El comentario / Cuentos y noticias desde Canarias.- Esta Consejera no es de fiar. Ha demostrado una escasa capacidad negociadora, rompiendo la baraja a la primera de cambio, sin justificación alguna, para desdecirse parcialmente y confundir a la opinión pública al día siguiente.
Con sus antecedentes antisindicales, con la caza de brujas que había llevado a cabo en la Viceconsejería de ¿“Medio Ambiente”?, con su pasado de “progre de pacotilla" y un presente de subirse a las ramas (dícese trepa), con todo este bagaje, ha optado por el estilo del tristemente olvidado y desaparecido “García Déniz” y ha elegido la confrontación y el poner a los trabajadores de la enseñanza a los pies de los caballos como carta de presentación, como si al PSOE en su día le hubiera salido gratis.
Se ha permitido el lujo de poner a los sacrificados trabajadores de las islas menores, muchos de ellos con inestabilidad laboral y geográfica, con los gastos adicionales que ello conlleva y la problemática laboral y familiar que ocasiona, como unos privilegiados.
Ha querido colocar al profesorado canario como si fuese de los mejor pagados del Estado, cuando la realidad es otra bien distinta en la que perciben hasta 400 euros mensuales menos que en otras comunidades.
Criticó por criticar, hasta el hecho de celebrar la huelga los viernes, como si no se les descontase el salario de ese día de huelga al profesorado y lo pagase ella personalmente.
Y de todos estos "supuestos" privilegios, nos habla una señora cuya experiencia laboral es escasa y se puede decir que ha vivido prácticamente de la política, de los impuestos pagados por todos los canarios.
Pero tranquilos, que lo ha hecho "por nosotros", "por lo nuestro", "por nuestra archipiélago-archipielágica realidad", aunque critique las especificidades salariales de los trabajadores de las islas menores.
En definitiva, que si alguien aún tenía alguna duda sobre el talante de esta consejera, ella solita se ha encargado de despejarlas todas y mostrar su verdadero cariz.
Parece que Coalición Canaria no ha aprendido nada del batacazo que se dio en las anteriores elecciones autonómicas, en las que al menos algo tuvieron que ver los innumerables conflictos laborales con los que se enfrentó.
Y es que asistimos a una Coalición Canaria en su versión más dura, en su versión más reaccionaria y derechosa, quitándose las caretas y situándose abiertamente al lado de algunos empresarios y justo enfrente de los trabajadores.
Ya le dieron ayer un aviso al presidente los sindicatos, al que han advertido sin rodeos que, si quiere concertación, tendrá que elegir el marco adecuado para dialogar y mostrar voluntad de hablar en serio, y no limitarse a poner en escena gestos para la galería que no camuflan en realidad sino una pretensión propagandística o, peor aún, actos consumados sin el menor consenso previo.
Pronto tendremos nuevas elecciones y una nueva oportunidad de poner a esta “coalición de intereses” en el lugar del que nunca debió salir, por haber jugado con los canarios y convertir “lo nuestro” en lo “suyo”.
Tendremos la ocasión de dejar a Paulino Rivero en una mera anécdota del pasado olvidado y nefasto de esta tierra, y a su triste consejera, una García Déniz cualquiera, en el lugar en el que esta vida acaba poniendo a los trepas al serrar sus ramas y hacerla descender a una realidad en la que, pese a sus “cacareadas responsabilidades”, culminará su carrera actual sin apenas experiencia laboral, en un mediocre y olvidado destino.
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