Agapito de Cruz Franco / Artículos de opinión.- Joan Manuel Serrat, comentaba que su abuelo “no existió porque lo fusilaron y lo tiraron por un barranco, y nunca nos dieron partida de defunción”. Esta cruel realidad se repite de una manera escandalosamente monótona, en el caso de desaparecidos tras el Golpe de Estado de 1936 y sin que la Administración haya roto la inercia macabra del olvido. Se han ignorado crímenes de lesa humanidad. No hay derecho. Arrojados al mar, tirados en pozos, enterrados en fosas incógnitas. Nuestra democracia tiene una asignatura pendiente. Sin entrar en el trasfondo histórico y sociológico de los acontecimientos que desembocaron en aquella tragedia, la justicia no es atemporal.
El silencio grita. Y la democracia en este país no se puede decir que exista, mientras no se haga justicia con quienes dieron su vida por ella. En breve se presentará públicamente en Tenerife una asociación de carácter humanitario constituida el pasado verano para “impulsar el estudio y la difusión de los conocimientos sobre las víctimas del franquismo y la guerra civil española, servir de plataforma de encuentro e información entre investigadores, Organismos y Entidades nacionales y extranjeras relacionadas con este ámbito de estudio, así como difundir su memoria y apoyar los procedimientos para la identificación de lugares y fosas de víctimas desaparecidas”. Nacía al calor de otras como la de La Palma o Arucas tras unas “Jornadas contra el olvido” organizadas por CNT.
Considera que es muy importante “escribir bien la historia, y hacer justicia con tantas personas que yacen desaparecidas, pero no desconocidas, en las fosas comunes de la desvergüenza y de la desmemoria”. Según Antonio Muñoz Molina, ex-director del Instituto Cervantes de Nueva York, la transición política española fue una apuesta por unirse en torno a lo que había en común. En ese común está enterrar a los muertos. So pena de quedar al margen de la civilización. Recuperar la memoria no divide a los españoles ni resucita las dos Españas, sino que los une y acaba con esa división. No dinamita la transición. La completa. En ese sentido es la sociedad la que está dando pasos al frente. La burocracia del Estado y los partidos políticos, a lo más que se atreven es a estancar una ley en Las Cortes, que corre el riesgo de quedar olvidada o nacer desmemoriada. Guillermo Fouce, de “Psicólogos sin fronteras” que ha trabajado en la tragedia de Beslán (Rusia) afirma: “Nunca veo odio, rencor o ira. No me cabe duda de que esto va de cerrar heridas, no de reabrirlas”. Daniela Leiva antropóloga de Chile dice que “no hay reconciliación posible sin reparación y la única reparación es identificar a las víctimas y entregar los restos a sus familias”. No hay resabios, revancha, o venganza, en quienes quieren recuperar los cuerpos de sus familiares. Hay una enorme tristeza. Una profunda pena. Siete décadas sin nombre. Sin nombres. Aparte de estas tres asociaciones canarias, en España actúa, en la tarea de acallar el silencio, otra idéntica, según explica su Vicepresidente Santiago Macías. El trabajo de exhumación es complejo. La arqueología forense y los familiares, básicos. Tras una tragedia, ningún país ha esperado tanto tiempo en buscar sus fosas del olvido como España. A tan solo 16 años de la extinta URSS, más de mil personas se reúnen cada año en Karelia, en la ciudad rusa de Sandarmoj donde fueron descubiertas las fosas comunes de miles de personas asesinadas en la Era del Gran Terror de Stalin. Siniestro lugar al que acuden Presidentes y políticos de las ex repúblicas comunistas. En España han sido varias las iniciativas municipales que han empezado a hacer justicia. En Canarias, Ayuntamientos como el de La Orotava, entre otros, han decidido formar una Comisión de Investigación y eliminar escudos, símbolos y nombres de calles de aquel período. Pero por lo general el Estado sigue mudo. Como mucho, noticias ordenando devolver fincas donadas a Franco, a causa de operaciones urbanísticas irregulares. ¿Será que en este país es mucho más importante el cemento que la dignidad?
Artículo de Opinión de Agapito de Cruz Franco sobre la 'Memoria Histórica' publicado hoy 27 de septiembre de 2007 en "La Gaceta de Canarias", pág. 4.
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