Isla Baja / El Digital de Canarias.- El alcalde de Garachico está tirando de la cuerda en su municipio a cuenta de los plenos y de la oposición socialista. Ramón Miranda teme al portavoz socialista, Juan Alberto, socialista de la vieja guardia e incorruptible, tanto que despertó y despierta recelos en la vieja guardia norteña socialista, osea, Cheo-Abreu-Acosta y a un destacado militante de las Juventudes socialistas, Maicol que representa los nuevos tiempos en el partido y que mirán más a JFLA que a Fraga, por supuesto. Pues este dúo tiene desquiciado al alcalde nacionalista que siempre ha ido de libre en su partido y se le conocen sus buenas migas con los alcaldes socialistas, pero todos fuera de su municipio, dentro es otra cosa. Por eso ha comenzando a portarse mal.

Primero hacía que los plenos los convocará el secretario, cuando lo tiene que hacer el alcalde y luego se saltaba el día y el horario convenido, aunque en este último se excusó con los Carnavales. Esto tiene caliente a los socialistas, los cuales quieren llegar a un acuerdo pacífico, ya que todos estos asuntos se han hecho, saltándose la ley por todos lados. Y es que para cambiar el día y el horario se tiene que convocar un pleno extraordinario, cosa que no ha hecho. Por eso los concejales socialistas se han levantado de los plenos y el grupo de gobierno lo ha aprobado todo en solitario, cosa que no es buena ni para el alcalde ni para el pueblo, porque el PSC-PSOE impugnará con razón esos plenos y todo lo que se haya aprobado si el juez lo tumba, pues no valdrá para nada. Esperemos que llegue la cordura al Ayuntamiento garachiquense.
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