Cacicadas / Foro Ciudadano Contra la Incineración de Residuos.- A ver, yo creo que nadie se molestará si digo que el Porís es, con diferencia, el barrio más importante de la costa de Arico y con más peso en todos los sentidos, que será por eso por lo que Eladio le pagará el alquiler allí a la Guardia Civil, tendrá el mercadillo y demás, no lo sé. Pues resulta que hace ya unos meses que se cayó parte de la antigua muro de contención de la carretera que da acceso al barrio dejándolo prácticamente incomunicado.
Inmediatamente se acometieron unos accesos y salidas provisionales y peligrosísimas que hacen que los que quieren acceder al Porís tengan que hacerlo junto al carril de desaceleración de los vehículos que vienen del Sur (que yo el otro día me confundí y casi mato a alguien) y para salir del barrio se ha habilitado un carril nuevo de aceleración (por llamarlo de alguna manera porque eso no tiene seguridad ninguna) que obliga a los que van hacia Santa Cruz a ir a dar la vuelta en Abades. Eso para los coches, porque para los peatones que van a coger la guagua, para esos no hay alternativa de ningún tipo o, si la hay, no convence a la gente porque yo los he visto jugándose la vida literalmente por los arcenes de la autopista.
Pero lo peor no es eso, la coña es que los personajes éstos del Cabildo y del Ayuntamiento, que entienden el nacionalismo como algo que les sitúa siempre por arriba del bien y del mal sobre todo cuando tratan con gente humilde, metieron unas palas mecánicas en plan bestia para hacer de nuevo el muro de contención sin la más mínima consideración hacia dos pequeñas viviendas centenarias (de lo más típico y valioso del barrio seguramente) que no son otra cosa que la prolongación de casas cueva que existen en ese lugar. Y escuchen porque ahora viene lo bueno, ante las quejas de los propietarios -uno de ellos se había gastado recientemente una pasta en acondicionarla- la respuesta fue poco menos que la de que se estuviesen calladitos y sin protestar porque estaban en dominio público. Eso pese a que se trata de viviendas centenarias y que no están más cerca del mar que ninguna otra edificación más moderna del entorno. Y como mínimo a la misma distancia, a eso pónganle el cuño, que el mamotreto ese sin fachada a dos calles que Eladio le ha permitido hacer a los arquitectos del diseño de la Plaza de España en Santa Cruz, que por otra parte no me extraña que quieran aislarse del entorno de esa manera porque con lo de la Plaza de España han demostrado que les importa la idiosincrasia de este pueblo una puta mierda, porqué no decirlo ya que estamos.
Y claro, como es lógico, a los propietarios de las viviendas no les han dejado otra salida que la de plantarse en los tribunales y, suerte que han tenido porque eso no se consigue todos los días, se han tropezado con un juez que ha paralizado ese atropello cautelarmente parando las obras. Y que con un poco de fundamento, respetando los derechos de la gente y con acuerdos en lugar de chantajes, se hubiera solucionado ese asunto en quince o veinte días yo creo que es algo que nadie pone en duda. La falta de respeto, la prepotencia y la actitud caciquil de siempre está trayendo consigo unas consecuencias gravísimas para el desarrollo normal de la vida de los vecinos y, sin duda, para la propia economía del barrio en pleno verano. Que digo yo que si la casas cueva esas hubieran sido de algún potentado, o fuera el lugar de veraneo del Melchior, eso sí te garantizo yo que hubieran arreglado el murito sin dejar caer ni una sola piedrita sobre esas viviendas, más que nada porque haciendo las cosas con el respetito mínimo imprescindible hacia lo ajeno nos hubiéramos ahorrado un conflicto judicial que se sabe cómo empieza pero no cómo puede acabar ni, sobre todo, cuándo.
Que tampoco vamos a entrar ahora en lo que está pasando en esta Isla, que ya bastante que hemos hablado de eso, con el mantenimiento y seguridad de la mayor parte de nuestras carreteras cuando, precisamente en municipios como Arico, con lo único que sueñan estos políticos es con abrir nuevas vías pese a que no hay un duro para mantener o mejorar lo que hay fundamentalmente porque las nuevas carreteras favorecen los pelotazos urbanísticos y suponen una buena y jugosa fuente de ingresos para las empresas, generalmente amigas, que se llevan las adjudicaciones.
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