Agapito de Cruz Franco / Artículos de opinión.- Si hay un campo donde la Iglesia, como Institución, es contradictoria es la economía. Ejemplo de secularización y relativismo moral, sigue sin desprenderse de un poder económico acumulado a lo largo de los siglos. Desde sus primeros inicios, recogió la figura del César caído y lo alumbró hacia el futuro ritualizado en la figura del Papa. La espada y la cruz.
En pleno siglo XXI, es incapaz de predicar el evangelio con el ejemplo desprendiéndose de todas sus riquezas. Dejaría de ser ella misma. Su apego a las cosas terrenales es fácil verlo en la financiación de que es objeto en España. Vigente desde 1979 (Adolfo Suárez) y retocado en 1987 (Felipe González), el modelo de la misma ha sustituido al Concordato de 1953 (Francisco Franco) entre aquella y el Estado Vaticano. El propio PSOE ha elevado recientemente a los altares la asignación del IRPF que los creyentes que quieren marcan en la casilla de la Declaración de la Renta, de 0,52 a 0,7%. Este impuesto religioso es independiente del presupuesto que recibe por su actividad en educación, sanidad y servicios sociales. Juan J. Bedoya ha afirmado en El País que la asignación tributaria del Ministerio de Hacienda a la Conferencia Episcopal para 2007 -algo más de 12,5 millones de euros mensuales- fue una mínima parte de la ingente aportación económica. Los expertos cifran en 5.000 millones los fondos recibidos para financiar cada año su red de servicios. El presupuesto de las 68 diócesis españolas ronda, según datos oficiosos, los 1.300 millones de euros, sin contar las órdenes religiosas, sus colegios, residencias y centros eclesiásticos
Sin embargo, las aportaciones del Estado solo suponen el 30%, ingresando según datos de ACN Press.com y referidos a 2005, 600 millones de euros sólo en el “cepillo” de sus 23.000 templos en España. A ello hay que añadir más de 100.000 propiedades inmobiliarias, cerca de 100.000 hectáreas de tierras agrícolas y el 80% del patrimonio artístico español con sus rentas. No paga el IBI, ni impuestos locales, o por sucesiones, donaciones y transmisiones patrimoniales. El IVA espera empezar a pagarlo ahora, como contrapartida a esa subida del IRPF para 2008. El ecologista radical que fue ese predicador de la pobreza evangélica llamado Francisco de Asís, quedaría estupefacto si contemplara, de repente, su liturgia bancaria.
De Lucas escribe en Diagonal sobre su crecimiento patrimonial a base de registrar a su nombre toda clase de iglesias y edificios de carácter sagrado sin titular definido, acogiéndose a los artículos 206 y 207 de la Ley Hipotecaria, aprobada por el franquismo y que concedía al Vaticano privilegios exclusivos. Ello ha motivado la creación de una Plataforma en Defensa del Patrimonio (www.noticiasdenavarra.es/ediciones/2007/12/16/vecinos/pamplona/d16pam36.1097188.php) integrada por más de cien municipios. Según el historiador José Mª Esparza, esto viene haciéndose desde los años 30, pero se ha acelerado gracias a la modificación de esa ley que, aunque restringida en los últimos años de la dictadura, el Gobierno de Jose Mª Aznar (1998), potenció, derogando el artículo que prohibía apropiarse de estos lugares. En la II República, la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas de 1933 establecía la propiedad pública de los templos, que la Iglesia podría administrar, pero no disponer.
La Iglesia, apunta David Fernández (El País.com) en un estudio sobre el capitalismo religioso, no renuncia a utilizar instrumentos financieros de los millonarios, como las polémicas sociedades de inversión de capital variable (Sicav). Gestionadas por profesionales, rentabilizan en Bolsa parte de los fondos eclesiásticos guiándose sólo por criterios financieros, con un patrimonio de 17,79 millones de euros. La mayor de ellas, Umasges, está gestionada por Caja Madrid y su principal accionista es una aseguradora patrocinada por la Conferencia Episcopal. También son accionistas los arzobispados de Burgos y Madrid, aunque posee acciones de Telefónica, BBVA, Repsol, Ferrovial e Iberdrola. Las otras dos, Vayomer y BI Gran Premiere. La primera, con participación del Obispado de Astorga, está gestionada por el Banco Santander, mientras la segunda cuenta con presencia del Arzobispado de Oviedo y su gestora es el banco portugués Espírito Santo. BI Gran Premiere tiene acciones de Pfizer, el fabricante estadounidense de viagra y de anticonceptivos. La Institución ha estado vinculada a algunas de las mayores estafas recientes del país (AVA, Gescartera, Afinsa …).
Dice el Evangelio de Jesucristo que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico de estos entre en el Reino de Dios. La Iglesia católica acaba de calificar como pecado la acumulación de riquezas...
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