Ramón Afonso / Artículos de opinión.- Espero que quienes crean que el pensamiento lógico es patrimonio de todos los individuos de nuestra especie no estén equivocados, como supone un entrañable amigo. Él sospecha que en los albores del aprendizaje cognitivo muchas personas se perdieron algunas “clases” irrecuperables, esto les ocasionó graves déficits operativos impidiéndoles desarrollar un pensamiento lógico. Qué diría Aristóteles si fuera cierto que muchos humanos no son capaces de deducir que Miau es un carnívoro a pesar de advertirles previamente que Miau es un gato y de que todos los gatos son carnívoros…Y eso sin confundirlos con la sentencia de Deng Xiaoping, que Felipe González y Tony Blair –genocida en excedencia y católico de nuevo cuño -hicieron tan suya, de que “No importa que el gato sea blanco o negro; lo que importa es que cace ratones”. Abundando en la perorata de mi amigo, un reciente estudio sobre la drogodependencia en Canarias aporta matizaciones de género al afirmar que los hombres -más “simplones”- reaccionan mejor si se les martillea con consignas, mientras que las mujeres parecen atender mejor a “razonamientos sobre los pros y los contras del consumo de drogas”.
Pero los tiros van por otro lado. Sin necesidad de acudir a las extravagancias mediáticas de la contra venezolana sobre la reforma constitucional -Chávez nos quiere quitar a los niños, el populista Chávez gobernará de forma vitalicia, la tiranía del inexistente partido único o el exabrupto del Borbón franquista- lo cierto es que, tras lograr convertir al sacrosanto mercado en regulador del orden social, las agencias de inteligencia, los bancos y las empresas del Ibex 35, muchos responsables educativos, editoriales o medios de comunicación consideran que es posible hacernos vivir en el engaño de este espejismo para que el sistema funcione a la perfección. Mientras el fracaso social en la educación se ha convertido en estructural y hasta pareciera intencionado, la reflexión y la divulgación del conocimiento ha dado paso a una emotividad manipulada basada en los valores más reaccionarios, cuando no en la carnaza del “ojo por ojo” o cruentos y paralizantes relatos de sucesos escabrosos que elevan a paradigma moral nuestros más reprobables instintos. Pretenden confundirnos con las falacias y trucos del pensamiento circular: “el Tratado de Lisboa de la UE es democrático, porque si no fuera democrático no sería europeo y, por lo tanto, para qué un referéndum”. Cuando no es suficiente, apelan a la autoridad, aunque sea la del Instituto Elcano y su trolero barómetro. Tampoco dudan en acudir a la misericordia para garantizarse una supuesta victoria moral: “Y qué pasa con los inmigrantes” (invoca Paulino Rivero como si le importara). La confrontación de ideas, la controversia edificante, en el mejor de los casos, se reduce al intercambio histriónico de insultos y descalificaciones personales entre cuatro supuestos famosillos que parecen saber de todo. Aunque si se discute sobre Venezuela, Cuba o el País Vasco, pobrecito del que ose argumentar a favor de los revolucionarios cubanos o venezolanos, y no digamos de los que creen necesario el dialogo con ETA. Qué razón tenía Quevedo cuando afirmó “donde hay poca justicia es peligroso tener razón”…
Así nos han ido adiestrando para poder decidir “democráticamente” verdaderas aberraciones como los bombardeos de Yugoslavia, la invasión de Iraq y Afganistán o el Frontex y su reguero de muerte inmigrante, acciones inabordables pues la democracia ya las debió aborrecer a pesar del disfraz de extrañas ayudas internacionales que las envuelve; para aceptar con naturalidad que unos supuestos demócratas (PSOE y PP) se las puedan componer para ilegalizar (proceso 18/98) un partido político y meter en la cárcel a sus dirigentes, aunque esos mismos demócratas dejan impune la violencia fascista y las soflamas de Federico Jiménez Losantos animando a revivir el espíritu golpista del 36; que se les perdonen impuestos a los que más ganan o que, decretazo tras decretazo, se desarme sin compasión al movimiento sindical mientras sus élites y allegados pastorean a los trabajadores y se alimentan de la sopa boba de los cursos de formación sintiéndose como en casa cuando dan conferencias en la caverna tenebrosa de la Faes.
Este vaciado democrático ha impregnado en cascada todos los estamentos del Estado de Derecho y ha calado en las instituciones más cercanas a los ciudadanos. En un verdadero estado democrático no se podría permitir que el Parlamento de Canarias aprobara mecanismos que consintieran la evasión fiscal a los ricos (Ric) cuando casi el 30 % de su población vive por debajo del umbral de la pobreza; tampoco se hubiera podido aprobar la Ley Electoral que echa por tierra la máxima “una persona un voto”, ni impedir la discusión en su sede de la ILP en contra del puerto de Granadilla avalada por más de 50 mil firmas. La mercantilización de la salud y la educación, expropiando lo público a favor de intereses privados, no hubiera sido posible; ni que la Consejera de Educación enviara a la hoguera el libro de los Fernández Liria y Luis Zahonero. Del mismo modo, cuando el sentido común les ha traicionado y han elaborado leyes justas pero que no respondían a sus intereses oligárquicos simplemente las han incumplido -la moratoria turística- o derogado como aquella ley del Pacto de Progreso que declaró las aguas canarias de dominio público.
Y la podredumbre contagia al pueblo llano que enaltece y protege al pícaro – Alahurín, Totana o el Lanzarote de Dimas Martín-.Cómo explicar si no la proliferación de alcaldes imputados por delitos de corrupción –S/C de Tenerife, Mogán, Firgas- que han renovado sus cargos en las últimas elecciones. La impudicia ha llegado a ser tan intensa que el también imputado alcalde de Arona, José Alberto Rodríguez Reverón de Coalición Canaria (CC), siendo coherente con su declaración de que si no se cometieran ilegalidades urbanísticas el desarrollo de su pueblo se vería seriamente afectado y actuando como un falso Robin Hood concedió, según la fiscalía, más de 200 licencias de obras ilegales –hasta su casa familiar es ilegal- cometiendo un delito continuado de prevaricación. Para rematar la faena, el ayuntamiento de Arona, en votación “democrática”, ha decidido correr con los gastos que pueda generar la defensa del arquitecto municipal y de un empresario inmobiliario -los únicos detenidos- imputados por los presuntos delitos de cohecho y tráfico de influencias. Llueve sobre mojado, Miguel Zerolo -otro alcalde de CC imputado (Forum Filatélico), querellado (Las Teresitas) y a la espera de calificar jurídicamente la venta de Emmasa- tras negarse reiteradamente a cumplir la sentencia que anulaba la venta de Las Teresitas y que significaba el regreso a las arcas municipales de 8500 millones de pesetas, dio saltos de alegría con el último auto de Tribunal Superior de Justicia de Canarias que torpedea la valiente querella de la Fiscal Farnés al despojar al edil y resto de imputados de responsabilidad penal, convirtiendo el pelotazo en un mero error administrativo en la tasación de los terrenos. Sin embargo, ese mismo poder judicial que permite estos desaguisados arremete con inusitada fuerza contra los que desde el respeto a las normas pretenden que se haga justicia, las víctimas ahora son los ecologistas de Ben Magec -“culpables” de denunciar la ponzoñosa trama que rodea el proyecto de Chillida en Tindaya por lo que deben pagar las costas judiciales- y El foro Contra la Incineración, por actuar con “malicia”, según un juez de Güimar, al denunciar el ruinoso estado de las torretas de Endesa-Unelco cuando el largo apagón provocado por la tormenta Delta.
Contra la ignorancia que nos impone el capitalismo debemos oponer el estudio, el conocimiento, la reflexión, la lectura, y sobre todo, la ineludible construcción popular y democrática de los instrumentos que nos ayuden a descubrir no sólo al carnívoro minino sino su color y su naturaleza.
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