Manuel de la Rosa Hernández / Artículos de opinión.- El Ministerio de Sanidad y Consumo tiene preparada “una Orden Ministerial claramente negativa para la homeopatía, ya que en ella se demandan unas tasas desorbitadas para los medicamentos homeopáticos, se niega la posibilidad de incorporar innovaciones farmacéuticas y, en definitiva, no se tiene en cuenta la especificidad de estos medicamentos.” Al menos esto es lo que se informa en una página que sirve de soporte a una campaña en defensa del citado medicamento.
Al parecer, “de aprobarse con su redacción actual, esta Orden puede suponer una reducción drástica de los medicamentos que actualmente se encuentran disponibles en el mercado, con la consiguiente limitación de las opciones terapéuticas para las afecciones tratadas con estos medicamentos, desde alergias hasta nerviosismo infantil, dermatitis e incluso en cuidados paliativos, donde la homeopatía se utiliza para reducir efectos secundarios de la medicación convencional y mejorar la calidad de vida del paciente.” Es muy sencillo lo que se solicita. Tener la posibilidad de que los medicamentos que usamos decenas de miles de personas que hemos optado por la homeopatía no se encarezcan aún más, esta vez por una medida adicional del Ministerio.
Esto es sumamente grave para quienes hemos optado desde hace algunos años por esta medicina alternativa. Ya tenemos que soportar el no poder beneficiarnos del apoyo que recibe la medicina convencional alopática. Ya que, bien como cotizantes a la Seguridad Social o como funcionarios, debemos costearnos tanto los gastos médicos como los farmacéuticos. Es por ello incomprensible que la citada medida pueda llevarse a cabo.
La mencionada medida solamente puede obedecer a presiones de las multinacionales de la industria químico farmacéutica sobre el Ministerio de Sanidad y/o de tipo corporativo profesional.
Menos se comprende la intención del Ministerio, cuando es sabido que la extensión a cada vez más pacientes de la alternativa medico-farmacéutica homeopática solamente puede tener un carácter positivo pues disminuye los gastos farmacéuticos en los presupuestos de la sanidad pública en estos momentos. La existencia de decenas de miles de personas que usamos como medicamentos habituales los encuadrados como medicamentos homeopáticos es la mejor evidencia de la eficacia de los mismos, que hemos podido comprobar en nuestra propia salud y la de nuestros familiares. Es más, muchos somos concientes de los efectos nocivos o cuando menos negativos de los medicamentos y terapias convencionales, por sus nefastos y agresivos efectos secundarios y porque, además, algunos ni siquiera curan a los pacientes.
Las personas usuarias de la homeopatía esperamos de ese Ministerio y del Gobierno del Estado que no lleve a cabo la medida prevista de imponer tasas desorbitadas a los medicamentos homeopáticos y que al contrario, en aras a un trato igualitario ponga en marcha medidas de apoyo idénticas a la de la medicina convencional para las prescripciones farmacéuticas homeopáticas e incorpore paulatinamente a los profesionales de esta disciplina médica a la atención primaria pública. El Ministerio debe saber que somos muchas las personas que tenemos esta opinión, convicción y determinación sobre nuestra salud.
Manuel de la Rosa Hernández
Comentarios