TITSA / Apestando por lo Nuestro.- El puente que hace pasar la Carretera de El Rosario por encima de la Autopista del Norte, es conocido popularmente por "Puente de Taco" o "Puente de la Pepsi Cola". Esta última denominación proviene de la presencia, hace años, de la fábrica de dicha bebida en las proximidades del mismo.
Nos cuenta un lector que, hace unos días, bajando con la línea 233 hacia Santa Cruz, a la altura de dicho puente hay una parada que, dentro de la guagua, fue anunciada como "Pesi Cola". Escrito así, "Pesi". Suponemos que los autores del mensaje son los mismos que idearon la magnífica campaña del "Guaguing", sin diéresis.
Hurgando en la WEB de TITSA, hemos encontrado dicha parada. Concretamente, es la número 1903, y ahí también la llaman de la “Pesi” Cola. La parada también se llama “Siemens”, entre paréntesis, y eso sí lo escribieron bien.

Y, ya que estamos, no vamos a dejar de comentar lo mal que funciona el sistema de aviso de paradas de TITSA, siempre y cuando funciona. Por ejemplo, la línea 230 en sentido descendente, tras pasar por el Barrio de Buenos Aires, junto a la Refinería, dice "Próxima parada: Muelle Norte". ¿Hay algo, en el centro de Santa Cruz, más alejado del Muelle Norte que la Refinería?
También es de destacar que paradas tienen un nombre tan largo, que casi ni cabe en el cartel (“Calle Pablo Iglesias, esquina Núñez de la Peña”). Otras no hacen referencia a nada que haya cerca. ¿Por qué "Rambla Pulido Nº 58", en lugar de "Plaza de la Paz"?
Y de la locución, mejor no hablemos. O no se oye, o es un disparate, o no sirve para nada. Porque todavía pasa lo que pasaba al principio: que muchas paradas las avisa cuando la guagua ya está arrancando.
En la línea 238, no se oye nada hasta llegar a la Casa Cuna. Entonces, cuando todo el mundo está ya medio despistado, de repente un grito dice "Próxima parada, Casa Cuna". Medio pasaje se sobresalta del susto.
Cuando modifican una línea de golpe, ya sea por una obra o por un capricho de algún político con coche, también se arma. La locución deja de funcionar y busca la parada más cercana al recorrido alternativo, que, a veces, puede estar a kilómetros de distancia. Como lo del Muelle Norte, vamos.
Sinceramente, da la impresión de que ni al Cabildo ni a TITSA le importa una porra la calidad de su servicio. No hay una cosa que hagan bien.
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