vendieron con dinero público en contra de la guagua y a favor del pelotazo del tranvía que ha alegrado mucho las arcas de Alstom y de algún constructor local (el de siempre) que se han puesto morados hipotecándonos a todos y para conseguir las tarifas más caras del mismo país en el que estamos por debajo de todos los demás en salarios.
Por eso cuando he visto, por casualidad porque rara vez veo televisión, que la ciudad de Londres aprovechó los cinco minutos de más audiencia televisiva a los que esa ciudad ha podido aspirar jamás, hasta ahora, para promocionar su sistema público de transporte en guagua en el estadio olímpico de Pekín, qué quieren que les diga, me he quedado meditando sobre la cantidad de fotos que se ha tirado el Melchior en ese tranvía (jamás lo he visto subirse a una guagua a nada pese a que hasta que llegó el tranvía transportaba a 60 millones de viajeros al año y ni cuando cumplieron los 1.000 millones de usuarios hicieron acto conmemorativo alguno) y se me ha caído un poco el alma a los pies. Pero esto es lo que tenemos y con este ganado tenemos que arar aquí a mayor gloria de los vendedores de coches y de los adjudicatarios de autopistas. La Isla que ellos quieren, vamos.
Y pónganse a revisar todo el texto de arriba, así como todos los artículos que hemos escrito sobre trasporte público, a ver dónde dice que nosotros nos opongamos ni a tranvías ni a trenes (menos a la machangada esa de la alta velocidad que es un disparate que hasta a ellos mismos se les ha quidado de la cabeza) ni a nada sino que, nos parece lo razonable, se atiendan primero a las prioridades, como los carriles guagua (ver fotitos más abajo), y cuando el tema esté resuelto para toda la Isla (que en esto también nos olvidamos habitualmente de que existe un Sur y un Norte completamente abandonados también en este asunto), pues se observe si nos sobran perras para los dispendios y, en tal caso, a por la catenaria si hace falta y alguien la justifica adecuadamente después de haber hecho convenientemente las tareas prioritarias.
El otro método, el de putear a la guagua (la parada más importante de la 015 en Santa Cruz la han quitado para hacerse aparcamientos privados para los funcionarios del Cabildo) para justificar la catenaria, puede que dé resultado para unos cuantos -sobre todo para los que se levanta por las perras y que no son de aquí en su mayoría- pero no tiene nada que ver con el interés general de todos nosotros. Que envidia sana es lo que me han producido los londinenses este domingo.
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