Orestes Martí / Artículos de opinión.- Hace varios días leí un artículo del amigo Rafael Morales (Stiglitz, economista de moda) que hizo retrotraerme a muchos años atrás: acababa de triunfar la Revolución cubana y Carlos Rafael Rodríguez andaba haciendo una labor de recogida de fondos para echar a andar de nuevo el Periódico "Noticias de Hoy" (asaltado y clausurado por la dictadura batistiana y del que posteriormente fue su director hasta el año 1962), en una campaña que se denominó "A darlo todo por Hoy"; fue aquella la primera vez que escuché una explicación de la diferencia que existe entre "crecimiento" y "desarrollo".
A mis incipientes lecturas teóricas de auto estudio ("Los Fundamentos del Socialismo en Cuba" de Blas Roca Calderío; "El Estado y la Revolución" de V. I. Lenin; "La Historia me absolverá", alegato de autodefensa de F. Castro en el juicio por el asalto a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo; así como de cuanta literatura de este tipo caía en mis ávidas manos de lector empedernido) fui agregando no sólo la imprescindible praxis diaria sino que incursioné -hasta donde me fue posible- en otros niveles de estudios teóricos con mayor disciplina y rigor.
Todo aquello me permitió conocer las sutiles diferencias que existen entre los ideovocablos e ideoconceptos de una terminología objetiva, basada en hechos y realidades y otra que se apoya en la manipulación más descarada y que emplea "ruidos" y "blancos" informativos para desinformar.
Volvamos al artículo del amigo R. Morales. Expresa el periodista que: "Stiglitz acaba de poner nerviosos a los economistas convencionales al declarar que ´el Producto Interior Bruto (PIB) no mide adecuadamente los cambios que afectan al bienestar´. Un varapalo para los líderes políticos que todos los días informan de que la economía va estupendamente porque el PIB creció varios puntos. O que va regular si creció menos" ...
Vuelvo yo a Cuba y recuerdo cuando su presidente, F. Castro -fuerte defensor de un nuevo tipo de medición para determinar el PIB- brindó en junio del 2006 la información sobre el PIB de su país. ¡La que se armó!... Y lo que se escribió...
Así, por ejemplo, en un artículo -escrito en 2005 y al que aún se puede acceder en Internet- bajo el título "La magia económica de Fidel Castro" se expresa: "Fidel Castro acaba de anunciar que el Producto Interno Bruto (PIB) de Cuba creció en más de un once por ciento este año y pronosticó que crecería en un diez por ciento en 2006. El PIB es la medida de lo que produce una nación en un período dado y es el indicador más utilizado para saber cómo se comporta una economía. El PIB es la suma del consumo, la inversión, el gasto gubernamental y la diferencia de las exportaciones y las importaciones de un país. En un año dado este indicador mide el volumen de los nuevos recursos disponibles en una economía... Las cifras anunciadas por Castro corresponderían a una economía pujante... De hecho, tales cifras son impresionantes y se pudiera concluir que la economía cubana está funcionando muy bien si las mismas fueran ciertas. Yo dudo que lo sean y paso a explicar por qué... Primero que nada debo señalar que el PIB era estimado por el Departamento de Investigaciones Económicas del Banco Nacional de Cuba, función que fue cancelada por Ernesto Guevara a comienzos de 1960. Lo que motivó tan drástica medida fue que dicho departamento hizo un estimado del PIB para el año anterior, el primero de la gestión revolucionaria, que indicó un crecimiento de sólo un uno por ciento para ese año, tasa que resultó inadmisible para Guevara y por lo tanto no publicable. De ahí en adelante y aunque parezca insólito, no hubo un verdadero sistema de cuentas nacionales... Desde entonces, nunca hubo muestras de que el país hubiera desarrollado un sistema respetable de cuentas nacionales que pudiera medir el PIB y sus componentes con un mínimo de confianza. Era claro que Castro no estaba interesado en que sus funcionarios conocieran el verdadero estado de la economía cubana. Después de todo el desarrollo económico del país no era parte de su programa de gobierno... Por otra parte, cuando las cuentas nacionales se toman en serio, los estimados no se dan antes del fin de un año, mucho menos por los jefes de gobierno. Cuando esto sucede y cuando encima de todo el gobierno es de carácter totalitario o dictatorial como el cubano, ningún observador profesional de las economías del mundo va a tomar las cifras en serio. La tasa de crecimiento anunciada por Castro carece además de una explicación de los métodos de estimación y de los documentos que permitirían una evaluación independiente del grado de confianza de las cifras... Pero Castro no se limita a una pantomima estadística para este año, si no que la proyecta para el que viene. Cuando supe del pronóstico de crecimiento de un diez por ciento no pude evitar preguntarme en broma qué clase de modelo macro-econométrico habrían utilizado los economistas del régimen para producir esa cifra y cuáles habrían sido las hipótesis de trabajo del pronóstico. Generalmente, estos pronósticos se explican al público para darle a las cifras, al igual que a los estimados corrientes, cierto nivel de confianza. Nótese que tanto para el estimado de 2005 como para el pronóstico de 2006, Castro sólo da la tasa de crecimiento sin mencionar el volumen total del PIB al que se refiere... La razón por la que Castro omite tales cifras la da él mismo en el discurso aunque de manera casi imperceptible. El dictador mencionó casi de paso que este año se había incluido en el cálculo del PIB el valor agregado de una serie de prestaciones sociales que se habían omitido en años anteriores. Independientemente de la validez teórica y metodológica de esa práctica, lo que esto significa es que los componentes de cualesquiera que sean los estimados para 2005 y proyección para 2006, ambos son muy arbitrarios y sugieren que Castro está necesitando cifras optimistas con motivos puramente propagandísticos."
Creo que con lo expresado hasta aquí tenemos elementos suficientes para hacernos una idea de las objeciones que se han venido utilizando sobre la forma en que, en Cuba, se mide el PIB.
Ahora tendríamos que volver a lo expresado por Morales en su escrito sobre Stiglitz: ..."Pero regresemos al PIB. ´No mide adecuadamente los cambios que afectan al bienestar, ni permite comparar correctamente el bienestar de diferentes países', dice Stiglitz. Hay que buscar otros instrumentos porque el PIB ignora sus efectos concretos sobre una población de nivel de vida desigual, y es engañoso porque ´no toma en cuenta la degradación del medio ambiente ni la desaparición de los recursos naturales´ a la hora de cuantificar el crecimiento. El abuso de esta forma de medir puede satisfacer a dirigentes políticos amigos de la ortodoxia económica actual, pero parece contraproducente para aprehender la realidad. El crecimiento del PIB puede disimular una caída violenta del bienestar de la población. Advierte el premio Nobel que ´esto es particularmente verdadero en Estados Unidos, donde el PIB ha aumentado más, pero en realidad gran número de personas no tienen la impresión de vivir mejor porque sufren la caída de sus ingresos´. En síntesis, la percepción colectiva inducida según la cual a mayor crecimiento más bienestar no es más que un espejismo contable. El PIB ni siquiera calcula bien el crecimiento mismo al no restar sus aspectos destructivos desde el punto de vista estrictamente económico".
Un cable de Prensa Latina coincidía con lo expresado por Morales: "París, 10 ene (PL) El Nobel de Economía Joseph Stiglitz devaluó la validez del producto interno bruto (PIB) como instrumento de medida de crecimiento económico, porque oculta variables importantes como el grado de bienestar de la población. El PIB no mide adecuadamente los cambios que afectan el bienestar, ni permite su comparación correcta entre los diferentes países, precisó el miércoles el economista estadounidense, profesor de la Universidad de Columbia. Encargado de dirigir en París un grupo de reflexión sobre el bienestar, el laureado con el Premio Nobel de 2001 admitió que medidas complementarias a los índices actuales, como las que se propone lograr, cambiarán las estadísticas. Recordó que entre los especialistas existe desde hace mucho el sentimiento de que el PIB no es un buen instrumento de medición de comportamiento económico. Sólo compensa a los gobiernos que sólo aumentan la producción material, sin reparar en el bienestar de la población, dijo y agregó que tampoco toma en cuenta la degradación del ambiente ni la desaparición de los recursos naturales. Instrumentos como el PIB no recogen la mejoría de la calidad de la vida al no aparecer ésta como un aumento de consumo material y, por el contrario, advirtió, puede disimular una degradación violenta del bienestar de la población."
Antes de continuar -recordemos que: se denomina PIB cuandoo comprende las unidades productivas dentro de las fronteras nacionales, y Producto Nacional Bruto -PNB-, cuando incluye también el resultado de lo producido por entidades de un país fuera de sus límites territoriales; ocupa un lugar destacado dentro del lenguaje empleado por los economistas, por su frecuente empleo para medir de forma sintética, el desempeño económico de un país y/o grupo de países y/o regiones del mundo. Aunque existen diversas maneras de calcular el PIB, (por su creación o por su destino) desde el punto de vista de su creación, es un indicador que resulta del saldo de deducirle, al valor de la producción (VP), el importe del consumo intermedio (CI), con lo que se elimina el doble conteo y se obtiene como resultado (R) el "valor agregado bruto" (VAB) por cada actividad durante el período que se analiza-, me parece necesario proceder a hacer una aclaración general: hay bastantes más objeciones al empleo del PIB como método de medición- que por otra parte es sólo uno de los indicadores del llamado "Sistema de Cuentas Nacionales"-, que las expresadas por el Nobel Stiglitz.
Entre las numerosas objeciones que los expertos han hecho al PIB como método de medición, están las siguientes:
- Tiene notables deficiencias en la medición de los servicios sociales a la población. Encubre las desigualdades.
- Puede crecer a la par que esté ocurriendo un deterioro de las condiciones sociales.
- No toma en cuenta la pérdida de recursos naturales y otras afectaciones al medio ambiente.
- En los servicios sociales que se comercializan, se acepta que el valor del servicio es superior al gasto, pero no así en el caso de los servicios que no se cobran (gratuitos), donde solo se considera el llamado "consumo productivo".
Quizás por todas esas razones, los especialistas hayan puesto sus ojos en otros métodos para medir el bienestar humano, incluyendo en ellos el actual e imprescindible "tema ambiental", debido a lo que éste implica hasta para la supervivencia de la propia raza humana; entre esos métodos están:
El Índice de Desarrollo Humano, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que se basa en un indicador social estadístico compuesto por tres parámetros:
- Vida larga y saludable (medida según la esperanza de vida al nacer).
- Educación (medida por la tasa de alfabetización de adultos y la tasa bruta combinada de matriculación en educación primaria, secundaria y superior).
- Nivel de vida digno (medido por el PIB per cápita PPA en dólares).
El propio PNUD ha desarrollado otros índices. Uno de ellos es el Índice de Pobreza Humana (IPH), que mide las privaciones en los tres aspectos básicos del desarrollo humano, en dos versiones: una para países subdesarrollados y otra para países desarrollados.
El Índice de Desarrollo relativo al Género (IDG), también preparado por el PNUD, es un indicador social similar al Índice de Desarrollo Humano y mide las desigualdades sociales y económicas entre hombres y mujeres; se basa en tres componentes e indicadores:
- Vida larga y saludable (medido por la esperanza de vida al nacer de cada sexo)
- Educación (medida por la tasa de alfabetización de adultos y tasa bruta combinada de matriculación en educación primaria, secundaria y terciaria por sexo)
- Nivel de vida digno (medido por la estimación de ingresos percibidos por sexo)
El -también elaborado por el PNUD- Índice de Potenciación de Género (IPG) , se refiere a las oportunidades de la mujer mas que a su capacidad y está compuesto por:
- Participación política y poder de decisión (medido por la proporción de mujeres y hombres con escaños parlamentarios.
- Participación económica y poder de decisión (medido por la participación de mujeres y hombres en puestos legisladores, altos funcionarios o directivos y participación de mujeres y hombres en puestos profesionales y técnicos.
- Control sobre los recursos económicos (estimación de ingresos percibidos por mujeres y hombres).
El Índice de Bienestar Económico Sostenible (IBES) -parecido al índice de progreso genuino (IPG)-, se evalúa mediante técnicas similares al PIB, pero en lugar de contabilizar los bienes y servicios de la economía, contabiliza por un lado el gasto de los consumidores, la utilidad aportada por el trabajo doméstico y por el otro descuenta el coste de las externalidades asociadas a la polución y el consumo de recursos; es decir, que incorpora entre otros aspectos, los siguientes:
- Productos que no se transan en el mercado.
- Costos sociales y de protección ecológica.
- Aspectos de sostenibilidad (reducción de bienestar futuro causada por la producción y consumo actuales).
- Magnitud del esfuerzo aplicado en términos de la duración e intensidad del trabajo.
- La distribución del trabajo y del ingreso.
Algunas experiencias obtenidas con la aplicación del IBES han demostrado los señalamientos al método del cálculo con el PIB. En los Estados Unidos, cuando se compararon los resultados obtenidos con esos cálculos contra el PIB per cápita -entre 1950 y 1986-, se comprobó que mientras el PIB se había duplicado, el IBES había crecido por debajo del PIB y solo hasta 1968, permaneciendo constante hasta 1980, año en que comenzó a decrecer. A fines de 1986, el IBES tenia un valor equivalente al 50 % del índice del PIB per cápita. Además se señaló que una creciente dependencia del capital extranjero tenía un impacto negativo, así como la pérdida de terrenos regados y tierras cultivables y se consideró como un factor con influencia negativa en el progreso, un aumento en la disparidad de los ingresos. El método IBES también se ha calculado para varios países europeos -Alemania, Reino Unido, Países Bajos y Dinamarca- y una versión mejorada del mismo fue posteriormente calculada para Austria.
Los especialistas hablan también de otros posibles métodos, como el que incluye el concepto de "Calidad Social" y que propone cuatro áreas:
- Seguridad socioeconómica (recursos disponibles)
- Cohesión (fuerza de las relaciones sociales)
- Inclusión (integración de las personas en las relaciones sociales)
- Empoderamiento.
Son los ecologistas los que han planteado las críticas mas profundas y consistentes a la economía en su forma de medir el "desarrollo" y los que insisten en que se debe tratar de superar la brecha entre el llamado sistema económico y los ecosistemas naturales. En la actualidad se puede hablar de dos tendencias; a saber:
- La que intenta dentro de los instrumentos de la economía existente, el cálculo de aquellas variables que el mercado no toma en cuenta (economía ambiental).
- La que se aparta definitivamente de los enfoques de la economía política actual y plantea el problema más allá de los límites de la economía como ciencia (economía ecológica).
Como usted podrá apreciar en lo expuesto hasta aquí, parece difícil aceptar que un solo indicador -en este caso, el PIB- sea capaz de expresar todo lo que reflejan tanto las críticas como las nuevas propuestas de indicadores a que me he referido y creo que ya tendrá un panorama más o menos claro sobre éste como método de medición, así como la forma y hasta dónde puede llegar a medir una situación real concreta.
(continúa...)
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