En pie contra el anillo insular / Isla Baja se Mueve-Ecologistas en Acción.- En la Plaza del Amparo tuvo lugar una reunión entre las personas afectados por el paso del anillo insular y el colectivo Isla Baja se Mueve-Ecologistas en Acción con el fin de intercambiar la información recavada al respecto.
Del mismo modo que los vecinos expusieron los datos que las Administraciones les han aportado, el colectivo contrastó su opinión al respecto, llegando finalmente a la firme decisión de constituir un frente homogéneo en la lucha y ofrecer alternativas al proyecto de la nueva autopista.
Según los vecinos “se perderán tradiciones como la subida y bajada del Poleo y de los Hachitos. Casi todas las casas afectadas deberían ser respetadas como patrimonio histórico, puesto que poseen tres siglos de antigüedad, además de cocinas de leña, lagares, y una actividad de la cual queda cada vez menos: la agricultura vinícola y de autoabastecimiento”.
A parte de esto, el lugar posee varios nacientes de agua, como el del Lomo de La Vega, que abastece a la zona de Ruilá. También se verán afectadas las arquillas de Canuto, en El Amparo, en el que hay 800 accionistas de agua.
Isla Baja se Mueve-Ecologistas en Acción suma a todas estas pérdidas, “que el Anillo Insular es un problema para toda la Isla”. Exponen que “para el futuro ya no quedarán tierras de cultivo, con lo cual dependeremos íntegramente del exterior: nuestra economía y nuestra calidad de vida se verán gravemente afectadas. Por otra parte perderemos parte de nuestra cultura en las zonas rurales”.
Además, añade el colectivo, “cuando la isla esté masificada y sepultada por el hormigón y el asfalto, ya no será un atractivo para el turismo que interesa a las Canarias: el que viene a Tenerife con la idea de encontrar algo diferente a las grandes ciudades donde ya viven todo el año, el que viene a encontrar una isla bonita, tranquila, verde y paradisíaca, y el que sabemos que va a cuidar y a respetar el entorno tanto como los que vivimos aquí y apreciamos todo ello. Para entonces ¿tendremos que comernos el cemento?”.
Tanto las personas afectadas como Isla Baja Se Mueve denuncian que el trato desde las Administraciones hacia los vecinos afectados debería ser más humano. Según Ingrid Rivero “las cosas no son tan fáciles, como pagarles 3 euros por metro cuadrado y un piso en una barriada en otro lugar. Los afectados se preguntan dónde pondrán luego todos los enseres de la huerta y sus gallinas, sus cabras… Se verán obligados a cambiar su forma de vida de un día para otro, y manifiestan que no están dispuestos a ell
Comentarios