Bomberos / Foro Ciudadano Contra la Incineración de Residuos.- Yo creo que puede resultar mucho más sorprendente el 'comunicado' del ínclito Hilario Rodríguez, el que le va ofreciendo trompadas a la gente por ahí, que la propia acción del suboficial de la policía local de Santa Cruz, de sacar una navaja con toda la chulería del mundo y liarse a arrancar pancartas de los opositores a bombero concentrados delante del cabildo.
Es más, los personajes hablan de 'amenazas' que, esencialmente, consistieron en recordarles la legislación vigente que convenientemente llevaban los bomberos impresa, sin que ningún agente prestara el más mínimo interés no sólo en escuchar sus argumentos sino, peor todavía, en nombrarles a los muchachos la normativa concreta que estaban infringiendo según la 'autoridad'. Pero esa estrategia policial, más vieja ya que la noche de los tiempos, de denunciar a la única víctima de un hecho cuando cualquier ciudadano exige legítimamente el respeto de sus derechos, acaso en este caso... no sé, depende mucho de en manos de qué juez caiga el asunto, porque pareciera que alguien ha echado una buena cagada por fuera del recipiente habilitado al efecto.
Y supongo yo, para eso son 'brazos ejecutores de la Ley', que estos guardias e Hilario Rodríguez, así como el Melchior que mandó a la seguridad privada del Cabildo a hacer lo mismo unos días antes, tendrán el temita bien amarrado desde el punto de vista jurídico, porque a simple vista esto de que con una ordenanza inespecífica o con un 'informe jurídico' de los muchachos de Melchior se pueda ir contra principios básicos protegidos en la Constitución y en leyes orgánicas que desarrollan lo que es la defensa de derechos fundamentales del personal, francamente, pareciera cojear por todas partes. Y sin una orden judicial, francamente y si yo fuera guardia, no hubiera hecho semejante barbaridad ni jarto grifa.
Y no me extraña nada, por otro lado, que los guardias estén tan ofendidos y consideren como 'amenazas' el hecho de que los opositores a bomberos les recitaran de carrerilla la legislación que les ampara y, como si esto fuese un estado de derecho, les anunciaran una querella criminal por semejante acto de bandalismo -como mínimo por las formas- perpertado por agentes de la autoridad. Claro que se trata de una 'amenaza' en toda regla o, más bien, me parece lógico que, en un caso como éste, los guardias se sientan claramente amenazados por las posibles consecuencias penales de semejante barbaridad.
Otra cosa es lo que ellos llaman 'amenazas' en cualquier parte del mundo civilizado se considera como la forma correcta de proceder frente a la autoridad, o frente a quien sea, de cualquier ciudadano que sienta conculcados sus derechos. Porque hay que tener mucha cara dura, o mucha desvergüenza, para decir que esas pancartas obstaculizaban el acceso al Cabildo o no sé qué del mobiliario urbano. Porque, según éstos, pareciera que hacer uso de media docena de adoquines para concentrarse uno con su cuerpo en dominio público infringiría las ordenanzas municipales de Zerolo que, por lo visto, priman sobre el articulado constitucional. '¡Manda huevos!' a Sandra!, como diría otro tremendo belillo en el Parlamento español. Ese que tomaba islas con helicóptero 'al alba y con viento de poniete', o algo así.
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