Lamentable espectáculo / Foro Ciudadano Contra la Incineración de Residuos.- Tanto el Cabildo como el Ayuntamiento de Arico se han puesto de parapeto entre los ganaderos afectados y el actual 'amo' de la Quesería (que un día se construyó en suelo público del Ayuntamiento con perritas públicas del Cabildo), Indalecio Alfonso Pérez González, a fin de que la sangre no llegue al río y de que la leche de los pobres que llevan más de seis meses sin cobrar se vaya rumbo a La Orotava. Y acaso es que el escándalo de la afamada Quesería de Arico, que se ha ido a la mierda, no es más que un síntoma de lo que representa y sobre lo que se sustenta no sólo la ATI profunda sino una connivencia político-empresarial que en ocasiones, y sobre todo cuando alguien se planta y dice "no", deja ver su cara más amarga y desalentadora. ¿Y es que alguien ha oído chistar sobre este gravísimo asunto a algún miembro significado de la supuesta oposición política?
No sólo no ha ocurrido así, ni ocurrirá al menos para apuntar hacia los únicos responsables, sino que ha sido el propio Eladio Morales, una vez que vio las puertas de la Quesería llenas de cámaras de televisión -como nunca antes se había visto en ese pueblo excepto cuando llegó una vez a Tajao un barco negrero- el que cogió las riendas de la protesta de los ganaderos para darles instrucciones telefónicas (a la Quesería sólo había desplazado a la responsable de prensa) de que no recibieran ni un céntimo de las perritas que les había ofrecido Indalecio el día anterior, donde llegaron al triste acuerdo de que les pagarían la leche ¡de febrero! Atónitos nos quedamos algunos de los que estábamos allí cuando el portavoz de los ganaderos convocó a todas las cámaras y micrófonos para comunicarles que había 'recibido instrucciones de la autoridad -el señor Alcalde- de no cobrar nada hasta que Cabildo y Ayuntamiento no se reúnan con la junta directiva el próximo miércoles'.
¿Qué salidas tienen los ganaderos? Muy sencillo, ninguna. Se tienen que echar a los brazos hasta de los culpables de su situación si quieren ver un duro. En un país donde 'disfrutamos' de una 'justicia' de roba-gallinas es imposible para el trabajador pedir el amparo judicial sencillamente porque ir por esa vía -la única razonable en las democracias avanzadas ante situaciones como éstas- supondría un importante desembolso económico además de la garantía de que en diez o quince años no se iba a ver resuelto el asunto. Eso independientemente de que las responsabilidades en lo que ocurre en la quesería no recaen sólo en el cacique que se ha hecho con el 85% de las acciones tras convertirla en una 'sociedad limitada' porque, según él, era la única forma de que los ganaderos verían un duro. Y es que algunos, en su ignorancia, llegaron a creerse que don Idalecio se ha hecho multimillonario a base de ir regalando su dinero por ahí y eso, obviamente, es una solemne tontería de la que estamos viendo las amargas consecuencias ahora.
Porque por muchas historias o cuantos de Caperucita que quiera hacernos creer Eladio o el Cabildo en estos momentos, ante la repercusión mediática del asunto, la realidad es que en esa quesería había más de ochenta socios y hoy en día apenas ni llegan a treinta, eso independientemente de que una cosa que se construyó con dinero público en estos momentos es de un particular en un 85% como por arte de birlibirloque. Todos lo sabían y a nadie se le ocurrió, ni si quiera en una de esas imponentes fiestas para políticos que organiza Indalecio en su tremenda finca de Chajaña -y denunciada estúpidamente por el Seprona que debe ser que no saben por dónde caminan- llamar a capítulo al personaje para decirle que tampoco es cuestión de que los constructores -para los que esto de la ganadería o la agricultura es como un entretenimiento del que se obtienen subvenciones y desgravaciones fiscales para sus negocios- se terminen apoderando hasta del sector primario esencialmente para cargárselo y/o quedarse solos. Es más, imagínense ustedes hasta qué punto llega el conchaveo que, se los digo francamente, lo primero que hice este domingo fue consultar 'El Día' no por su ediotorialista que cada día está más loco, sino para ver si Wladimiro Rodríguez Brito se refería a este asunto como hombre siempre preocupado por los avatares del sector primario. Nada, se ha ido nada menos que a Tijarafe, huyendo de la quema, y comienza su homilía dominical con un elocuente: "Sirvan estas palabras de homenaje a unas generaciones heroicas de tijaraferos que pusieron ilusión y trabajo para conseguir el tesoro del agua de las entrañas de la tierra ..."
Que yo no sé cuál es la historia de los 'heroicas generaciones de tijaraferos' en relación al agua, obviamente no he seguido leyendo el artículo de Wladimiro, pero lo que sí ha regresado a la memoria de muchos ariqueros estos días, sobre todo por su similitud con el affaire de la Quesería, es la historia de aquella galería de pequeños accionistas que no daba agua ni a bien ni a mal hasta que don Indalecio se fue haciendo con las acciones por cuatro perras (comprándolas en plan favor) y, cuando se hizo se hizo con la propiedad, aquello echó un estampido de agua que nadie se explica, ni se ha explicado nunca, de dónde salió. Estaría bien que don Wladimiro, en uno de sus frecuentes paseos o visitas a la finca del constructor (por cierto, el mayor atentado medioambiental que nos podemos encontrar en Tenerife al pie de la Corona Forestal) le preguntara por el asunto para que nos lo cuente uno de estos domingos.
Y en fin, que en medio de todo esto el Melchior se ha ido a inaugurar el local de la asociación de vecinos de La Listada (que no es 'listo' ni nada el alemán éste por parte de padre) sin rozarse por la Quesería a donde ha mandado al bueno de Carlos Alonso que prometió mediar para renegociar perras con los bancos (además de mandarles la leche para Benijos a mayor gloria de la marca 'quesos de Arico'). Que yo no sé si el muchacho éste se cree que el Cabildo en estos momentos tiene mayor capacidad de negociar nada con un banco que el potentado que se ha apoderado de la Quesería y que no enseña 'sus cuentas' ni a los pocos socios que quedan. Hombre, a nivel político sí y está claro que Caja Canarias, y teniendo en cuenta lo que se juega la ATI y hasta el PSOE de Rodríguez Fraga en este asunto (que en absoluto tienen que ver con el hecho de que los ganaderos cobren o no porque eso les ha importado un carajo hasta que el asunto saltó a la prensa) pues tendrá que hacer fundamentalmente lo que a don Indalecio se le ponga en el culo.
Y yo qué quieren que les diga, que en una tierra donde no hay Justicia, donde no se pone boca arriba la financiación de los partidos políticos, donde los medios de comunicación miran para otro lado sin ir a la raíz del problema y donde los guardias, los jueces, lo periodistas y los políticos se presentan en los bautizos, cumpleaños y demás celebraciones de los piratas del bloque y del hormigón a comer y a beber supuestamente a cambio de nada (por lo visto), lo único que les puedo decir es que mientras un potentado constructor siga controlando la Quesería de Arico yo seguiré consumiendo queso Maxorata o algún palmero que me regalan de vez en cuando. Y no es que en Fuerteventura el chanchullo no pueda ser igual o peor, es que ojos que no ven... Y el de Benijos, que no es malo tampoco, también se me ha empezado a atragantar en el gaznate porque tampoco he visto a la voz de la ganadería isleña, que, junto con José Carlos Marrero para el asunto del las romerías y el arrastre, es Pedro Molina, se le haya movido una tripa con la tragedia de los ganaderos -los pocos que van quedando- de toda esa comarca Sureste de Tenerife cuyo futuro, según Eladio, consiste ahora en taparla de placas solares para que los mismos de siempre, junto con capital extranjero, se levanten por las jugosas subvenciones. Que aquí vamos de subvención en subvención y tiro porque me toca, que a las poquitas de la agricultura y la ganadería -si lo comparamos con lo que se subvenciona el producto de importación- le han hincado el diente también los constructores a costa de llevarse por delante a todo el que vive de eso. Que resulta hasta simpático, por decir algo, ver a Manuel Marrero , presidente de la bodega Cumbres de Abona, poniendo cara de drama con el asunto del cobro de la leche por parte de los ganaderos cuando muy pocos productores de uva en Arico -que en eso también ha entrado cual elefante en una cacharrería el tal Indalecio- recuerdan cuándo fue la última vez que cobraron un céntimo de esa bodega.
Pero que nadie se lleve a engaño, de esta lamentable historia lo único cierto es que ya se han cargado a dos tercios de los ganaderos de la comarca, que los que quedan no han visto un duro en siete meses por la leche y que están favoreciendo intencionadamente la desmoralización definitiva del sector. Todo lo demás, por más vueltas que le den al tema, es una maniobra inmoral que lo único que pretende es que los dispendios de Indalecio los terminemos pagando religiosamente todos los ciudadanos de nuestros impuestos o de nuestras imposiciones en Cajacanarias (para el que las tenga). A eso póngale el cuño. De momento Indalecio nos va ganando a todos por goleada y no se ha oído a un político pedirle responsabilidades medianamente en serio. Y al tiempo que ni se les oirá.
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"Aquí, en la Opinión todo el mundo puede opinar y, ¿eso está bien, verdad? En el bar de la esquina todo el mundo puede opinar, ¿verdad? Indalecio es un hombre que sin quitarle todo su mérito por lo trabajador que ha sido también hay que decir que es un hombre con una avaricia desmedida y con muchos amigos en la política. Las mejores fiestas del partido se han vivido en la finca que Indalecio tiene por los Altos de Arico. Pero ahora es Indalecio la cabeza de turco pero hay muchos, Marrero que maneja el vino (mi abuelo nunca ha cobrado las uvas que vende a la cooperativa), antes fueron las setas, ahora es el aceite. Nos inundan con placas solares.
Señores y señoras, niños y niñas el gran circo de los políticos y sus allegados debería llegar a su fin y que todos volvieran al lugar en el que una peseta vale una peseta.
Siempre el ciudadano paga por todos los errores de quien lo somete y la solución está es no dejarse engañar. ¿Cómo? Pues....EDUCACIÓN PARA EL PUEBLO ASÍ SE PUEDE ELEGIR".
Fuente: Comentario La Opinión (Con más razón que un Santo)
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