José Antonio Linares Moleiro * / Artículos de opinión.- Fue allá por los años 90 cuando se crea una organización social que aglutina a todos los colectivos civiles, políticos, sindicales, empresariales, vecinales y, personas a título personal, con el fin de reivindicar un hospital público para el sur de la isla de Tenerife. Hasta ese momento nadie podría imaginar el alto nivel de mentirosos que son nuestros representantes políticos, que viendo una necesidad y queja poblacional nunca supieron y, aún no saben, como solventar la situación sin dañar los intereses de la sanidad privada, que mantiene unos grandes lazos de amistad y convivencia con los poderes institucionales.
El entonces director del servicio canario de salud, posterior presidente del gobierno de Canarias, Román Rodriguez, en un desembarco que realizó en el sur de la isla, declara que “no se justifica la construcción de un hospital en el sur”. Esa misma persona que declara en pre campaña electoral, que pretende ser la voz de los movimientos sociales de Tenerife en las instituciones. Personaje descalificado, no sólo por las organizaciones civiles, sino por sus actitudes durante su periplo en las instituciones canarias.
También el entonces Consejero de Sanidad, Julio Bonis, declara sin rubor alguno que “la probabilidad de construir un hospital comarcal en el sur es cero”, haciendo caso omiso a las demandas ciudadanas y postulándose en defensa de una sanidad privada, en detrimento de la pública.
En un acto vergonzante e intentando manipular a la población comienzan a argumentar que se ejecutaran las obras de un centro sociosanitario, palabreja hasta ese momento desconocida pero intencionadamente propuesta para silenciar las voces críticas que demandan un hospital para el Sur de Tenerife.
Casualmente la aprobación de la construcción de los centros sociosanitarios, tanto para el Norte como para el sur de la isla, son aprobados por el cabildo insular, pocos días antes de el debate de la Iniciativa popular, que proponía la creación de un hospital público para el sur, con el fin de desmontar los argumentos de la población, que malas mañas no le faltaron, justificando la inviabilidad de la ILP, ya que se había aprobado la creación de estos centros, que al final daban vinagre donde se pedía agua.
No es extraño ni desconocido el esfuerzo titánico que han hecho para conseguir que se denomine hospital a los chiriguitos que tienen proyectados, incluso han tenido la desvergüenza de colocar señales viarias indicando el destino de los mismos, con el nombre de Hospital del sur, sin que hayan informado que gestión van ha llevar estos centros, temiéndonos que sea privada, con lo que se confirmará que unos serán clientes y otros pacientes, dependiendo de que tipo de tarjeta presentas o, si la patología del enfermo es rentable o deficitaria, desde el punto de vista económico.
Los titulares de prensa de una época cercana, confirman el inexistente interés de construir este centro, la nula planificación del mismo. Sólo como ejemplo podemos leer los siguientes:
“El Norte y el Sur tendrán su hospitales antes del 2003”
“Los hospitales del Norte y del Sur comenzarán a construirse en 2002”
“Gobierno y Cabildo avalan que el centro hospitalario del Sur funcionará en 2004”
“Las obras de los hospitales Norte y Sur se iniciarán a finales de 2002 y acabarán en 2005”
Ahora hemos sabido que las obras de esa cosa llamada hospital del sur, no finalizarán en el 2008, posponiendo su finalización para el año 2009, sin informar para cuando se acabará la tomadura de pelo a que tienen sometido la población.
* Toño Linares
Presidente de Tagoror Achinech
Comentarios