Abusos policiales / Canarias 7.- El policía nacional Rafael P.M., condenado en 1994 por matar de un disparo a un detenido en los calabozos, fue juzgado ayer, acusado de agresión sexual a otra detenida en la comisaría. Admitió que le había chupado un pecho, aunque dijo que «con su permiso». El policía nacional Rafael P.M. condenado en 1994 a seis años de prisión por imprudencia temeraria con resultado de muerte (disparó en la cabeza de un detenido en los calabozos de la antigua comisaría de Plaza de la Feria, bajo los efectos del alcohol y mientras «bromeaba» con la víctima), fue juzgado ayer ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial acusado de agredir sexualmente a una detenida cuando se encontraba a cargo de su custodia en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía de Canarias.
El acusado admitió como cierto que en la tarde del 26 de julio de 2005, cuando se encontraba cubriendo el servicio de custodia en los calabozos, se acercó a la detenida M.C.F.P., comentó en voz alta «si son tetas las que tiene» y llegó a chuparle un pecho, aunque aseguró que la detenida no había sido forzada: «Ella me preguntó qué me parecían sus pechos, si me gustaban, incluso me dio su teléfono y quedamos para el día siguiente», declaró.
En opinión del fiscal, al acusado no le quedó más remedio ayer que admitir como cierta la evidencia, ya que tras su declaración dos peritos policiales certificaron que el ADN del acusado era el mismo de la saliva que un policía había recogido el día de autos del propio pecho de la afectada...
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