José Luis Valdés / Artículos de opinión.- Propuesta y campaña de unidad obrera antiimperialista contra la UE que pretende cambiar la legislación actual de 48 horas de trabajo (conquista conseguidas por el proletariado mundial en sus luchas reivindicativas). La nueva Ley que pretende aplicar la UE recoge la jornada de trabajo semanal a 65 horas, haciendo retroceder al proletariado canario y europeo al siglo diecinueve. En respuesta a la provocación de la UE quiero agregar un documento sobre estrategia sindical presentado en Canarias en el I CONGRESO del MLNC celebrado en Guajara, Tenerife, en el mes de diciembre del año 2000, y abalado por los compañeros de las Células Comunistas presentes como delegados en el plenario. Esta propuesta fue leída y aprobada como documento base de trabajo por la práctica unanimidad de los presentes.
Han pasado ya más de siete años de la celebración del Congreso del MLNC y el panorama sindical no ha variado, mas bien a retrocedido en cuanto a los contenidos de la propuesta, por lo cual, continua estando vigente.
Propuesta de estrategia sindical
Introducción
Cuando la clase obrera está confusa y desorientada por culpa de las organizaciones políticas y sindicales del marco institucional y por políticos corruptos que utilizan sus cargos públicos para enriquecerse, malversar los fondos en proyectos innecesarios, pero que les proporcionen pingues beneficios. Cuando la corrupción es patente desde los estamentos más altos hasta el más bajo y está presente en toda la sociedad canaria, es necesario que los trabajadores/as busquemos vías de soluciones concretas. Son estos momentos de crisis y de pérdida de valores en los que es necesario dar propuestas claras y transparentes que afronten los problemas que padecemos. En este momento, es necesario un nuevo discurso en que las palabras tengan verdadero contenido y dejen de ser abstractas, es ahora cuando la verdadera alternativa política cobra su auténtica dimensión y se pone a prueba la capacidad de sus dirigentes y su justificación histórica.
Es indudable que nuestra Nación Canaria al igual que el conjunto de las naciones del Mundo se encuentra sumergida en esta crisis del sistema capitalista, pero también es cierto que quien más la sufre son los países dependientes o semicoloniales como es nuestro caso, ya que el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial depende de las potencias del mal llamado primer mundo, los cuales dictan los parámetros económicos y laborales en su propio beneficio sin importarles mucho el hambre, la miseria, la pobreza y otras lacras del sistema capitalista.
Este hecho unido a la dependencia de siglos de colonización nos obliga a los revolucionarios a un cambio y transformación de la sociedad, lo que determina la obligada presencia en las instituciones, pero nunca a cualquier precio.
Actualmente nos gobierna Coalición Canaria (con el beneplácito y apoyos de los partidos españolistas PP, PSOE), partido burgués que se ha aprovechado del legado nacionalista de izquierda, representado en su día por Pueblo Canario Unido (PCU), (U.P.C.).
Nuestro objetivo como revolucionarios son, por tanto, llevar a la clase obrera nuestra voz clara y definida, enmarcada en la actual coyuntura política, propiciando un gran acuerdo popular de base entorno a un programa común para el cambio político y la transformación de la sociedad. Acuerdo y programa que se inscriba en nuestra visión estratégica de las alianzas y acuerdos de las fuerzas políticas que apuestan por la liberación nacional dentro del MLNC.
Es necesario que los trabajadores/as nos organicemos en coordinadoras sindicales unitarias para ofrecer alternativa al conjunto de la ciudadanía.
Las Coordinadoras Sindicales Unitarias
Entre las líneas generales de la política de los revolucionarios de Canarias, han de tener presente el abogar por la unificación y creación de una central única de trabajadores canarios/as como representante y defensora de los intereses de todos los trabajadores manuales, cooperativistas e intelectuales de la ciudad y el campo, que se rija estrictamente por principios democráticos y asamblearios, que tenga por meta la emancipación social de los trabajadores/as, que sea anticolonialista y antiimperialista y eminentemente internacionalista.
Mientras en Canarias no existan las condiciones dadas para la creación de una central de este tipo, los independentistas de izquierdas se pronunciarán por la unidad de acción de las organizaciones sindicales que hoy actúan, sin discriminaciones, pero que reconozcan la lucha de clases y de liberación nacional y social como fuerza motriz del avance del pueblo canario.
No se trata de crear ningún sindicato más. Ya hay bastantes, incluso demasiados. La libertad sindical no puede comprenderse como la aplicación del absurdo principio “a mayor número de centrales sindicales y sindicatos autónomos, mayor libertad para los trabajadores”. Este principio siempre fue contrario a los intereses de la clase trabajadora.
Los militantes revolucionarios independentistas de izquierdas deben, pues, actuar en los sindicatos siguiendo el viejo principio de que debemos estar allí donde están las masas; contribuir a la defensa de los trabajadores; Ser activos en el sindicato en el que cada militante actúe, esforzándose en aplicar nuestra política sindical, que es clara y concreta. Así trabajaremos los militantes de izquierdas en los sindicatos con lealtad en concordancia con los principios de nuestra política, o sea, que nos vean como en realidad somos.
Conscientes de que el número de trabajadores sindicalizados en Canarias es muy reducido según las estadísticas y que las centrales sindicales están influenciadas por determinados partidos políticos y que en la práctica en parte sólo funcionan como oficinas burocráticas de asesoramiento, abogamos por una mayor participación en los órganos y por crear asambleas de trabajadores/as interviniendo en todas las áreas y luchas reivindicativas del sindicato.
No se pretende negar la acción de las secciones sindicales ni relegar a un segundo plano a las centrales sindicales, ni crear sindicatos sui generis al lado de ellas; sólo pretende asegurar una representación más directa de los trabajadores/as en todas las cuestiones que atañen a su actividad laboral, a su vida, a su presente y a su porvenir.
Una huelga, una manifestación, la firma de un convenio o pacto colectivo, lo debe de decidir no una minoría, sino la mayoría de los trabajadores/as.
Además, la acción conjunta de las centrales sindicales y los órganos democráticos de los trabajadores/as potenciaría el empuje de la clase obrera, y su mentalización de clase. Esa es la razón y no otra por la que es importante apoyar las Coordinadoras en lucha contra las burocracias sindicales y para cubrir una necesidad vital de los trabajadores: la defensa de sus intereses al quedar estos huérfanos por su desconfianza hacia los sindicatos, su ineficacia o su descrédito ante los ojos de los hombres y mujeres del trabajo.
En su acción sindical, es importante formular, a la vez, una tabla de derechos y reivindicaciones a favor de los trabajadores/as, entre los que pueden destacarse los siguientes:
- Revisión a fondo de la actual legislación laboral, el Estatuto de los Trabajadores, La ley Básica de empleo y otras, a fin de colocarla al compás de un proceso de moralización más profundo, haciéndola más efectiva en cuanto a la defensa de los intereses y derechos inalienables de los trabajadores/as y borrando toda la discriminación de la mujer y de la juventud.
- Revisión, especialmente, de la legislación sobre contrato de trabajo, contrato que debe entenderse siempre por tiempo indefinido, si no se especifica lo contrario; pero poniendo límite a los abusos de que son víctimas los trabajadores/as eventuales, contratado por obra, tiempo determinado o el famoso contrato por circunstancia de producción modalidad que da al patrón carta blanca para el despido; así como, el llamado “prestamismo” de los trabajadores, que debe ser prohibido. Ningún trabajador podrá ser discriminado por razón de sexo, edad, estado civil, raza, religión, ideología, afiliación política o sindical. El plazo de prueba para los trabajadores/as no podrá exceder de dos semanas y de un mes para los técnicos, los cuales pasaran a formar parte de la plantilla de la empresa a todos los efectos. El puesto de trabajo estará de acuerdo con la capacidad profesional de cada uno. La flexibilidad de plantillas y la contratación eventual no favorece la lucha contra el paro, poniendo en peligro el puesto de trabajo.
- Revisión de la legislación sobre convenios colectivos entre los trabajadores/as y los empresarios en el ámbito de la empresa; convenios colectivos que serán elaborados, de una parte entre centrales sindicales con representación cualificada en el ámbito industrial o geográfico que abarquen, y por un número paritario de representantes del Comité de empresa y de delegados de personal, de forma que los trabajadores/as tengan una participación directa en la confección de dichos convenios; y de otra parte, las asociaciones de patronos de las grandes, medianas y pequeñas empresas, de modo que no sean exclusivamente las primeras las que lleven la voz cantante en detrimento de las segundas.
- Las condiciones de los convenios colectivos de ámbito de empresa no podrán ser inferiores en ningún caso a las formalizadas en ámbitos superiores. Deberán ser elaboradas entre los Comités de empresa (con más de 50 trabajadores/as) o, en su caso, Delegados de personal (empresas con menos de 50 trabajadores/as) y el empresario. Los Comités de Empresa y los Delegados de Personal han de dar cuenta con regularidad de su gestión y actividad ante los trabajadores y trabajadoras gozando estos del derecho de revocación en cualquier momento, por causa justificada. Los Comités de Empresa o Delegados de personal serán los representantes oficiales de los trabajadores/as ante el empresariado, con derecho a intervenir en toda la vida laboral de la empresa. Esta les proporcionará locales, tablones de anuncio y lo que necesiten para el buen cumplimiento de sus funciones. Los miembros de los Comités de Empresas y los Delegados de Personal no podrán ser despedidos por el empresario, debiendo garantizar sus funciones de negociación, vigilancia y control de una disposición especial de la Consejería de Trabajo y Seguridad Social. Tanto los Comités de Empresas como los Delegados de Personal serán elegidos en votación directa y libre por los trabajadores/as, debidamente convocada, con el quórum y las mayorías que se fijen por los propios trabajadores/as; ellos mismos establecerán un estatuto por el que se regirán las elecciones, prestando especial atención a la forma de promoción de candidatos y la confección de candidaturas, con plazo suficiente para el conocimiento debido de los trabajadores/as.
- Ningún miembro de la dirección de la empresa podrá ser elector o elegible para los Comités o Delegados de Personal ni estar presente en los debates, discusiones o recinto de votación, estos han de ser imparciales en todo momento. El proceso de democratización de la vida política en Canarias ha de extenderse, por consiguiente, a las empresas y centros de trabajo.
- Se reivindica la jornada de trabajo de treinta y cinco horas a la semana y la semana de cinco días laborables, así como cuarenta y cinco días retribuidos de vacaciones, sobre la base del salario real, que no podrán ser compensados económicamente. La jornada será ininterrumpida, si así lo desean los trabajadores, con un intervalo de 15 minutos para tomar café cada dos horas y 30 minutos para comer, siempre que lo permita la actividad industrial o comercial y sin menoscabo para ella.
- Se crearán comisiones mixtas, con representantes de las centrales sindicales, Comités de Empresas, Delegados de Personal, Asociaciones empresariales y Administración, para incrementar automática, cada seis meses los salarios, si hubiera lugar a ello en consecuencia con el coste de la vida.
- Es urgente una política económica que corte lo antes posible la tendencia creciente al paro de la población canaria, y en particular de los jóvenes; una política que genere puestos de trabajo y estimule la inversión de capitales para generar trabajo; una política que combata el sabotaje de la gran burguesía dirigido a doblegar por el hambre a las masas trabajadoras y a frenar sus reivindicaciones.
- El subsidio de paro se acomodará al salario real del trabajador/a y no podrá ser inferior al mínimo interprofesional.
- El derecho a un salario igual (por igual trabajo) para la mujer y el joven trabajador/a ha de ser realidad en Canarias, para lo cual ha de desaparecer toda discriminación y vestigio de desigualdad social entre trabajadores.
- Tanto los jóvenes trabajadores, como los adultos, tendrán derecho a la formación profesional, capacitándolos para la actividad laboral y para la promoción y ascenso a todos los niveles de sus respectivos oficios y empleos. Las empresas privadas y públicas tendrán la obligación de dar toda clase de facilidades a aquellos trabajadores que realicen estudios. Habrá disposiciones legales más exigentes y completas que deberán de contribuir a crear condiciones de seguridad e higiene en las empresas para reducir el número de accidentes de trabajo. Los sindicatos podrán disponer de inspectores de trabajo con capacidad para demandar a las empresas que incumplan la legislación vigente.
- La edad de jubilación deberá ser establecida a los sesenta años para todos los trabajadores y las pensiones no podrán ser inferiores al salario mínimo interprofesional. Todos los ciudadanos tendrán derecho a una pensión.
- El Gobierno Canario tiene la obligación de proteger los intereses y derechos de los trabajadores/as y de favorecer el regreso a Canarias de los emigrantes canarios, y protegerlos para su incorporación a la actividad laboral en las Islas, conservando su derecho en cuanto a profesionalidad, categoría y convalidación de estudios realizados en el extranjero, tanto para ellos mismos como para sus hijos. En estos derechos estarán incluidos entre otros, el puesto de trabajo, o, a su efecto el subsidio de desempleo, la vivienda y los derechos adquiridos en materia de Seguridad Social. Todos los trabajadores de Canarias tendrán los mismos derechos y deberes.
¡Canarias Independencia y Socialismo!
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