José Luis Valdés / Artículos de opinión.- En la sociedad canaria, al igual que en todas las sociedades capitalistas, las contradicciones de clase existen, como también las contradicciones en cuanto a estrategia y táctica de las diferentes opciones políticas. Por un lado están las que más peso tiene actualmente en las instituciones por el control que ejercen en los estamentos burocráticos del Estado, que son, en primer lugar, los partidos políticos PP, PSOE, CC cuya estrategia es ser gestores de los recursos económicos que se generan en las Islas en connivencia con el Gobierno Central de la metrópoli. Segundo, NC, CCN y alguna que otras organizaciones locales ciudadanistas como Ciudadanos por Santa Cruz, etc., que aspiran a escalar un puestito igual que los primeros sin cambios que pueda poner en peligro las ayudas y los apoyos de los empresarios, que en realidad son los que manejan el bacalao. Posteriormente viene el sector reformista de la Izquierda tradicional federalista y los verdes europeos que, por su debilidad y bandazos ideológicos, tienen poco futuro en Canarias, a no ser que se alineen claramente a los sectores populares de la sociedad canaria. Finalmente nos encontramos los independentistas, fragmentados entre los que plantean el interclasismo y unidad con sectores de la burguesía nacionalista como vía para la independencia, y por otro lado los independentista de izquierdas y comunistas que aspiramos a romper con el actual modelo de sociedad y crear una sociedad nueva y revolucionaria, basada en la justicia social, igualdad de derechos, y reparto de la riqueza, con el principio de para cada cual según su necesidad y a cada cual según su trabajo.
El abandono de los principios ideológicos y básicos fundamentales, como es el derecho a la autodeterminación con la única interpretación correcta que es el derecho a la independencia, por parte de algunos dirigentes independentistas de izquierda y comunistas, el entreguismo ante sectores de la burguesía de algunos dirigentes sindicales, más los bandazos de algunos compañeros al plantear la unidad desde un punto de vista ambiguo, sin programa de mínimos, hace que la mayoría de los canarios y canarias tengan desconfianza a la hora de respaldar el proyecto de liberación nacional y social, por lo que tenemos que hacer un mayor esfuerzo en la concienciación política y ideológica de nuestro pueblo.
Tenemos que tener claro que el independentismo no es una ideología política, sino una estrategia para llegar a algo, ese algo para mi es el socialismo el cual debe ir unido en Canarias a la independencia en la lucha anticolonial. Conseguir una independencia sin un cambio de las estructura política y económica actuales no tiene sentido, incluso podría existir el riesgo de posibles pérdidas de derechos para los trabajadores y trabajadoras si durante la transición política de la dependencia a la independencia los independentistas de izquierdas no estuviésemos organizados y fuertemente arraigados en la sociedad canaria.
Los independentistas de izquierdas y comunistas, a diferencia de los nacionalistas, no podemos actuar de corazón y sentimientos a la hora de plantear la independencia, tenemos que plantearla analizando las condiciones objetivas y subjetivas de la realidad de Canarias y su proletariado.
Sólo la unidad de las izquierdas anticolonialistas en base a un programa y propuesta democrática clara, sin imposiciones ni arribismos, puede llevar el barco de la independencia a buen puerto, de lo contrario continuaremos como una balsa dando tumbos perdida en el Atlántico.
¡Independencia y Socialismo!
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