Foros ciudadanos / Foro Ciudadano Contra la Incineración de Residuos.- Yo no había visitado el nuevo parque de Cuchillitos de Tristán, el que supuestamente terminó Zerolo entre los barrios más populosos de Santa Cruz con unas perritas que Melchior le consiguió del Cabildo. Sí lo habíamos visto de fuera y por medio de muchas fotos que hemos recibido de vecinos de la zona. Y por eso fue que una semana después de que fuera inaugurado clandestinamente -no dieron aviso alguno a los vecinos no 'allegados' acaso porque las elecciones los dejaron sin canapés para tanta gente- nos dimos una vueltita por la zona a mayor indignación, si cabe, ante las cosas que están pasando por aquí.
Yo no sé exactamente qué es lo que vio la prensa, que tan encantada salió del acto clandestino de inauguración -acaso porque el Melchior les escogería un buen vino para la ocasión-, cuando resulta que los grifos para el agua potable no funcionan, los baños públicos -que se construyeron en un subterráneo hace unos cuantos años- los han dejado inutilizados y sin accesos, para usarlos como almacén. Cómo es posible que a nadie le haya llamado la atención el riesgo que representan para los niños esas vallas construidas con hierro del que se utiliza para el forjado del hormigón armado, porque dejan huecos por donde se pueden colar y donde un chiquillo se puede quedar enganchado por la cabeza tranquilamente.
Cómo nadie habla de la vergüenza que suponen unas ruedas de coche rotas amarradas con alambres a esa valla impresionante -que parece construida de restos de obras- o cómo el supuesto parque infantil provoca quemaduras a los menores por la tipología de los materiales, neumático molido tal cual -negro- y elementos metálicos. Dónde están esos representantes vecinales que no reclaman vigilancia, iluminación adecuada, servicios, agua para beber, tratamiento a esas laderas para que no se produzcan derrumbes a poco que llueva... ¿Es que aquí ya a todo el mundo le importa todo un carajo? ¿Por qué los niños pueden jugar con agua potable en el García Sanabria y los de Cuchillitos de Tristán disfrutan de unos grifos que no funcionan una semana después del gran acto clandestino de inauguración? ¿Traerá el Zerolo o el Fernando Martín Menis -el hermanísimo- a sus hijos a jugar con esas gomas de coches atadas con alambres a esos hierros oxidados?
¿Qué pasa con esa zona de césped donde no hay ningún cartel indicativo? ¿Pueden entrar los perros a cagar, como está ocurriendo, al tiempo que los niños pequeños a revolcarse por la hierba? ¿Con qué tipo de agua se está regando? ¿Cómo es posible que esos aspersores comiencen a funcionar sorpresivamente, sin vigilancia alguna? ¿Se trata de una atracción más?
Chiquita vergüenza y tremendo descaro, tanto por parte de estos políticos, que tan alegremente dilapitan en otras cosas, como por una prensa que acude a las inauguraciones, a los canapés y demás, sin plantearse la más mínima pregunta ni la más mínima duda razonable sobre lo que puede observar cualquier persona con las mínimas y elementales dotes de observación. Por ejemplo, cómo explicar que sólo un par decenas de vecinos acudieran a la inauguración de una infraestructura tan importante después de 25 años esperando a que concluyeran la obra. Por cierto, que después de 25 años de las tres puertas del parque sólo se encuentra medio abierta una y, antes de acceder a la misma, hay que pasar por otra donde se indica, entre otras cosas, que hace falta un casco para pasar. Verdaderamente asombroso.
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