Resaca de las escuchas / Foro Ciudadano Contra la Incineración de Residuos.- A ver si nos entendemos, yo no sé lo que es el 'tráfico de influencias' -que creo está tipificado en el Código Penal- además de que he perdido cualquier esperanza de llegar a saberlo algún día después de que el TSJC diera carpetazo a las escuchas telefónicas, en las que intervenían altos cargos del Gobierno de Canarias con Santana Cazorla, sin llevar a cabo la más mínima pesquisa conforme a los indicios que se desprendían de las conversaciones, lo que dio lugar a que el juez instructor elevara la correspondiente pieza separada que se archivó en tiempo récord.
Eso es un tema. El otro, el que Salvador Iglesias Machado considere que es una puta mierda eso de dejar la política "con una pensión de trescientas mil pesetas", en eso, qué quieren que les diga, estoy completamente de acuerdo con él. Pero no sólo la política, porque para los políticos jubilados siempre será más fácil que alguien te invite a un solomillo (o te envíe turrones por Navidad) que para un currante de esos que se dejan el cuero trabajando como un cabrón toda su puta vida para mantener a tanto gandul. La coña es que casi ninguno de esos consigue jubilarse con más de ciento veinte mil pesetas, que esas son las cosas de la vida.
Y otro asunto es que Iglesias Machado considere que lo que hay que hacer es dar el salto a la empresa privada en el momento oportuno, "dejando amigos en el gobierno, en la oposición" y demás, como relata este personaje al empresario canarión al que prometía todo tipo de gestiones para que sus varios miles de camas salieran adelante saltándose la moratoria. Porque relata con maestría el que fuera Director del Gabinete de Adán Martín cómo se pueden obtener informes jurídicos en un sentido o en el contrario si se saben mover los hilos oportunos en el Gobierno de Canarias, con lo que eso que dice siempre Zerolo de que "es que los servicios jurídicos del Ayuntamiento..." se presenta como bastante relativo dentro de cualquier procedimiento.
Pero independientemente de que a uno le parece, vistas así tal cual, que si las grabaciones de la policía no son "tráfico de influencias" son el Diablo por ellas -que ya decimos que de eso ni idea- verdaderamente lo que concluye uno es que tanto el Adán Martín, como el Berriel y, sobre todo y de una forma bastante infantil- Salvador Iglesias, centraban sus esfuerzos en dejarle claro a Cazorla que si conseguía alguna cama era gracias a sus gestiones directas contra los funcionarios y resto de políticos que mostraban desinterés o no hacían, según ellos, más que poner zancadillas.
Y especialmente patética era ver al Iglesias descalificando, o intentando descalificar, un informe jurídico de Martín Orozco con el que Santana Cazorla se sentía bastante satisfecho -pese a que le reducían el número de camas- porque según Director de Gabinete no había que renunciar a las 7.000 camas que inicialmente había pedido al alza el constructor grancanario:
SALVADOR: Coño ya pero que no se pueden cerrar las puertas, yo voy a llamar, yo voy a llamar mañana a él porque le, le digo Martín coño no me cierres las puertas, yo soy un amigo de él, yo tengo un gran cariño por él y lo voy a llamar porque yo colaboro con él en mil cosas siempre toda la vida y le voy a decir coño Martín explícame esto porque me están poniendo pegas abajo por tu informe.
En fin, que pareciera más bien una cuestión de celos, de hecho Iglesias le muestra a Cazorla su interés en verle personalmente en varias ocasiones sin que el empresario parezca mostrar especial interés. Y hubiera sido bueno, pienso yo, por la credibilidad del aparato judicial y por el interés de los propios afectados, incluso, que el TSJC hubiera abierto las diligencias pertinentes de cara a esclarecer los hechos. Ahora hay que creer la palabra del señor Iglesias, que dice que no intervino para nada, cuando de las conversaciones se desprende justo lo contrario. Y en las democracias, o supuestas democracias, todo esto se paga en términos de desconfianza generalizada hacia el aparato político y judicial. Lamentablemente lo de menos es ahora si los regalos de Cazorla, que circulaban por la valija del Gobierno de Canarias, eran turrones o peladillas. Eso ya es intrascendente, idependientemente de que el trato ese que le daba Iglesias a Cazorla, al que dice no conocía de nada, de "ta luego puntal", no me parece muy correcto, que digamos, dadas las circunstancias.
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