Desvergüenza TOTAL / Foro Ciudadano Contra la Incineración de Residuos.- Yo estuve no hace tanto tiempo, pocos años, diez días en una UVI pediátrica de un hospital de Tenerife con un hijo y he de agradecer, muy sinceramente, que en aquellos días ningún político se apareciera por allí, más que nada porque seguramente hoy en día aún tendría que contarles esto desde Tenerife II. Sin duda.
Y creo también que Paulino Rivero, y esa de Sanidad, han hecho muy bien en no pasarse por los servicios de urgencias (también repletos de niños -si de niños se trata la cosa- o de padres, madres y abuelos de niños) ni por las consultas externas, donde acaso no hubieran salido tan bien parados.
Pero si me preguntan a mí, que espero no lo hagan, les podría dar varios ejemplos recientes de asuntos sanitarios de los que deberían preocuparse éstos, mucho más que de estarse tirando fotos por aquí y por allí. De estas Navidades, sin ir más lejos, y de casos con los que me he tropezado directamente.
No hace tantas semanas que un amigo de La Palma (al que jamás había visto enfermo) pidió una ambulancia por unos terribles dolores que le impedían moverse. Después de media hora lo llamaron para decirle que no había ambulancias y que si se podía trasladar por sus propios medios. La familia lo metió como pudo en un coche y a las pocas horas era trasladado de urgencia en helicóptero a Tenerife donde el asunto, del que se encontraba esperando consulta de especialista, no tuvo remedio y se ha quedado con secuelas irreparables.
Ayer, sin ir más lejos, me llamaba un familiar que está con unos mareos que se va al suelo, porque después de que en urgencias le recomendaran consultar lo antes posible a un neurólogo, le han dado fecha para septiembre y el hombre está que no sabe para dónde coge.
Y hace unos días nos cogía una amiga por la calle, que hacía tiempo que no veíamos, y nos tuvo cerca de dos horas contándonos la impotencia con la que vive el nefasto atendimiento sanitario que están padeciendo con una niña de cuatro años con problemas neurológicos. Es tal el grado de desesperación de estos padres que ya no se fían ni de su sombra después de años del tingo al tango. Que no vean la que han pasado hasta para poder escolarizar a la chiquilla. De escándalo.
Tres ejemplos recientes, pero tengo del entorno cercano unos cuantos más que no es cuestión de estar relatando ahora. Pero que estos individuos, que vienen directamente con la clara intención de cargarse la sanidad pública para que unos cuantos se sigan haciendo más ricos todavía a costa del padecimiento humano, se dediquen ahora a tirarse fotos desvergonzadamente con los niños ingresados en nuestros hospitales (que son los que tienen la suerte de estar diagnosticados y tratados adecuadamente, faltaría más) pareciera ya una muestra de cinismo insoportable para cualquier sociedad medianamente democrática o avanzada. Patetismo y desvergüenza en estado puro.
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