J. M. Álvarez / Artículos de opinión.- Actualmente Estados Unidos (EEUU) funge como única superpotencia del planeta, pero si consideramos las geoestrategias y movimientos económicos que se están produciendo, no parece muy verosímil que todos sus aliados estén sometidos a su poder de manera dócil y absoluta. Al respecto, Fidel Castro afirmó en una reflexión: “En la actualidad, Estados Unidos y Europa compiten entre sí y contra sí por el petróleo (...). dos lobos hambrientos disfrazados de abuelitas buenas, y una Caperucita Roja”.
Washington tratar de mantener una hegemonía basada en el militarismo nuclear. No le queda otro camino que crear desestabilizaciones allá donde esté presente, pues la instauración de un orden mundial a su medida ha fracasado, debido al derrumbe de la política económica neoconservadora. EEUU trata de llevar la iniciativa en el saqueo del planeta con la “guerra contra el terrorismo universal”, sin importarle que sus actos brutales perjudiquen a sus aliados, siendo Alemania la más afectada como primera exportadora mundial que es. EEUU y la Unión Europea (UE), o sea, Alemania y Francia (la oligarquía francesa no se quedará cruzada de brazos ante las veleidades pro-americanas del presidente galo) están compitiendo por los recursos naturales, y eso genera contradicciones.
Alemania es uno de los primeros socios comerciales de Siria e Irán, si esos países fueran agredidos, los intereses germanos se verían salpicados. Previsora, intenta aumentar su influencia en la región desplegando tropas en el Líbano tras la guerra que enfrentó a Hizbulah contra Israel. La derrota militar de Israel, ha provocado que EEUU pierda capacidad de maniobra, así lo confirma la mediación alemana para el intercambio de presos libaneses por cadáveres de soldados israelíes. En dicha operación intervinieron los servicios secretos germanos, pero la CIA y el Gobierno estadounidense fueron marginados. Por si fuera poco, el ministro de Hacienda alemán Michael Glos, realizó un viaje Iraq para que Berlín no quede al margen de la reconstrucción de ese país, si la guerra lo permite.
Por su parte Washington, en su línea desestabilizadora, amenaza a Irán provocando que empresas occidentales suspendan acuerdos suscritos con Teherán, y sigue generando conflictos, mostrándose contrario al reforzamiento de la capacidad bélica (talón de Aquiles alemán) de la UE. La OTAN (“su” OTAN), es la mejor baza que posee, y no va a tolerar competencia europea en el plano militar que es lo que le permite seguir tomando oxígeno. La OTAN ha crecido, extendiéndose hacia el este gracias a la inclusión de países colonizados por el imperialismo estadounidense, más que por el imperialismo europeo. Si EEUU- en pleno declive económico-, no refuerza su papel como gendarme de Occidente, su presencia en Europa no tiene razón de ser; por tanto pone trabas al entendimiento con Rusia originando problemas donde no debiera haberlos.
Como EEUU utiliza para sus planes a países que forman parte del famoso espacio vital (Lebensraum) que citara Hitler, no es de extrañar que Alemania critique las posibles adhesiones a la OTAN de Ucrania y Georgia. Berlín apuesta por la colaboración con Rusia y no desea que se enturbien las relaciones con Moscú, enrarecidas por los planes estadounidenses de emplazar baterías de cohetes en Polonia y la Republica Checa. Es obvio que detrás de la actitud de Washington, están los yacimientos de petróleo y gas del Cáucaso y los de la propia Rusia, a la que quiere atomizar. EEUU es el país con la mayor deuda externa del mundo, no tiene capacidad ni deseo de pagar y emplea su poder bélico para expoliar a otros pueblos y para advertir a los “amigos” que se mantengan un paso atrás. Si- como afirman algunos- los aliados del Imperio cumplen el rol de lacayos sumisos, ¿por qué Obama admitió recientemente en Alemania que existe un distanciamiento entre Europa y EEUU?
En este juego también participan la Reserva Federal (FED) y el Banco Central Europeo (BCE).Mientras la FED devalúa el dólar, el BCE revaloriza el euro, y si colaboran inyectando dinero en el mercado, es para evitar el colapso del capitalismo. Pero mantener el sistema y establecer jerarquías son cosas distintas. A Washington le interesa un dólar bajo, pues sube el precio del petróleo que se compra con esa moneda, pero aunque la revalorización del euro encarece las exportaciones alemanas, éstas se ven poco afectadas porque están muy diversificadas, son de alta calidad y tecnología punta. Según los especialistas, las medidas del BCE afectan más al dólar, porque se están comprando bonos denominados en euros, es decir, comienza a vislumbrarse una guerra general (cuyo origen no está en el Tercer Mundo) contra el dólar, un papel fotocopiado constantemente, no avalado por el patrón oro.
No obstante, Alemania sabe que para instalarse de manera permanente en primera línea mundial, la fortaleza económica debe ir unida a la militar y es ahí donde tiene desventaja por circunstancias históricas. ¿Alguien puede descartar taxativamente (por razones de supuestas sumisiones incondicionales), una alianza entre Berlín y Moscú, beneficiosa para ambos, que aseguraría a Alemania un suministro cercano de gas y petróleo, además de un paraguas nuclear disuasorio frente al “amigo” americano?
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