Stop corrupción / Fuerteventura Limpia.- En 1939 dos reconocidos autores alemanes, Georg Rusche y Otto Kirchheimer, de la afamada "Escuela de Frankfurt", en un clásico de la literatura penal, habían hallado que en el nivel societal existe una estrecha correlación positiva entre el deterioro del mercado laboral y el aumento del número de detenidos, en tanto que no hay ningún vínculo comprobado entre índice de criminalidad e índice de encarcelamiento.
En 1890 Kropotkin argumentaba: “Puesto que la distribución de la justicia siempre fue el principal instrumento en la constitución de todos los poderes… no exageraré si digo que la cuestión de saber ‘qué debe hacerse con los que cometen actos antisociales’ encierra en sí la gran cuestión del gobierno y el estado”.

Dicho esto, el punto de partida es una noticia que está dando quebraderos de cabeza a más de uno y cuyo origen de la fiebre de construir cárceles no se acaba de entender. Se pretende construir una cárcel (además de la macrocárcel en Maspalomas) en Llanos Pelados, en Fuerteventura, cerquita del centro de menores... [foto]
Las prisiones del Estado español albergan hoy a más de 63.000 personas, lo que supone que por cada 100.000 ciudadanos hay 146 presos. La cifra sólo es superada por las olas de encarcelamientos de la posguerra. La directora de prisiones, Mercedes Gallizo, reafirmó su fe inmutable en el Estado Penal: "Si España decide que debemos ser el país con más presos por habitante, lo asumiremos". Finalizando con espíritu nacional-futbolístico: “¡A por ellos!”.
La colaboración de los "mass media" en este "clima moral" es indispensable, atacando el garantismo y erosionando el estado de derecho (con el PP pidiendo la rebaja de la condena penal a los 12 años). La curva de desocupación y de precariedad laboral y la población penitenciaria siguen una evolución rigurosamente paralela. Un problema que se agudiza más entre los jóvenes: un 70 % de los trabajadores menores de 30 años tiene contrato temporal.
La vasta recomposición de la "economía de las penas", la nueva organización del castigo, pareciera que intenta establecer un control sobre la población creciente sin futuro, los jóvenes-adultos en situación de espera entre el fracaso escolar y el trabajo precario e informal (cuya otra cara es el espantoso índice de siniestralidad laboral: la muerte obrera).
Volviendo a Rusche y Kirchheimer, quienes señalaban: "el capitalismo produce una población superflua respecto a las exigencias ordinarias del capital para su valoración (...) esta población no-necesaria se convierte en una cuestión que exige la intervención de las instituciones (...) si se trata de dinamita social, como los desempleados o los imposibles de emplear, entonces debe ser controlada".
Un consejero de las Naciones Unidas en el tema carcelario desveló el misterioso jeroglífico. Dijo que el Reino Unido y España utilizan la prisión para resolver problemas de justicia social, de equidad e igualdad de oportunidades. Una verdad más grande que una catedral.
Un texto de "Agitación Permanente" para Fuerteventura Limpia
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