Agapito de Cruz Franco / Artículos de opinión.- Al final tuvo que ser con los rusos de por medio. Por fin, la Avda. del Generalísimo Franco de la ciudad turística del Puerto de la Cruz cambia de nombre. Paradojas de la política, un acuerdo PSOE-PP salido del Pleno del 25 de enero pasado ha dado carta verde al cambio. El 250 aniversario del nacimiento del insigne ingeniero canario y una de las figuras más deslumbrantes de la ciencia mundial, Agustín de Betancourt, es el hecho histórico y cultural que, inteligentemente, esgrimió la actual alcaldesa Lola Padrón (PSOE), para convencer a su colega de coalición Eva Navarro (PP), quien estaba empeñada en que terminara llamándose Avda. de España. Sin embargo, no consiguieron evitar el voto en contra de CC, quien –sin oponerse al cambio del general superlativo- aportaba la idea de Isidoro Luz Carpenter (1897-1980) alcalde durante la Dictadura de Primo de Rivera, los dos años anteriores al Golpe de Estado de 1936, y desde 1944 a 1962, año en que sería nombrado Presidente del Cabildo de Tenerife. Representativo del boom turístico del Puerto, sus concomitancias políticas franquistas hubieran hecho de la decisión de poner su nombre a la calle en lugar de la del Dictador, una contradicción. Escoltada por los típicos edificios de los años 60 y 70, cuando gigantescas moles de cemento armado crecieron como hongos en este bello lugar del Jardín de las Hespérides, transformando todo su suelo en urbanizable, la Avda del Generalísimo ha muerto. El nombre que en el futuro llevará esta importante vía será Avda. de la Familia Betancourt y Molina. La razón está en el deseo de integrar en un mismo nombre, no sólo a Agustín de Betancourt, sino a sus hermanos Jose y Mª del Carmen que tuvieron también en su momento una relevante importancia cultural y científica. Por otro lado, ha ayudado a ello el hecho de que ya exista una calle con su nombre.
Nacido en esta ciudad en 1758, y muerto en San Petersburgo en 1824, Agustín de Betancourt y Molina fue el ingeniero de los Zares, aunque al final de su vida entró en desacuerdo con ellos. Diseñó y construyó el Picadero de Moscú, el principal recinto comercial del siglo XIX en Nizhni Nóvgorod, la fábrica de papel moneda y la modernización de la factoría de armas de Tula y una draga para el puerto de Kronstad. Además, canales, puertos y exclusas a lo largo del país diseñando maquinarias y mecanismos para la construcción de la catedral de San Isaac. Aparte de fundar las Escuelas de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de España y Rusia, había paseado su actividad investigadora y sus estudios científicos por París y Londres.
Con motivo pues de su aniversario, el cambio de nombre de esta Avenida, se unirá a los diferentes actos conmemorativos que días atrás ya se iniciaron en San Petersburgo con una conferencia a base de ponencias sobre su vida, un sello postal ruso en su honor y diferentes homenajes y exposiciones. Estos actos tendrán continuación en el Puerto de la Cruz a base de exposiciones y encuentros culturales como el que realizarán todos los Rectores de las Universidades de Rusia el próximo 18 de febrero.
La memoria histórica empieza a ser restaurada en el antiguo Puerto de La Orotava. La relación de esta ciudad con el Sr. Francisco Franco -hasta ahora como digo nombre de esta Avenida.- tiene que ver con el 1º de mayo de 1936, cuando mientras en el Puerto se desarrollaba en paz la Fiesta de los Trabajadores, apareció con una Compañía de militares situando cañones y ametralladoras sobre sus azoteas durante su etapa como Capitán General de Canarias. Nadie se explica cómo ante este acontecimiento, al que se une su Golpe de Estado contra la Ley y el Orden democráticamente establecidos y la Dictadura posterior, haya permanecido su nombre en esta gran arteria portuense. No se entiende, sobre todo si miramos a todos los gobiernos municipales habidos desde la llegada de la democracia tanto del PSOE como de CC y que cualquiera de ellos podía haberlo denunciado. Sea como sea, el hecho es que el Generalísimo se va del Puerto. Mucho mejor: lo echan. Gracias Lola. Gracias Eva. Gracias Agustín. Gracias Rusia.
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