Neoliberalismo / En Lucha.- Por Elvira Boix. A pocos meses de las elecciones generales, las políticas neoliberales llevadas a cabo por el Gobierno de Zapatero le están empezando a pasar factura. El desastre de las obras del AVE, que ha acabado afectando como siempre a la gente trabajadora, es resultado de las políticas económicas de ZP.
La destrucción de RENFE como ente totalmente público y su privatización encubierta a través de las subcontratas, se convierten sobre el terreno en peores condiciones de trabajo y de seguridad. Los 13 trabajadores muertos hasta el momento en la construcción del AVE son fruto del neoliberalismo del Gobierno de ZP.
La implantación de un modelo basado en el mercado ha tenido sus últimas consecuencias en el sistema de trasporte público en Barcelona, pero este desastre no ha sido el primero ni será el último.
Las supuestas mejoras sociales que ha llevado a cabo ZP desaparecen si observamos como se han puesto en práctica. Por ejemplo, las asociaciones de familias con familiares dependientes han denunciado que las ayudas previstas en la Ley de dependencia no se reciben por falta de presupuesto. Por otra parte, según un informe de la Agencia Tributaria las mujeres cobran de media un 30% menos que los hombres. La entrada en vigor de la Ley de igualdad hace más o menos un año, no ha servido en absoluto para acortar estas diferencias ni para mejorar las condiciones de trabajo o la precariedad en el empleo femenino; una Ley que se lanzó a bombo y platillo pero que, al no ir acompañada de medidas coercitivas para las empresas que la incumplieran, no está sirviendo para nada.
El gobierno de Zapatero llevó a cabo una reforma laboral en 2006 con el objetivo “teórico” de mejorar el empleo estable y la cohesión social. En realidad esta reforma, consensuada con patronal y las cúpulas de los sindicatos mayoritarios, se hizo en línea con los principios de la economía neoliberal: regularizar el mercado de trabajo en base al crecimiento y a la competitividad empresarial. Esta reforma reducía el coste del despido para la nueva contratación y recortaba las aportaciones empresariales a la seguridad social, a cambio “supuestamente” de un aumento de la contratación indefinida.
Un año después de la reforma, las cifras son claras: dos de cada tres trabajadores tienen un contrato en precario y los puestos de trabajo de calidad van siendo sustituidos por contratos en precario. El crecimiento económico por encima de la media europea se ha visto “recompensado” para los trabajadores en una pérdida del 4% del poder adquisitivo en los últimos dos años. El endeudamiento de las familias supera ya de media el 40% de sus ingresos y esto ante la perspectiva de unos tipos de interés hipotecarios en alza.
Más beneficios
Zapatero llegó al gobierno aupado por los millones de ciudadanos que fueron a votar para echar al PP.
El famoso talante impulsó medidas como la legalización de los matrimonios gays, la ampliación del permiso de paternidad… Medidas con un coste económico cero, sin embargo, su política económica muestra su aceptación plena por un modelo basado en el neoliberalismo.
La reforma laboral ha hecho crecer la precariedad laboral hasta un 34% y ha introducido un recorte en las futuras pensiones al aumentar el periodo de cálculo de las mismas. Además, las empresas han reducido sus aportaciones a la seguridad social, lo que significa una disminución de ingresos para la caja del Estado.
Mientras que los beneficios de las empresas han aumentado en los dos últimos años de forma considerable, se ha reducido el impuesto de sociedades para las mismas. En la reforma del IRPF que entró en vigor el 1 de enero de este año, se reducen los tipos impositivos para las rentas más altas y para las plusvalías.
Por otro lado, la accidentalidad laboral sigue siendo de las más altas de la UE y mientras todos los estudios denuncian que las causas principales son la precariedad y la subcontratación. El gobierno se contenta con campañas publicitarias en lugar de dotar de medios a la inspección de trabajo, y las deslocalizaciones se han ido sucediendo sin que el gobierno haya hecho el menor intento de impedirlas.
La lógica del mercado
A su vez, el mismo gobierno que retiró las tropas de Irak, obligado por la presión popular, tiene tropas en Afganistán y ha presentado en el proyecto de presupuestos del Estado para 2008, una inversión para gastos militares de 4.080 millones de euros que supone un incremento del 27,7% respecto al ejercicio anterior.
La gestión de Zapatero no ha supuesto ningún cambio fundamental respecto a las políticas económicas llevadas a cabo por el gobierno del PP. Se inscriben en los postulados de la lógica del mercado y del neoliberalismo abrazados ya por el PSOE en los 80 y que encajan perfectamente en las políticas impulsadas por los gobiernos de la UE.
Ante la proximidad de las elecciones, el gobierno de Zapatero va a utilizar la baza de mostrarse como alternativa de izquierdas ante un PP cada vez más cómodo en un discurso altamente conservador. Una segunda mayoría confortable para el PSOE podría endurecer las políticas neoliberales, más ante un panorama económico incierto.
Como se ha visto en otros países, las políticas económicas de recorte del gasto público, de privatización de los servicios públicos, de deslocalizaciones o de desregulación de las relaciones laborales, sólo pueden romperse desde la movilización de todos los sectores implicados.
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