Stop corrupción / Apestando por lo Nuestro.- O al menos así lo decía hace unos días el Diario de Avisos. Menos mal. Parece ser que el “presidente” del Gobierno de Canarias va a terminar con las listas de espera del Servicio Canario de Salud. El Gobierno de Canarias, esa institución que aún no sabemos para qué sirve, pues o sobra el gobierno o sobran los cabildos, el mismo que derrocha dinero en el estatuto de autonomía, va a empezar a preocuparse por las cosas serias, a pocos meses de las elecciones. ¡Qué casualidad!
¿Pero a quién vas a engañar, Paulino? ¿Cómo puedes pretender que te tomen en serio a estas alturas? Como si no supiéramos lo que realmente quiere Coalición Canaria. Que las listas de espera se mantengan, para poder desviar enfermos a SUS hospitales privados, en conciertos que cuestan un ojo de la cala a la sanidad pública. Y eso es todo. Que se dejen de estupideces, o de echarle la culpa a los inmigrantes del pésimo servicio que dan.
La atención primaria es pésima. Entonces, lo que hacemos todos para que no nos atiendan al cabo de cinco años, es entrar por urgencias. Llegas diciendo que tienes un dolor en la barriga, que si no será porque tienes el colesterol alto, entonces te hacen todas las pruebas que te iban a hacer dentro de ocho meses, y resuelto el problema. Y si realmente estabas mal, te quedas en un pasillo, pero rodeado de médicos, donde si gritas, seguro que te atienden. Siempre es mejor eso que morirse en casa, mientas se resuelve una lista de espera.
Ese es el motivo por el que se saturan las urgencias, y nada más. Y ese es el motivo por el que no se reducirán las listas de espera. Porque para la porquería de atención que te da el Servicio Canario de Salud, la gente prefiere hacerse seguros privados, que luego son atendidos en los mismos hospitales de la misma gente: los “amigos” de Coalición Canaria.
Menos demagogia, que al mago se le conoce por los hocicos…
Muy ética su propuesta. Colapsar urgencias para mirarse el colesterol, ..., y el que tien un infarto que espere.
Publicado por: Médico | 09/01/2008 en 10:45 a.m.